— Ah..., ¿dónde estoy?
Cuando abrí los ojos me di cuenta que no estaba en la posada, ni en el bar del gremio.
Estaba en las afueras del pueblo en lo que parecía ser una planicie cerca de Axel.
Sentí el suave pasto sobre mi mejilla junto con la baba sobre mis cachetes. Había dormido durante mucho tiempo. Era hora de levantarme.
No sé qué es lo que paso, pero de alguna forma llegue aquí, tenía una botella de cerveza a lado así que sabía que mi cerebro pensó en la respuesta y su elección fue...
Dos perlas blancas.
En mis manos había dos perlas de un brillante color marfil.
Esta es la respuesta.
Cuando las tomé sobre mis dedos, recordé los eventos que sucedieron el día de ayer....
— ¡Gea, estoy aquí!
Grité al punto más alto al que podía llegar a pie.
Mi estado no era para nada el mejor. Tambaleaba constantemente y la visión era una cosa preocupante, aun así tenía la decisión en mi cabeza.
Salvar a mis compañeras.
Mi cabeza estaba llena con esa declaración.
Fue por eso que vine a este punto alejado de cualquier ser humano y lleno de la naturaleza que rodea la tierra de los vivos.
El lugar ideal.
Aquí grité el nombre de una entidad superior que conocía muy bien.
No espere mucho para que una voz tranquila me contestara.
— Tan inconsciente como siempre, ¿cómo es posible que terminaras en un mundo tan alejado de la Tierra?
— ¡Pasaron muchas cosas!
La voz mostró molestia ante mi tono.
— ¿Muchas cosas? Eso también afecto el poco cerebro que tienes para que no me muestres el mínimo respeto.
— Ah, sí, lo siento, Gea-sama.
— No. Prefiero que me llames de la otra forma. Recuerda quien soy.
— Ah, bueno, ¿de esa otra forma?, si... eh... ¿Oka-sama?
— Si, dime, pequeña hija malcriada, a que se debe este llamado.
Ya la tenía delante, era hora de hablar sobre mis problemas.
— Es sobre las cosas de este mundo.
— ¿No te gusta?
— No exactamente.
— No puedo hacer nada por ti.... Veo que terminaste aquí por un reencarnado del país que supervisabas antes, así que eres lo que se podría llamar una reliquia divina. Ayuda a tu maestro a vencer el rey demonio y regresa al cielo.
— No se trata de eso. ¡Y nadie es mi maestro!, ¡Ese nini pervertido y mal hablado está lejos de siquiera ser mi conocido!
— Entonces, ¿qué quieres? No puedo ser generosa con una hija malcriada.
— ¿Por qué eres tan mala oka-sama?
— ¡Ah! Hablas como si yo fuera el problema. ¿Cuándo has estado tomando enserio tu trabajo como diosa designada del país de Japón?, siempre escucho quejas de los otros dioses por tu falta de objetividad a la hora de enviar reencarnados problemáticos a sus mundos.
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Konosuba: El mundo maldecido por la diosa - Fan Autor
FanfictionEl sueño de Kazuma es rápidamente interrumpido cuando Aqua conoce a otro invocado y es abandonado. ¿Qué hará, Kazuma? ¿Podrá depender de su suerte? ¿Conocerá a las heroínas de su historia? Adéntrate a este mundo más diferente de lo normal, después d...