El sueño de Kazuma es rápidamente interrumpido cuando Aqua conoce a otro invocado y es abandonado. ¿Qué hará, Kazuma? ¿Podrá depender de su suerte? ¿Conocerá a las heroínas de su historia? Adéntrate a este mundo más diferente de lo normal, después d...
¡Aviso Importante!, ¡Aviso Importante! Esta historia tiene alguno que otro pequeño spoiler de los capítulos que están por venir. Mi intención en entregar esto antes de tiempo es para celebrar Halloween. Lo digo al inicio para que sepan lo que van a leer. Sucede después de la batalla del dragón cuando Kazuma comienza su camino como el amo de las súcubos.
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Parte 1
En las afueras de la mansión, más exactamente en el jardín trasero. Me encontraba regando e inspeccionando el crecimiento de las plantas junto a una señorita a mi lado de una raza extravagante para los estándares humanos.
Como Darkness y Megumin no estaban presentes y Flu estaba ocupada con la demanda de los elixires. Me encontré llevando a una de mis subordinadas del café secreto del pueblo para ayudarme con la tarea.
En un momento había ido al local secreto y pregunté por alguien que más o menos conocía el tema. Me vi con la sorpresa de que la onee-san recepcionista llamo a la loli súcubo para prestarme una mano.
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Loli súcubo o Lolisa, como era llamada por Dust, tenía algunas habilidades con respecto a la floristería. Me mostró su experiencia cuando empezamos a inspeccionar las plantas medicinales. Se podría decir que no era una veterana, pero sabía más cosas de lo que yo entendía de la extraña vegetación de este mundo.
Eso fue suficiente para ayudarme con el trabajo manual.
Nos pusimos mano a la obra y comenzamos a regar y quitar la mala hierba.
Ah, por cierto cuando vino a ayudarme no se presento con su lencería erótica sino que traía puesto un vestido sencillo de una pieza verde y blanco como una joven humana.
Empezamos a medio día después del almuerzo y cuando me di cuenta ya se estaba haciendo de noche.
Habíamos avanzado un buen tramo para tomar un descanso, así que estiré mi cuerpo y le sugerí eso a Lolisa.
— Sí. También está oscureciendo. Podemos terminarlo mañana.
Lolisa, que estaba en cuclillas limpiando con una brocha suavemente las hojas de una plántula, estuvo de acuerdo mientras veía el resplandor del atardecer desde el horizonte.
Ambos ordenamos los materiales y lo llevamos a una esquina donde estaba una pequeña cabaña de madera.
— Ah... Olvidé que Flu-san me dijo que quería "eso" que tenía guardado en su cuarto.
En ese momento, Lolisa murmuró con una cara preocupada mientras miraba el interior de la mansión.
— ¿Te hablas con flu?
Pregunte algo sorprendido. No sabía que Flu hablaba con alguien, aparte de Wiz y nuestro grupo. Ella era la única de mi círculo de compañeras que sabía sobre las identidades de las súcubos, pero nunca lo vi con un interés de socializar con ellas.
