Era temprano por la mañana, y las personas alrededor estaban agitadas.
El orco Ghos era ajeno a todo el alboroto del valle, tranquilamente descanso cerca de un arroyo. Su cuerpo lleno de musculatura firme se acoplo sobre una roca erosionada por el rio. Dejó caer su cabeza sobre sus brazos mientras mantenía una pierna encima de la otra.
El silencio del ocio era el inconfundible sonido del agua viajando en tenues movimientos, sin apuros y con calma que la naturaleza brinda siempre, pero momento después todo aquel aura tranquila fue apagada por varias pisadas sobre la tierra. Ghos no pudo evitar abrir un ojo y mirar al grupo de alado, al notar quienes eran, soltó un suspiro de exasperación.
—... Sigo sin acostumbrarme.
A la par de lo que dijo, el grupo de monstruos con vestimentas de soldados paso cerca de él, haciendo raspar sus calzados con más fuerza de lo que imaginaba, obligando a Ghos despedirse del ultimo tirón de sueño. Miró detenidamente. Dentro de las filas del grupo de soldados había duendes, ogros, muertos vivientes y también humanos...
Para un orco nacido del mundo de abajo era algo que le perturbaba levemente, sin embargo no expreso su incomodidad a los monstruos. El mostro el debido respeto con un ligero saludo, algunos del grupo le respondieron de la misma forma. El grupo siguió su rumbo y se perdió en la vasta planicie. El orco no pudo cerrar devuelta los ojos y se sentó sobre la piedra con el rostro opresivo, mirando las hectáreas de campo que se podían ver mas allá. Más como ellos se veían alrededor. Grupos de monstruos, elfos, semihumanos y humanos compartiendo carpas, comida y armas. Todos en total paz, al menos con ellos.
Sintió una asequible sensación de acercarse a uno de las carpas y pasar el tiempo con algún soldado contando historias de batallas pasadas mientras tomaban alguna jarra de cerveza, pero tuvo que desistir casi al instante, por extraño que parezca, en ese momento, sintió una especie de mundo exterior separado por na invisible pero gruesa capa de vidrio.
No puedo obligar hacer cosas que desconozco... después de todo, nuestra raza siempre ha sido ermitaña.
Se quedó sentado sobre la piedra mirando las interacciones de los soldados. No había sentimientos de soledad y ningún odio hacia ellos. Lo que habitaba dentro de Ghos era una terquedad absoluta a lo nuevo. Cada vez que sus ojos sagaces atrapaban algo diferente a lo antes visto, le asaltaba una misteriosa sensación de incomodidad. Y para su mala suerte todo en su entorno estaba en constante cambio.
Se percató hace mucho que las cosas avanzan más rápido arriba. Había varias razas de monstruos de diferentes tamaños y formas. Recordó el día que un espectro lo visito, después de eso mas monstruos aparecieron.
Los duendes eran los más comunes por aquí, su especie ágil lo hacían fácil para la clase mensajería y emboscada, no eran muy fuertes como las otras razas pero lo compensaba su gran número. Cuándo los soldados iban a cazar, Ghos observaba que los grupos de duendes casi siempre eran acompañados por un ogro o kobold, que hacían de líderes de grupo, en especial estos últimos, que aparte de la clase actual también eran buenos en la herrería y la mina.
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Konosuba: El mundo maldecido por la diosa - Fan Autor
FanfictionEl sueño de Kazuma es rápidamente interrumpido cuando Aqua conoce a otro invocado y es abandonado. ¿Qué hará, Kazuma? ¿Podrá depender de su suerte? ¿Conocerá a las heroínas de su historia? Adéntrate a este mundo más diferente de lo normal, después d...