Nada me tiene en apuros, después de todo esta vida es algo divertida

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La brisa del ayer se llevó todo consigo.

Tuve la visita semanal del cobrador de libros, eso quiere decir que la pasta que había ahorrado con tanto sacrificio durante estos días se escapó de mis manos. 

— Maldita sea... tengo que prepararme para otra misión.

No estoy seguro de cómo sentirme al trabajar día tras día en misiones enteramente entregadas sin ninguna forma de pago que no se vaya a la deuda, poco a poco me estoy volviendo como esos tíos asalariados bien metidos todo el día en una oficina por un sueldo de mierda.

Al menos pague la deuda que tenia con Wiz.

También esta el negocio de los ticket, estoy recibiendo ganancias donde no creía que había.

Quién se imaginaria que las personas de por aquí tuvieran un instinto tan primitivo como ese.

Mañana es el día para recoger las regalías que Keith y Dust están amasando para mi. Esos dos resultaron ser unos especialistas en el tema, fueron de gran ayuda cuando le puse precio a los pases premium. Inclusive se volvieron como una especie de intermediarios para vender los boletos en vigencia a un precio estafable.

Eso quiere decir que no hay necesidad de levantarse hoy. El dinero va seguir aumentando sin necesidad de poner un pie fuera de esta cama.

Así que abrace con mas fuerza las frazadas.

— Perdí las ganas de trabajar, así que me tirare un pequeño sueño. Nos vemos.

* Al menos dilo cuando te hallas levantado temprano *

La voz andrógina cargo mi cabeza.

No sabía si el anillo en mi mano derecha palpaba de luz roja entre todas las sábanas pero estaba seguro de que la voz era fuerte, clara y entendible.

— Buenos días Eo, ¿Cómo te encuentras hoy?

* Aburrida e irritada por la flojera de cierto maestro *

— Eo, Eo, Eo. No entiendes el concepto de que el largo descanso cura graves heridas. Si quiero volverme un hombre más fuerte es necesario largos ratos de relajo.

Entre la oscuridad de las sábanas el color rojizo de Eo llegó a mi rostro.

* Que forma tonta de evadir el trabajo, maestro. Si insistes en el descanso. ¡Enséñame justo ahora tus cicatrices! ¡Yo las curare enseguida! *

— Te agradezco que te preocupes por tu amo pero las heridas que cargo conmigo no son físicas están muy dentro, obstruyendo mi mente.

* ¿Obstruyendo tu mente?... Como el arma bajo tu posesión siento muchas inseguridades de tu lado, si las saco a flote... esa sensación cuando miras a la chica planta y a la licht, lo ansioso que te sientes cuando me pones esos guantes de cuero, también esta esos pequeños momentos en la noche que sin motivo te desprendes de mi en la oscuridad y luego escucho pequeños suspiros de tu lado... ¿si puedo pensar en algo reciente, puede ser?... Hablas de las pesadillas *

Por mi propia paz mental ignorare todo lo que dijo antes.

— Sip. Son molestas a la hora de dormir.

Konosuba: El mundo maldecido por la diosa - Fan AutorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora