Caleb
Días previos antes de estar aquí en Pensilvania en mi finca, a punto de casarme con mi canguro, me reuní en una cafetería con Cristian. A pesar de que me desagradaba ese tipo, desde que había desaparecido, él había estado cuidando a Eleanor por mí, se que muy aparte de mi petición, realmente lo hizo porque simplemente siente un cariño genuino por ella, aunque me cueste aceptarlo. Me es difícil asimilar que otro hombre ame a Eleanor, por supuesto nunca con la misma intensidad en que yo lo hago.
—Estoy saliendo con Eleanor —Menciono Cristian.
Tome con delicadeza la tasa que permanecía en la mesa y tome un sorbo. Sonreí con sutileza y volví a dejar la tasa.
—Sabes que eso no es cierto. —"Ni en tu momento más esquizofrénico", pensé.
—¿Disfrutas humillarme?
—No necesito hacerlo, tu te humillas solo.
—¿En serio no te causo ni la más mínima inquietud? ¿Tan seguro eres de ti mismo?
—En realidad confío en el amor de Eleanor... En ello nunca ha existido una oportunidad para ti.
Él asentó con una sonrisa.
—Claro... Yo solo quería saber que se sentía decir eso en voz alta aunque sea una vez y aunque fuera falso. Pero bien, ¿por qué me has citado?
—Por que quiero agradecerte por haber estado con Eleanor durante mi ausencia, se que para ella fuiste un pilar, el único amigo que le quedó.
—No hay nada que agradecer, Eleanor nunca me necesito. Ella sabe estar sola, tanto como levantarse aunque esté destruida por dentro y seguir hacia delante sin ayuda de nadie. Es admirable. ¿Es por eso que te enamoraste y la amas? Bueno, eso es lo que me enamoré yo.
Admito que cuando lo escuché se me retorcieron los intestinos, pero me controle porque esa es una de las cosas que más amaba de Eleanor y entendí perfectamente a qué se refería Cristian.
—Si, tienes razón. Ella sabe estar sola, porque es selectiva, elige estar conmigo porque en verdad lo quiere y no porque me necesita. Es un amor invaluable.
...
Estoy distraído atendiendo una llamada cuando sin previo aviso escucho la voz de Eleanor que me llama por detrás.
—Amor...
Me giro.
—Si, despertaste.
Ella sonríe.
—¿En serio nos casaremos?
—¿Dudas de mí?
—No —niega con la cabeza— me refiero si nos casaremos hoy.
—Asi es.
—¿En dónde?
—Aqui en la finca, he llamado a un juez y a las personas necesarias para que nos ayuden con los arreglos. —Tomo sus manos—. Se que esto te debe parecer apresurado y que quisieras que tu madre nos acompañará pero te aseguro que en nuestra boda religiosa estarán todos nuestros seres más allegados.
—¿Boda religiosa? ¿Tu puedes? Tengo entendido que nada más una vez te puedes casar por la iglesia.
—Nunca me case con Karen por la iglesia, ciertamente no era muy devoto.
—Entonces ¿Por qué ahora quieres casarte por la iglesia? Si es por mí, te digo que no es necesario, lo que importa es nuestra unión.
Sonrió ante sus palabras.
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Mi Maestro Es Mi Vecino
Misterio / SuspensoEleanor se esfuerza en sus estudios, cursa su cuarto semestre en la universidad. Hace unas semanas ha llegado un nuevo maestro a impartir clases, quien le desconcierta, sus actitudes misteriosas han despertado su interés sobre él. Y por si fuera poc...