El sueño de Kazuma es rápidamente interrumpido cuando Aqua conoce a otro invocado y es abandonado. ¿Qué hará, Kazuma? ¿Podrá depender de su suerte? ¿Conocerá a las heroínas de su historia? Adéntrate a este mundo más diferente de lo normal, después d...
— Erm... Mis disculpas por dejar que las cosas resulten de esta manera...
Claire se disculpó con nosotros.
La princesa, junto a ella, ocultó su rostro detrás de la espadachina como si estuviera escondida.
Darkness dijo a la mujer de traje blanco con una sonrisa.
— Por favor, no te preocupes. Nosotros también somos parcialmente culpables. Como puedes ver, sólo quedó una pequeña cicatriz encima.
Claire se ruborizó de vergüenza ante la vista.
Ya sea la princesa o la mujer de traje blanco, no parecían preocupados por como gane contra Deffel ni sobre la veracidad de mi informe de Mituarugi.
— Gracias a Veil que te trato al momento, pudo detener el sangrado.
Claire lo dijo mientras miraba de forma aprensiva a su hermana.
— Realmente me altere demasiado...
Estaba mirando la cicatriz.
— No te preocupes por esto, una de mis compañeras, Flu, es capaz de eliminar mi cicatriz sin ningún problema así que no te preocupes.
Cuando se lo dijo a Claire, ella hablo impresionada:
— Así que tú compañera puede curarte sin dejar cicatrices. No conozco al resto de integrantes de su equipo, pero el jefe del gremio me dijo que se encontraba una archimaga del clan de los demonios carmesí, un druida del bosque con poderes sobre la naturaleza y por último la dureza de Lady Dustiness... supongo que la druida es la que puede tratarte... sí que es un grupo capaz de detener a fuertes oponentes. Lo único que me haría ruido sería Kazuma-dono...
Por alguna razón, la mujer espadachín sólo me miraba con ojos dudosos.
Seguramente estaba resentida porque le robaron la ropa interior.
En ese momento, la inquieta princesa se volvió hacia la otra mujer.
La maga se había expresado pocas veces y sentía que era menos impulsiva que Claire.
La princesa susurró a los oídos Onee-san que casi me había olvidado que existía.
— Su Alteza Iris. Creo que sería mejor que dijeras estas palabras personalmente. Está bien, he estado observando todo esto, Kazuma-dono parece ser del tipo que adora a las niñas de su tipo, princesa Iris.
Ara, alguien a quien nunca conocí me acusaba de ser un lolicon.
¿Por qué la gente piensa mucho de eso sobre mi persona?
La princesa vino ante mí con la cabeza baja.
— ...Lo siento por haberte llamarlo estafador... ¿Me contarás historias de aventuras en el futuro?
Ella levantó la cabeza tímidamente.
— ¡Yo estaré malditamente encantado!
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