Mi Maestro Es Mi Vecino

Reencuentro con Karen

Eleanor

La mudanza a este nuevo departamento ha sido algo ajetreado, solo con ayuda de Cristian y de Richmond he podido lograr trasladar mis nuevos muebles aquí. Es un lugar pequeño pero acogedor, exactamente como me gusta.

En este instante Cristian y Richmond están instalando una televisión en mi habitación.

Yo me encuentro distraída colocando algunos portaretratos en la sala, dando los toques finales. Me giro y de pronto me topo de frente a una persona.

Me sobresalte un poco, pero pase en secó. Volverla a ver me desagrada.

—Que este abierta la puerta no significa que puedas pasar —expreso con voz seca.

Ella está de pie, cruzada de brazos con un aire de grandeza, Karen. Es una batalla de miradas.

—Y tampoco significa porque Danilo este en la ciudad tu podrás volver a entrar en su vida. Recuerda niña, él es mío, padre de mi hijo. Así que aléjate.

Empuño las manos con fuerza y tenso la mandíbula de la rabia.

—Para empezar yo no he sido quien lo ha buscado, mejor vaya y digaselo a él. Que yo soy bastante consciente de eso.

—¿Crees que no se lo he dicho? Sigue empeñado en estar contigo. Gracias a ti ahora le importamos muy poco. Esta en tus manos que se aleje de ti.

Karen se gira y se marcha.

Yo caigo de rodillas al piso devastada, no puedo evitar llorar. ¿Por qué regreso si no tenemos futuro juntos? No hay forma que estemos juntos, él ya tenía una vida hecha antes de mí. Nunca podrá ser todo lo que soñamos, debe entenderlo, él debe de estar con su familia, no conmigo. Yo no puedo interferir más en su vida, yo no puedo alejarlo de su hijo. Se lo que se siente tener un padre ausente. No quiero ser la misma basura que la amante de mi padre, me lo prometí, y más que eso, es por ese niño. No debió volver, de nuevo mi mundo se vuelve a desestabilizar, ya estaba bien, estaba aprendiendo a vivir sin él. Estoy aquí tirada en el piso, ¿que no se da cuenta que solo me daña?

Suspiro con pesadez, este nudo en la garganta duele.

Yo no sé que sucedió entre ellos, sin embargo creo que Caleb debió tener sus razones. Lo he pensado mucho, tal vez él la dejo de amar por mí, eso me rompe. Desde que lo conocí tuve un leve presentimiento de que le habían roto el corazón, su forma de hablar, sus gestos, sus celos, su inseguridad me lo decía. ¿Que habrá pasado entre ellos? Es algo de lo que no tengo derecho a preguntar. Si pido explicaciónes él podrá pensar que regresaremos.

Además no quiero la misma relación tóxica de antes, no quiero sus silencios agotadores, no quiero tener que suplicar explicaciónes. Ya no. Y aún tengo resentimiento por haberme ocultado el hecho de estar casado y que tenía un hijo. ¿Cómo podría volver con él? Cuando estoy llena de miedo, a qué me vuelva a lastimar. Ya no podría con un golpe más.