KAZUMA
Parte 1
El día había terminado y la noche recién empezaba.
Después de despertar con el molesto dolor de cabeza me dirigí al cuarto de Flu y me senté en su pequeña cama.
— ¿Qué fue eso?
Pregunte a Flu mientras cerraba la ventana de su cuarto.
Ella se regresó a mí con una suave sonrisa.
— Eso. Un pequeño roedor quiso invadir el huerto, así que Aru se encargó de eliminarlo.
— Pero escuche gritos humanos.
Más exactamente escuche el grito aterrado de Dust.
— No le des importancia.
Mostró indiferencia ante eso, así que lo deje pasar.
Se que es agresiva pero no torturaría a un conocido, ¿verdad?
Ella camino tranquilamente y se acercó a su juego de laboratorio que ocupaba más de la mitad del cuarto.
El estado de la habitación a comparación con la primera vez que llegamos era totalmente diferente.
Este era el cuarto más grande del segundo piso y anteriormente lo ocupaba el señor de la mansión. Estaba equipada con una cama que media más de dos plazas y dos mesas que servían como lugar de lectura. Ahora no había nada de eso. La cama fue cambiada por un colchón más pequeño y las mesas estéticas para tomar el té fueron reemplazadas por varias mesas robustas que sostenían encima un laboratorio artesanal.
No había nada de nobleza aquí.
Flu estaba trabajando en su mesa de laboratorio, encendió un mechero y dejo un recipiente metálico sobre la llama, después de algunos minutos vino a mí y me entrego un té de hierbas.
— Toma esto, bajara el dolor de cabeza.
— Gracias...
Lo recibí y lo llevé a mis labios.
Las hierbas cosquillearon mi nariz y luego el líquido pasó por mi garganta.
Delicioso.
Flu era malditamente buena en esto.
El sabor del té era suave pero lo suficiente para reconocer su fragancia a través del paladar.
Esta sensación de adormecimiento dejó ir la pequeña jaqueca que molestaba mi cabeza.
Mientras seguía saboreando mi te, Flu preguntó inadvertidamente.
— ¿Quieres hablar?
— ¿Eh?
— ¿Ah? ¿Por qué pones esa cara de idiota?
No entendí el punto a donde quería llegar, pero me lo resolvió ella misma.
— Perdiste a Eo, ¿quieres hablar de eso, verdad?
Ah, era eso.
Las chicas se habían enterado de mi pérdida una vez que Chris me llevó a casa. Así que sabían de mi dolor.
Cuando desperté note una manta sobre mi y a Megumin sentada en el sofá de enfrente. Estaba durmiendo.
Tal vez se quedó esperando para poder charlar sobre mi exceso.
Que buena chica.
Había pasado mi mano sobre la manta y la abrigue. Las noches se estaban volviendo frías y sería problemático que atrapara un resfriado.
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Konosuba: El mundo maldecido por la diosa - Fan Autor
FanficEl sueño de Kazuma es rápidamente interrumpido cuando Aqua conoce a otro invocado y es abandonado. ¿Qué hará, Kazuma? ¿Podrá depender de su suerte? ¿Conocerá a las heroínas de su historia? Adéntrate a este mundo más diferente de lo normal, después d...