¿Accidente o asesinato?

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Eleanor

Voy de camino a la universidad, hoy me quedé dormida y ya voy un poco retrasada, el estarme levantando temprano durante dos semanas, me tiene acabada y el cuerpo ya me lo está reclamando, mis ojeras son más que evidentes, pero todo sea por el bien de la sociedad, lastima que ayer y hoy por la mañana no pude seguirle el paso a mi maestro, me temo que esté tiempo que transcurrió me haya perdido de algo importante.

Recién llegó a la universidad y a la distancia miro a Esteban en la entrada.

—¡¡Hey cabeza de chorlito!! —Alzó la voz, estoy molesta con él.

Me acerco.

—Te levantaste con el pie izquierdo, que humor te cargas querida.

—Eso es tu culpa.

—¡¡No!! A poco te fue tan mal con Cristian.

—La pase bien.

—Entonces ¿Por qué estás molesta? Yo no te he hecho nada.

—Mmm, no entiendo porque ayer me bolcoteaste, sabías que yo tenía otros planes, ¿Cuál era tu intención de que me fuera con él?  Pensé que te caía mal, además se supone que los amigos deben ser cómplices.

—Es obvio, mi clara intención era que el bombón del maestro que te observaba, se pusiera celoso, claro es que también le gustas.

—¿Que, también le gustó? —Agrando los ojos, estoy incrédula y pasmada.

—Si, que no te das cuenta.

Caminamos hacia dentro, nos quedamos en silencio, después logro recapacitar.

—Oye ¿Por qué dices que también le gustó? Parece que asumes que él me gusta.

—Yo no dije eso, no pongas palabras en mi boca que yo no he dicho...

—¿Ehh?

—Mmm parece que tú subconsciente te traicionó.

—No eso no, no es verdad.

—Tranquila, no te pongas tan nerviosa... Yo te apoyo a conquistar a ese bombón.

No puedo decirle más, estoy confundida, Esteban me conoce mejor de lo que yo me conozco, él dice en voz alta lo que yo no me atrevo aceptar nisiquiera en mi interior. Tengo miedo de estudiar lo que siento, sería una catástrofe, pues además de que tengo la sospecha que él profesor es un asesino y eso me conducirá a una muerte temprana, además de todo eso él al final es mi profesor y no sería correcto una relación de alumno y maestro.

Estamos a punto de entrar al salón, pero algo nos detiene, miramos y escuchamos a dos personas con un llanto desgarrador (mujer y hombre, la mujer pierde el equilibrio de sus piernas y el hombre la sostiene con fuerza) al parecer padres de familia, enfrente de ellos están dos agentes de policía.

—¿Que habrá pasado? —Pregunta Esteban, en voz baja.

—No lose, debió pasar algo grave, como para que esté aquí la policía.

—Pero ojalá no, pero nosotros debemos entrar.

—Entra tu, yo entraré en un momento.

—Ok.

Los policías vienen hacia mí dirección, y cuando me pasan por un lado, alcanzó a escuchar su conversación “Esto es una tragedia, otra chica muerta lo que va del mes” “Pudo ser un feminicidio” “En la forma que murió no tendremos la certeza si fue si o no accidente” “Si tan solo tuviéramos una pista, las cosas fueran muy diferentes”

Estoy atonita por lo que acabo de escuchar, en ese instante sale Esteban del salón.

—Eleanor. —Me habla Esteban, trae una cara de muerto, pálida.

—¿Que pasa? —Le pregunto ansiosa.

—Sucedió una tragedia, anoche murio una estudiante "Melanie" nuestra compañera...

—¿Que? Pero como. —Estoy shock.

—Ella apareció muerta en las instalaciones de la universidad, en la alberca. Se ahogo.

—Eso no puede ser posible...

—No sabía nadar por lo que dicen sus padres, tal vez quiso suicidarse.

—No, no, no ella era tan joven.

Entramos al salón, me siento, sigo en shock, escucho a mis compañeros.

—Ella tenía problemas de depresión, ya se veía venir. —Dice una compañera de clase.

—Suenas tan fría al decirlo, me da escalofríos. —Le dice Esteban.

—Esa parte de la universidad quedará clausurada por un largo tiempo. —Dice Fátima.

—Y si no fue un accidente. —Les digo con voz profunda.

Todos se giran a verme.

—Por favor Eleanor, no seas paranoica, es claro que se suicido, fue una estúpida. —Dice Mariane, la compañera de clase.

Al escuchar eso inmediatamente me levanto y le hablo con firmeza.

—¡¡Tu eres la estúpida!! Se supone que ella era tu mejor amiga y te atreves a decirlo tan despreocupada, eres una miserable... ¿Que no tienes corazón? Me duele más que a ti a pesar de que no eramos cercanas.

—¿Por qué me dolería? Nadie es indispensable.

Hiervo de la rabia al escucharla decir eso.

—Perra maldita, estás vacía... Mejor lárgate a qué tu papi te llene de regalitos haber si con eso te logras llenar.

—¿Me dijiste perra? —Su cara está roja igual que la mía.

Todos nos están observando expectantes.

—Siii ¿Y que? ¿Que piensas hacer al respecto? —Irradio irá pura, mi voz es dura.

Estamos a punto de agarrarnos a golpes, pero en eso se escucha un ruido en el salón, el maestro (Caleb) le pega con un borrador al pizarrón, para que todos pongamos nuestra atención en él.

—¡¡Escuchen!! Acabo de regresar de la reunión de maestros, las clases de hoy están canceladas, ya se pueden retirar.

Un alumno alza la mano, él le concede la palabra.

—Profesor ¿Es por lo que pasó con Melanie?

—Si, los peritos y la policía siguen en la universidad, es por eso que será mejor que se vayan a sus casas.

Yo clavo mi mirada llena de odio en el profesor, por mi cabeza solo se cruza que tan solo ayer yo lo mire con Melanie, él pudo haber sido, tan solo si yo no hubiera dejado de vigilarlo, tal vez esto no hubiera pasado.

Decido dejar de lamentarme y tomar cartas al respecto, bien si los policías quieren una pista, yo se las daré.

Salgo del salón con un aura llena de irá, me dirijo a buscar a quien sea, policías, peritos, detective, está vez diré lo que pienso, no me quedaré callada.

Mi Maestro Es Mi VecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora