Rescate y declaración (II)

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BELIAL Y MAXWELL

— Yee~ yee~ yee~

El joven Mitsurugi profirió unos sonidos extraños, mientras miraba su brazo moverse hacia un lado anormal.

— Yee~ yee~ Esto de aquí no debe estar de este lado.

Sin el menor miedo agarro la extremidad con su mano libre y la volvió a su lugar emitiendo un sonido discordante y doloroso sobre sus huesos.

— Yee~ yee~ Ya está mejor.

La sonrisa infantil afloro en el rostro del joven rubio.

El dolor que para cualquier humano sería un caso serio para este ser no era la gran cosa. Con su brazo de nuevo en su lugar se volvió hacia la incertidumbre de su entorno.

— Yee~ ¿Dónde estoy...?

El muchacho parecía haberse olvidado lo que vino hacer y miro curioso sus alrededores.

Este ser con la cabeza de un cascarón vacío que tenía el rostro del famoso héroe de la espada maldita, era en realidad uno de los archiduques del infierno llamado Maxwell.

Maxwell observó los escombros que se repartían en su campo visual.

La caverna donde apareció estaba a punto de venirse abajo.

Todo era un desastre.

Se preguntó a sí mismo, ¿cómo terminó de esta forma?

En medio de sus pensamientos, escucho entre susurros su nombre.

— Maxwell....

La voz era débil y casi imperceptible, pero claramente escucho que lo llamaban.

Cuando busco el origen de la voz, encontró a un joven en el suelo de piel morena y cabello blanco.

El muchacho estaba herido, pero más que eso tenía el rostro pálido.

— Yee~ yee~ ¿Quién eres?

Al ver el estado de Maxwell el joven de cabello blanco soltó una risa apagada desde el suelo.

— Era de esperarse... se supone que somos los demonios más fuertes del infierno, pero solo pudimos desmayar a la maldita arcipestre....

El muchacho respondió con cansancio, aunque no tenía heridas visibles, su cuerpo se encontraba en un estado decadente.

— Yee~ yee~ ¿Te conozco? ¿Eres un pariente....?

Maxwell siguió insistiendo, pero el muchacho ignoro la voz e intento ponerse de pie.

A pesar que el cuerpo le pedía a gritos que descansará se esforzó para levantarse, y con algunos gruñidos se puso a la par de su homólogo.

El muchacho igual que Maxwell era un demonio de alta cuna, su nombre era Belial. Habia organizado un plan dentro de la mazmorra para derrotar a los personajes más fuertes del pueblo de novatos. Conto con la ayuda de un general del rey demonio y un dragón no-muerto, sin embargo, el plan no funcionó muy bien. Empezaron con buen pie, derrotando a la princesa y sus ayudantes. El problema inicio cuando la sacerdotisa se metió en la batalla.

En simples palabras, sus dos cartas, el dullahan y el dragon Deffel, fueron sellados. Los perdió sin que pudieran derrotar a su mayor enemigo.

— Nunca imagine una fuerza tan peligrosa...

Desde lejos, vio como varios humanos llegaban para auxiliar a los heridos.

— Si pudiera, iría yo mismo. Lamentablemente tendré que pasar al otro plan....

Konosuba: El mundo maldecido por la diosa - Fan AutorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora