Plan para volverte aventurera

1.7K 184 87
                                    

Parte 1: Perspectiva de Flu

El sol de la media tarde apuntaba sus brillantes rayos a un grupo de señoritas. Eran un pequeño grupo de cuatro extrañamente compuesto por una ladrona de pelo plateado, un caballero rubio con voluptuoso cuerpo, una pequeña maga de ojos rojos y una niñita de pelo verde, y tez oscura.

Ellas regresaban devuelta al pueblo, después de un largo día de trabajo, por supuesto, el trabajo de estas chicas estaba relacionado con la aventura y el peligro. Ellas eran aventureras del Gremio de Aventureros de Axel.

A pesar del trajín que vivía el Aventurero promedio cuando iba de misiones, uno podía decir que aquellas chicas poseían el rostro más desgraciado que cualquier otro.

Las muchachas no traían el mejor semblante, y eso se veía desde lejos. El cuerpo encorvado, los brazos colgados de par en par y el lento andar de sus pasos haciendo eco con sus emociones mas negativas. Ninguna había levantado la cabeza, aunque no era necesario debido a la extraña cosa que les pegaba sobre el cuerpo. Por alguna extraña razón cada una de ellas brillaba a la luz del día pese a estar tan lúgubres en el interior. 

Era una forma extraña de decir las cosas.

Sin embargo, había una buena explicación para todo esto. Una fina película traslúcida envolvía de pie a cabeza sus cuerpos, llevando la ropa y todos los accesorios que traían consigo. El extraño liquido era muy parecido al aceite o cualquier derivado. Porque como tal los rayos del sol se reflejaban en ellos y producía un brillante brillo.

El liquido que se superponía a ellas lejos de llamar la curiosidad de los aldeanos los invito a alejarse por cierta razón. Se debía a que la fina capa era acompañado por un agresivo olor que no dejaba a ningún habitante acercarse a más de tres metros de distancia. Ni siquiera los soldados que custodiaban la puerta principal se asomaron a pedir su identificación, sólo mostraron unos ojos compasivos y melancólicos, y le abrieron el paso.

Las chicas siguieron caminando de forma errática y sin cuidado como si su cuerpo fuera movido por un hilo invisible.

El trayecto de las muchachas avanzó en silencio, sin ningún atisbo de intimidad entre ellas. Andaban a pasos cortos con los hombros rozándose levemente. Atravesaron la zona comercial y la estela de edificios hasta salir por un camino de piedra. 

Se dirigían a la zona más despoblada de Axel, cerca de las residencias de los nobles de casta inferior.

Detuvieron la perezosa marcha cuando llegaron a un muro de piedra que protegía una mansión de dos pisos y un extraño jardín abultado de raíces y pequeñas flores.

Una de las integrantes del grupo, Crhis, la ladrona de pelo plateado, bajó de su espalda a la pequeña niña de piel morena, Flu, con el debido cuidado.

— ¿Estarás bien aquí?

Pregunto.

Flu respondió, agradeciendo.

— Si, es suficiente. Desde aquí puedo arreglármela sola. Gracias, aventurera.

La pequeña repaso su mirada sobre la entrada. No pudo evitar florecer una expresión hosca en su lindo rostro. Tenía una vaga sensación de malestar y nerviosismo por lo que le esperaba más allá de esa puerta.

'De seguro Kazuma empezara a burlarse una vez dentro. Dirá algo así, de cómo estuvo mi aventura, si las chicas me hicieron caso o no, y si fracase, como pude dejar que pasara eso, si contaba con la ayuda de una amiga suya.'

Flu se se llevó ambas manos a la cabeza inconscientemente, odiaba ser amonestada por acciones que no eran suyas y mas por alguien como Kazuma, que tenia una personalidad que dejaba mucho de hablar. 

Konosuba: El mundo maldecido por la diosa - Fan AutorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora