Mi Maestro Es Mi Vecino

La astilla de su silencio.

Eleanor

Ha pasado un mes desde que el director nos descubrió, durante este tiempo Caleb ha estado muy ocupado dirigiendo al equipo de Ciencias, él últimamente llega muy tarde a casa pero siento que no nada más ese asunto absorbe su tiempo y no es el único motivo por el cual llega tarde, siento que me está ocultando cosas.

Por mi parte para no sobre pensar las cosas me he concentrado en mis estudios, los lunes, miércoles y viernes me reúno con mis amigos y Cristian para avanzar en los proyectos que nos asigna Sócrates. El estar cerca y convivir con Cristian, a Caleb le ha molestado bastante, diría más que demasiado, cada vez que se topa con Cristian es una batalla de miradas y palabras por parte de los dos, en lo resumido se odian.

Puedo entender a Caleb, Cristian no se inmuta en disimular sus miradas intensas hacia mí, ademas se ha vuelto demasiado amable conmigo, esto vuelve loco a Caleb, hierve en celos cada vez que Cristian tiene un detalle conmigo, por ejemplo, comprarme una bebida (detalle que también tiene con mis amigos) o ayudarme con dudas durante las horas de estudio, al parecer Cristian es mejor que yo en esta materia, le sumo que he mantenido un buen trato con él, al principio no quería que por nuestras diferencias terminaramos arruinando el ambiente del equipo, no sería justo para los demás (claro, esto se lo explique a Caleb, digamos que su cordura y madurez como adulto lo hizo entender).

Admito que al volver a frecuentar a Cristian hizo que recordara nuestra antigua amistad, es inevitable no reír mientras estudiamos, se la pasa haciendo bromas estúpidas, esto último es lo que no soporta Caleb, verme reír por causa de otro (Cristian) también reconozco que pasar tiempo con mis amigos y Cristian ha sido un bálsamo por el vacío que Caleb ha dejado en mí, un bálsamo para esa herida que causa la astilla de su silencio y se clava en mi corazón, "Una distracción".

La verdad de las cosas es que Caleb y yo este mes, hemos estado distanciados, si bien la mayoría de los días nos vemos y estamos cerca, eso no quiere decir que no estemos distanciados, hablo de esa distancia que se siente cuando por más que quieras ya no puedes comprender a la persona que amas porque sientes que sus corazones se han alejado "Estamos cerca pero a la misma vez lejos" no puedo reprimir lo que siento, ya no, se que en cualquier momento explotare y le gritaré a Caleb que ya no soporto su agotador silencio y su evasiva por negarme a saber de él, ya ni siquiera le pido que me cuente de su vida, familia, de dónde viene, tan solo le pido que me cuente lo que hace ahora, hay días que suele llegar demasiado tarde a casa y jamás obtengo una respuesta o explicación, tampoco la exijo, me siento impotente por su negativa a incluirme en su vida, él puede saber todo de mí hasta mis pensamientos más profundos pero yo no tengo el mínimo derecho de saber algo tan sencillo como el saber en donde ha estado las horas anteriores, se perfecto que no nada más se trata de su dirección del equipo de Ciencias, se que hay otros motivos, pero siendo madura no pienso seguirlo como antes, eso volvería más tóxica nuestra relación, más de lo que ha llegado a convertirse.

"A veces me siento como la pieza sobrante del tablero de un ajedrez, como un peon que no tiene ningún valor importante, intrascendente en el juego" Yo salgo sobrando en su vida, no me necesita.

Si él quiere hacer todo por su cuenta y seguir excluyendome, yo no puedo ayudarlo y mucho menos comprenderlo "No se puede ayudar a quien no se deja y tampoco se puede entender a quien no habla, no leo mentes".

...

Son las 7 de la noche, estoy en el centro de la ciudad en una biblioteca esperando a mis amigos y a Cristian, llevan media hora de retraso, pensé que yo era la impuntual pero por lo visto me equivoqué, ¡¡Dios!! que desesperación.

Abatida recuesto mi cabeza en la mesa, pero...

—Buenas noches Eleanor.

Levanto la cabeza.