Invasión a la Fortaleza Andante (XIII)

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Parte 1

— Te enseñaré el poder de alguien que ha estado más tiempo en este mundo. Aceleración x 4.

Kazuto pronunció esas palabras y se dirigió directo a mí. No apunto con el arma, su ataque fue en línea recta.

Eo, sword.

Respondí levantando mi arma.

La velocidad de Kazuto aumento y en un par de zancadas llego a mi.

Sacudí la espada, el evadió sin mucho esfuerzo poniendo su cuerpo a un lado, elevó su reliquia y la dirigió a mi cabeza.

Parecía una serpiente envolviendo a su presa.

Lleve mi cabeza a la derecha saliendo del rango del arma lo que me espero fue un puño directo a la nariz. Mi cerebro bacilo por un segundo pero recupere la lucidez, lo que vino después fue un culatazo a mi cabeza.

Esta vez el golpe me dejó entumecido.

Retrocedí dos pasos, mis sentidos se alborotaron por la contusión.

* Maestro, Shield *

Eo tomó la forma de escudo largo a tiempo.

Sin percatarme de nada Kazuto ya estaba disparando a quemarropa.

Espere unos segundos y la nubosidad en mi cabeza desapareció.

Si Eo no se hubiera vuelto un escudo por su cuenta ya estaría muerto.

Eso fue un ataque rápido, no debería decir rápido, más bien práctico.

A comparación del ogro nuestros tamaños eran iguales, además me atacó de frente. Fue listo, golpeó mi cabeza y me dejó una contusión para disparar el arma.

Lo peor es que no pude detenerlo a pesar que vi sus movimientos, los golpes en la cabeza me dejaron confundido.

— Ya veo, así que tu reliquia puede pensar por su cuenta.

— Que te puedo decir me gane su amor a tal grado que me protege sin decirlo.

Asentí con la cabeza dejándome ver detrás del escudo.

Si pudiéramos tener una buena conversación como antes, podría convencerlo de que me deje ir.

— Oye, Kazuto, que te parece si dejamos esto en un empate. Ya tienes el diario que viniste a buscar y yo necesito detener la bomba del Destroyer.

Intente convencer a Kazuto usando hechos lógicos, después de todo ya tenía lo que vino a buscar.

— Podría ser...

Pude hacerlo.

— ¿Eso quiere decir?

— Que podría ser, pero no. Ya te dije antes, eres un tipo interesante. Rechazaste mi reclutamiento, por eso no tengo más remedio que eliminar una amenaza a futuro.

— ¿Soy una amenaza? Lo de hoy solo fue simple coincidencia, necesitaba salvar mi ciudad. No quiero saber nada de los demonios ni su pelea por conquistar la capital. Mi única vida a futuro es ganar mucho dinero para vivir mi vida sin trabajar.

— Eres un reencarnado, viniste con una misión.

— Si, pero eso no quiere decir que lo haga, además la diosa esa no aporto en nada para ayudarme a tener un buen futuro.

— ¿Por qué la diosa te ayudaría? Con esa reliquia es suficiente.

— Tu mismo lo dijiste, los niveles de mana no son muy compatibles con la reliquia que me entregaron. Es decir, que esa diosa no me dio ninguna reliquia, tuve que conseguirlo por mi cuenta.

Konosuba: El mundo maldecido por la diosa - Fan AutorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora