Sus clamores

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La angustia de Eleanor seguía presente.

—¿No preguntarás quién es? —le preguntó Caleb con un tono serio.

Eleanor pasó saliva para tratar de suavizar su garganta.

—No estoy segura de querer saberlo.

—Debes saberlo, para que puedas entender...

No terminó de hablar cuando lo interrumpió.

—Espera, dame espacio... Necesito calmar mis nervios.

Él se mantuvo en silencio esperando a que se calmara. Ella respiró hondo y exhaló.

—Está bien, dime. —Indicó Eleanor.

Caleb tomó la fotografía de las manos de Eleanor y por un momento al ver la foto sonrió sutilmente.

—Ese día Nathan estaba muy triste porque me iría a la empresa, él quería que permaneciera a su lado. Me insistió tanto que lloró, era la primera vez que lo escuchaba llorar, era un niño muy sensato para su edad que me resultó extraño. En su mirada se reflejaba una angustia y preocupación profunda, como si hubiera tenido el presentimiento de que algo malo me pasaría. Antes de marcharme le regalé este osito que fue un obsequio de mi madre de cuando era niño, le dije mientras no estuviera, "Elf" (nombre del osito) cuidaría de él. Nathan lo tomó con cierta renuencia, no porque no lo quisiera, sino porque para mí significaba algo muy especial y él lo sabía. Pensó que no podía aceptar algo así, al final lo convencí diciéndole que yo ya era "grande y fuerte" y me sentiría mejor sabiendo que él lo tendría y estaría acompañado. Tomé esta fotografía y le prometí que volvería esa noche y jugaríamos juntos, en sus ojos miré su confianza en mí, pudo quedarse tranquilo gracias a esa promesa. Nunca imaginé que destrozaría la ilusión de mi pequeño. Nunca imaginé que esa sería la última fotografía que le tomaría —su voz se flaquea— no imaginé que nunca más lo volvería a ver.

Eleanor siente un nudo en la boca del estómago al escucharlo de esta forma.

Ella nunca había visto a Caleb tan vulnerable como ahora, es la primera vez que escucha que su voz se flaquea, verlo así la quiebra, la rompe. Se dice que necesita ser fuerte para él.

Se mantiene en un profundo silencio, apretando sus labios con fuerza, conteniendo la tensión que hay dentro de su cuerpo. Respeta el espacio y el tiempo de él, hablará cuando él se lo pida o indique.

—Ese día no había podido entender su mirada de súplica, de angustia, no hasta después de esa tragedia.

~Flashback de Caleb~

Recién llegaba a mi oficina, como de costumbre saludé a todos mis empleados. Antes de ir al laboratorio, tenía que revisar algunos asuntos con mi hermano Abner (un año menor que yo). Él estaba furioso porque no había aceptado la patente de Benson, (mi principal científico y mano derecha en la corporación). Abner había financiado con parte de su capital personal, junto a otros inversionistas, la investigación científica de Benson para elaborar una nueva patente. La patente estaba lista después de pasar por todas las fases de desarrollo e investigación. Solamente la única fase que no había pasado era mi aprobación.

—¿Qué es esto Danilo? —Preguntó furioso Abner, quien me lanzó unos documentos a la cara.

Apreté los dientes y los puños con fuerza, arrugué la nariz por la alta concentración de rabia que me emanaba.

"Traté de hablarle pacífico".

—Es una porquería de patente Abner, sobre mi cadáver permitiré a esta corporación que produzca esa basura.

—¿Qué más te da, si tú no serás quien la consumirá?

No podía creer su cinismo y falta de valor humano. ¿Este era mi hermano, a quien desde niño protegía y amaba?

Mi Maestro Es Mi VecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora