Por Fátima.

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Recuerdos de Fátima

Desde que conocí al profesor Caleb , siempre tuve una alta admiración por él. Hubo un momento, como todas mis compañeras, que me atraía. De hecho, Eleanor siempre supo esto.

A mí me extrañaba que ella lo odiara tanto. Sinceramente, no entendía por qué. Yo, al contrario, lo defendía.

—Nunca me fijaría en él, es un arrogante y amargado. No sé qué le ven —me decía Eleanor.

—Mejor dicho, que no le vemos.

—Ustedes solo se fijan en el físico. Deja mucho que desear su carácter... Nunca pensaría salir con alguien así. Dios me libre.

La miré con ojos entrecerrados.

—Ten cuidado que la lengua castiga.

Le recordé las palabras que le decía su madre, que también me decía a mí. La señora Imelda es como una madre para mí.

Cuando Eleanor empezó con sus ideas locas de que el profesor era psicópata, pensé que realmente lo odiaba. Pensé que era una incoherente y solo se buscaba problemas. Ahh, traté de aconsejarla, pero como siempre, no me escuchó. No me quedó más remedio que ayudarla, como aquella vez que ella entró a la casa del profesor para "buscar pruebas". Sí, a esta niña le hace falta un tornillo.

Estuvo a punto de ser descubierta por el profesor y aún así, no se intimidó en seguir buscando pruebas. Sumándole que no había encontrado nada sospechoso dentro de la casa del profesor.

Pasó el tiempo y ella siguió con esa idea. La verdad, preferí dejarla ser y que ella misma se diera cuenta de su error. Que confirmara que el profesor era alguien honesto y buena persona.

Todo esto cambió cuando, de casualidad, me enteré de que el profesor procuraba a Marianne, una compañera de clase que solía salir con él a escondidas. Al parecer, no era tan recto como parecía.

Bueno, aunque eso no quería decir que fuera un asesino.

Se suponía que era un maestro ejemplar. Estuvo claro para mí que esto no era así. Desde entonces, cayó de mi gracia.

El tiempo siguió transcurriendo.

No había vuelto a tocar el tema con Eleanor. Jamás le mencioné nada de lo que me había enterado del profesor. ¿Cómo me enteré? Pues es fácil. Melanie, quien era una amiga muy cercana de Marianne, me lo confesó. Fue durante una práctica de química que nos tocó hacer equipo juntas. La verdad, no éramos amigas. No sé por qué me lo habrá contado. Supongo que estaba preocupada por su amiga o no sé. Es algo que nunca tendré claro.
Pensándolo bien, ¿Marianne le habrá pedido que me lo dijera?
En el salón de clases siempre se notó un interés por parte del profesor Caleb por Eleanor, la miraba de una forma peculiar. Mantenía su mirada fija en ella. Creo que él sabía que ella lo investigaba, sin embargo, su mirada no solo era de desprecio sino que se notaba algo más. "Una atracción por parte de ambos". ¿Lo habrá notado Marianne al igual que yo? Debo decir que Marianne desde hace tiempo ha envidiado a Eleanor. En secundaria, se burlaba de ella por su forma de vestir. Fue entonces que nos hicimos amigas al defenderla de los ataques de Marianne. (Esa vez humilló a Eleanor por llevar unos zapatos rotos en frente de todos nuestros compañeros).
Marianne es una chica que lo tiene todo: dinero, belleza, inteligencia. En cambio, Eleanor es una chica sencilla. La verdad, batalla un poco en sus estudios. Entonces, ¿por qué la envidia tanto Marianne? Bueno, a veces las personas envidian tu esencia, tu luz, tu fortaleza. Eleanor tiene eso, a pesar de sus limitaciones siempre sabe cómo salir adelante.
El padre de Marianne es alguien muy rico, un gran científico. De hecho, hubo un tiempo que dio clases en la universidad y fue nuestro maestro. Muy diferente a su hija, alguien atento, noble y sencillo. Pero desde hace tres años no se le ha vuelto a ver. Marianne dice que se fue a otro país a sumir un puesto importante en una gran corporación. Espero que esté bien. Era un excelente maestro, solo que como padre era demasiado consentidor que terminó malcriando a la odiosa de Marianne.
Volviendo al tema, después de darme cuenta de la relación de Eleanor con el profesor que odiaba tanto, en verdad me dio cólera. ¿Cómo era posible que el maestro estuviera saliendo con dos chicas al mismo tiempo? Para mí, solo estaba jugando con dos chicas. Traté de impedir que Eleanor siguiera con esa relación, pero no pude hacer nada. Ella ya está profundamente enamorada. Entonces, ¿qué hacía? ¿Decirle lo que sabía? No, creo que eso hubiera sido un error. Pensé que no me creería y pensaría que solo estaba celosa. Realmente, ella no me hubiera creído. Pues cuando estás enamorada, estás ciega y todo le crees a ese amor. Mejor preferí callar y esperar que ella se diera cuenta por sí misma, que se quitara la venda de los ojos.
Además, Eleanor no sabía nada de él, siempre la hacía a un lado y solo la hacía sufrir. Por eso, lo detesto por hacer sufrir a mi amiga.

Mi Maestro Es Mi VecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora