El sueño de Kazuma es rápidamente interrumpido cuando Aqua conoce a otro invocado y es abandonado. ¿Qué hará, Kazuma? ¿Podrá depender de su suerte? ¿Conocerá a las heroínas de su historia? Adéntrate a este mundo más diferente de lo normal, después d...
Los chicos tienen un problema en su aventura. Esta misión para recolectar hierbas es la que sacude el vaso lleno de Kazuma. La terquedad de sus compañeras hace que todo se valla al carajo. Eso genera un punto de inflexión para que kazuma trate de evitarlas.
Continuando con el pequeño fragmento que hable antes, del arco 3 (Sabiendo algo como esto, ¿las querrías en tu grupo?) , aqui esta el todo.
LO GENIAL DE PORTAR UNA ENORME ESPADA NEGRA
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Sea quien seas, niño, joven o adulto promedio, todo mundo tiene el deseo de cargar con una enorme espada y moverla de un lado al otro destruyendo a cada paso a decenas de enemigos. No es como algo que prime en mi cabeza pero si tuviera la oportunidad y el poder estaría dispuesto a hacerlo.
— Dame la espada.
— No.
Los enemigos que se reunían enfrente eran de una especie parecida al de un jabalí monstruoso, tenían un gran tamaño, unos colmillos más largos que su cabeza y estaban totalmente furiosos.
Entonces pensé, las condiciones para utilizar la enorme espada estaban ahí. Los enemigos no eran tan fuertes y podía partirlos de un solo golpe, también era una oportunidad perfecta para probar mi fortalecimiento corporal. Las cartas sobre mi habilidad estaban sobre la mesa. Solo hacía falta una cosa.
— Darkness, lo hablamos antes. Cuando la situación escapa de tus manos debes escuchar mi orden. Así que pásame la espada. Vamos, vamos, vamos.
— No quiero. Esta es mi arma, yo pague los gastos y todo lo demás.
— Si es así, entonces que dices si me alquilas un rato, quiero cumplir el deseo de un hikikomori del pasado.
Los jabalíes ya habían acortado nuestra distancia de diez metros, la sensación de tensión se palpaba entre nosotros, en cualquier momento tendríamos que pelear.
— Darkness te lo estoy pidiendo de la manera más amable posible. En tus manos el potencial de tu arma se verá eclipsado por tu maldita falta de talento al apuntar. Vamos, ya dame tu arma.
Lo dije de la forma más amable posible.
Darkness portaba la espada detrás de su espalda, por su longitud era sostenida por un gancho que reposaba sobre su hombro. Era obvio que tal arma no quedaría bien sobre su cintura, así que fue la mejor opción.
Su mano derecha tocó el mango del arma.
— Kazuma, b-bueno... mmm...
Su respuesta vino con un color rosado en su mejillas.
— ...No estoy en contra de Kazuma ni nada, incluso cuando tiene esa idea de mi persona, no puedo dejar de emocionarme. Pero, pero... La mirada asesina y el continuo bufido de esos monstruos es algo que no puedo dejar pasar. Dime Kazuma, ¿qué debería hacer en estos momentos? ¿Puedo lanzarme a ellos?
