El sueño de Kazuma es rápidamente interrumpido cuando Aqua conoce a otro invocado y es abandonado. ¿Qué hará, Kazuma? ¿Podrá depender de su suerte? ¿Conocerá a las heroínas de su historia? Adéntrate a este mundo más diferente de lo normal, después d...
El dragón no-muerto giro su enorme cuerpo y golpeó con un látigo hecho de su cola.
La cola empujó a la princesa que rápidamente levantó su espada para protegerse.
Con un sonido metálico el cuerpo de Iris retrocedió decenas de metros de distancia.
La entidad legendaria se puso sobre sus cuatro patas y anunció su siguiente ataque con un estridente grito.
— ¡Grrrrrrraaaahhhhh!
Algo en su estómago creció y se movió hacia su garganta. Luego la bestia abrió su boca y exhaló un alarido de fuego en dirección de Iris.
Iris se envolvió de mana u elevo su espada.
El impacto llegó remeciendo los exteriores.
Los gritos de pavor de sus guardaespaldas se precipitaron al ver la masa de fuego que se extendía por la mazmorra.
Quisieron ir en ayuda, pero el general Verdia presionó sus pasos.
Antes que maldijeran su fuerza una suave voz se alzó de entre las llamas.
— Claire, Rain, estoy bien. Concéntrense en su batalla.
La espada Calibur brillo y con un tajo elimino las últimas llamas del aliento de dragón.
La princesa se encontraba de pie, totalmente ilesa.
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Los guardaespaldas suspiraron de alivio cuando vieron a la luz del reino sana y salva y se volvieron a sus asuntos. Prestando toda su atención al ser no-muerto que estiraba su espada.
El dragón no mostró ningún atisbo de emociones y se preparó para el siguiente ataque.
Su cuerpo comenzó a recuperar sus garras y colmillos, aún era temprano para sus escamas. Pero su regeneración no dejaba de ser muy rápida.
La regeneración de los no-muertos dependía del mana de la entidad que antes estaba viva, así que un dragón legendario entregaba enorme olas de mana acelerando el proceso de regeneración.
La princesa miró a su enemigo, con una sonrisa intrépida llena de emoción.
El dragón cargo hacia ella, insistiendo con enormes bocanadas de fuego.
Iris avanzo sin miedo rechazando el fuego con rápidos ataques sobre su espada, los truenos que emanaban de su ataque se interpusieron con el fuego del dragón y pelearon por la supremacía.
De pronto el hocico del dragón se estiró, para descender en picada y meter en su boca a Iris. Ella se lanzó a un lado y esquivo el ataque.
Aprovecho ese instante para lanzar un corte en el rostro del no-muerto.
Su espada atravesó la carne sin contratiempos, no hubo sangre, más que el miasma violeta venenoso y el penetrante olor a putrefacción.
Iris se movió hacia adelante, corriendo por el flanco derecho del dragón. Por algún motivo el dragón no poseía el brazo derecho y aprovecho eso para pasar a la ofensiva. Calibur comenzó a desgarrar la carne de la bestia sin interrupción.
