INTERLUDIO DE UN REENCARNADO: El siguiente paso

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Parte 1

Cuando entregue todo mi mana al cubo de Rubik sentí el mareo llegando a mi cuerpo, no pude evitar retroceder algunos pasos y caer al suelo, pero antes que sucediera, unos brazos me apoyaron.

— ...Ghos, gracias.

Agradecí al orco que estaba a mi lado.

El gruñó en respuesta.

Aunque mis fuerzas estaban agotadas por alterar las dimensiones del Destroyer logré levantarme con el apoyo de Ghos y dejamos atrás el portal de azul. 

Un entorno se iluminó ante mis ojos. 

No estaba dentro de la oscuridad del cuarto metálico del Destroyer, tampoco veía el pueblo de novatos sobre una cubierta. 

Me encontraba en la cima del castillo del rey demonio. La vista privilegiada para aquellos que tenían la confianza del rey. 

Desde aquí podía ver lo grande que era el mundo a nuestros pies.

Toque ligeramente los dos tesoros que descansaban dentro de mis bolsillos.

Yo, como candidato a general demonio vivía bajo las órdenes de un general, sin embargo, ahora iba hacer diferente.

A pesar de que perdí valiosos soldados, obtuve algo que nadie consiguió durante siglos. 

¡Obtuve el diario de las reliquias artificiales y además una reliquia artificial!

Cuando me volví hacia Ghos, para expresar mi alegría, lo encontré mirando el portal azul en silencio.

Su expresión siempre indiferente ante los demás dejo ver cierta tristeza.

Era obvio.

Antes lo dije a la ligera, pero había perdido a buenos hombres. No quería ver el lado negativo de mi expedición, pero una vida era una vida. Los demonios que cayeron tenían personas importantes esperando su regreso. Era muy conciente de eso.

No porque había traicionado a la humanidad significaba que mi corazón era un abismo de oscuridad que nunca empatizaría con otro ser vivo. 

Odiaba a la "humanidad" pero no a esa humanidad. Odiaba a la nobleza que se había aprovechado de su poder para hacerme la vida imposible. Odiaba a esos humanos que me dieron la espalda y me tildaron de villano. 

Sin embargo, al resto, al Gremio de Aventureros, a mis antiguos compañeros de grupo, a la gente del pueblo donde llegue por primera vez, ellos eran diferentes. Mi odio estaba dirigido únicamente a las personas de la capital.

Valoraba la vida de cada individuo cercano a mi y comprendía su entorno. Mi antiguo mundo me enseño a valorar estos sentimientos. Sin embargo, ya no era un simple humano que iba y venia desde su casa al instituto una y otra vez. Ahora, en este mundo, tenia el poder para cambiar las cosas y eso hacia que fuera imposible a ser la persona risueña que era antes.

— Ghos, hay que seguir avanzando.

No había bonitas palabras para consolar el dolor causado por la pérdida, así que fui directo con él. No quería ignorar sus sentimientos, pero tampoco debía ser suave.

El respondió como siempre, con un gruñido.

No sé lo que pasaba por su cabeza, pero al menos espere que mis palabras fueran suficientes.

Después de hablar con Ghos, me dirigí al grupo de mi espalda.

Todos eran demonios y monstruos que habían convivido conmigo así que sabía sobre cada uno.

Konosuba: El mundo maldecido por la diosa - Fan AutorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora