La secuencia de las torturas.

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Eleanor

—Esteban por favor. —Le suplico a Esteban.

—Ya te dije que no. —Dijo con severidad.

—¿Por qué no? Tu ya has ido a muchas de esas fiestas, solo está vez dame tu pase.

—Porque como siempre no me perderé una gran fiesta, además ¿Por qué de la nada te interesa ir?

Bueno no puedo decirle que estoy en busca del vendedor de drogas, he podido averiguar que en las fiestas universitarias se han vuelto un bufet de sustancias ilicitas, por lo tanto estoy casi segura que el vendedor estará allí.

—Nada... Solo quiero divertirme.

—Si claro, como si no te conociera... Dime la verdad y tal vez te daré mi pase.

Exhaló con frustración.

—Está bien te lo diré, creo que estará Caleb.

Me mira con ojos entrecerrados.

—Te creo eso pero siento que me escondes algo, así que no te daré nada.

—¡¡Esteban por favor!!

De pronto se nos une Fátima, estamos sentados en el césped del jardín.

—¿Por qué el escándalo? —Pregunta Fátima.

—Está que quiere que le dé mi pase para la fiesta de esta noche. —Contesta Esteban.

—¿Sigues con eso? —Pregunta Fátima, ella por casualidad se enteró que estoy ayudando a la señora Emma, ya que la señora es amiga del padre de Fátima.

Me quedo en silencio.

—Es muy peligroso Eleanor, ya déjate de estar metiéndo en problemas... Deja ese asunto a la policía. —Termino por decir Fátima.

—¿De que hablas Fátima? —Pregunto extrañado Esteban.

Exhala Fátima.

—Esta empeñada en la muerte de Melanie, quiere buscar al supuesto asesino ¿Estás deacuerdo que es muy peligroso? —Le dice Fátima.

Por un momento se queda en silencio Esteban.

—¿Por qué lo haces Eleanor? —Me pregunta Esteban.

Tomo aire.

—Melanie merece justicia y al parecer la policía no se la dará, ellos dicen que fue un accidente pero yo creo lo contrario igual que la señora Emma... Estamos cansadas de esperar una justicia que no llegara.

—Esteban por favor ayudame a convencerla y hacerla entrar en razón. —Le dice Fátima.

Esteban tiene el rostro serio e inexpresivo.

—No, Eleanor tiene razón, Melanie merece justicia y al parecer los ineptos de la policía no les interesa investigar más... Admiro a Eleanor por no quedarse con los brazos cruzados como nosotros. —Dice Esteban.

Fátima se queda boquiabierta.

—Han enloquecido los dos. Pensé que estarías de acuerdo conmigo Esteban. —Dice Fátima indignada.

—Eleanor ya es grande y sabe lo que hace, claro que me preocupa su seguridad, pero no siempre podemos quedarnos en nuestra zona de confort. —Habla Esteban.

—Gracias Esteban —le digo yo, al fin alguien que me comprende.

El teléfono de Esteban comienza a vibrar, él responde una llamada.

—Chicas tengo que irme, mamá me llama... Ah Eleanor si consigues un pase te miro en la fiesta, es mejor que no estés sola. —Después me dice en un susurró— Fátima tiene un pase, dile que te lo de.

Mi Maestro Es Mi VecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora