Konosuba: El mundo maldecido por la diosa - Fan Autor

...Souka (I)

El entorno fue envuelto por una nuve de polvo. 

Los enormes arboles robustos que ocultaban la luz comenzaron a mecerse descontrolablemente. Si hubiera algún animal pequeño rondando por ahi, era casi seguro que no viviría para contarlo.

Pasaron unos letargicos segundos hasta por fin reino la calma, la naturaleza comenzo a dar pequeños pasos para reorganizar el endemoniado poder explosivo de Megumin.

— ...Mierda. Asi que esto se siente estar del lado del villano.

— ¿Que quieres decir Kasuma?

— Ah, lo siento. Por un momento senti pena por los goblins.

— Tambien pienso que los monstruos no son ellos.

— Amo, tiene una compañera peligrosa.

Yo, Darkness y Flu dimos nuestras respectivas evaluaciones de la magia de Megumin. No se puede evitar sentir un terrible escalofrio al ver ese desprendimiento en la naturaleza.

La raida tierra que los goblins utilizaron como hogar o base de operaciones para sus viles actos tenia un especto caotico alrededor. Un crater de diez metros de diametro adornaba casualmente el entorno. Muchos de elllos salieron disparados por todo el area circundante dibujando su piel verde sobre la jungla. Los que habian estado cerca de la explosion desaparecieron en el instante dejando a sus compañeros mas cercanos con enormes miembros amputados.

Pero no todo estaba perdido para los hombres goblins uno por uno comenzaron a levantarse, aun aturdidos los primeros en levantarse desenfundaron sus dagas y miraron concientemente su alrededor.

Despues de todo no por nada son el enemigo natural de los aventureros.

***

— ¿Que tal estuvo la explosion? ¡Fue maravillosa no es asi, 100/100!

El rostro sonriente de la brujita permanecia sobre la tierra arrojando agitadas respiraciones.

— Fue excelente maga. Si fueras a mi tierra natal serias tildada como un terrorista en potencia y nunca más verias la luz natural.

— Eh. No lo entiendo, pero creo que debo tomarlo como un elogio, fufufu, soy la mejor.

— Si solo no te cayeras al suelo seria sorprendente.

Eleve el cuerpo de Megumin y lo lleve a un sitio con mas volumen de vegetacion.

— Flu, ¿puedes ocultarla con tus raices?

— Mmm... supongo que si.

— Bien, hazlo.

Con rapidas indicaciones deje a Flu a cargo del cuerpo de Megumin y le di la mochila de tela.

— Si aparecen enemigos por aquí, sirvete. Tengo un par de costas que te pueden ayudar.

Abajo, los goblins que sobrevivieron a la explosion comenzaron a reorganizarse, lentamente tomaron posicion.

Desde lejos venía venir la batalla. No pude evitar sentir un cosquilleo por mi espina dorsal. ¡Aléjate miedo! y recuerda las cuentas que debes pagar. Grite un credo en mi cabeza.

— Ustedes pueden. Quiero la cabeza del enorme goblin.

Un enorme conjunto de hierbas robustas con matices rojos se despidió de nosotros. La extensión de Flu sobre su cuerpo, tapó por completo a Megumin mezclandola con la misma naturaleza. Flu me sorprende cada vez más.

Devuelta mire el panorama que nos estaba esperando, sin embargo por el rabillo de mi ojo note un pequeño detalle.

— Darkness, aun quedan enemigos. Megumin hizo su parte ahora nos toca a nosotros.