Es una fría y nublada mañana, Caleb se prepara para salir hacia la universidad, aunque no quiera hacerlo y no tenga ánimos para ver a nadie, aún así lo tiene que hacer por dos sencillos motivos: uno es su "trabajo" y dos, si quiere cumplir con sus objetivos, tendrá que seguir asistiendo. Ningún motivo es justificable para dejar su plan.Está a punto de salir, pero de pronto alguien toca la puerta.
Decide abrir.
—Sí, buenos días —responde él.
—Maestro Caleb, ¿ya iba de salida? —es la detective Julieth Campbell.
—Me temo que sí, debo ir a la universidad.
—Y yo me temo que se retrasará en llegar.
—Dígame en qué puedo ayudarla.
—Es muy sencillo, necesito que responda algunas preguntas.
—Por supuesto, ¿gusta pasar?Caleb le señala con la mano para que pase.
Dudosa, la detective decide pasar, pero después de reflexionar, piensa que no puede desaprovechar la oportunidad para echarle un vistazo a la casa de su principal sospechoso.
En la sala, los dos permanecen de pie mirándose fijamente.
—¿Usted ha viajado últimamente?
—No he tenido tiempo para hacerlo, aunque admito que me encantaría —le muestra una sonrisa encantadora.
Asiente la detective.
—Bien... ¿Está al tanto de que en la universidad hay un grave consumo de drogas?
—Tristemente sí, el director y los maestros estamos tratando de solucionar las causas de tal problema.
—¿Realmente le preocupa ese asunto, señor Danilo?
El rostro de Caleb se endurece.
—¿Así que ya sabe mi verdadero nombre? La verdad no me sorprende... Contestando a su pregunta, por supuesto que me preocupa.
—Por favor, no sea cínico, sé perfectamente quién es usted... ¿Sabe que es un delito fingir estar muerto?Ríe Caleb.
—Yo no he fingido estar muerto, no tengo la culpa de que otros crean que lo estoy... Y sé que no estoy en la obligación de desmentirlo, cualquiera tiene derecho a desaparecer ¿No se le llama a ese derecho a la libertad?... Y eso no lo hace un delito ¿Cierto?
La detective ríe levemente con ironía.
—Si tiene razón... Pero lo que sí es un delito es fingir ser otra persona.
—Entonces, en dado caso, lléveme detenido.
—Un delito como ese para usted sería demasiado sencillo evadirlo, saldría en el mismo día, sería en vano... En cambio, los delitos por asesinatos eso sí serían algo de lo cual le sería difícil librarse.
—Lo dice con tanta firmeza que casi me convence de que soy un asesino... ¿Acaso tiene alguna prueba? Porque en verdad lo dudo. Hasta me causa cierta gracia su acusación.
—La gracia se le acabará cuando acabe detrás de unas rejas... Le juro que lo haré pagar por todas las muertes de todas las chicas que torturó y asesinó... También por envenenar a esta sociedad con esa porquería de droga que inventó.
—¿Que yo inventé? —Arquea una ceja incrédulo— Vaya, eso sí es nuevo.
—Sabe perfecto que la patente salió de su empresa.
—¿Y ya por eso supone que yo la he inventado? Le recuerdo que en mi empresa no soy el único químico farmacéutico... Esa patente nunca pasó los lineamientos de la empresa y por lo tanto nunca fue aprobada para su distribución porque así lo decidí yo.
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Mi Maestro Es Mi Vecino
Misterio / SuspensoEleanor se esfuerza en sus estudios, cursa su cuarto semestre en la universidad. Hace unas semanas ha llegado un nuevo maestro a impartir clases, quien le desconcierta, sus actitudes misteriosas han despertado su interés sobre él. Y por si fuera poc...