Narra ___:
—Gracias—sonreí cogiendo los papeles de los diferentes talleres que ofrece la Universidad y camine a mi auto. Debía irme si quería llegar a tiempo a la otra clase. Aquí en la universidad no importaba si no entrabas o no, es por eso que ando cortando matemáticas ya que iré a entregarles a los chicos su mercancía. Rogaba no meterme en problemas tanto con la policía como con Justin. No quería hacer un escándalo ahora. La verdad es que tenía miedo. Los chicos están escondidos en el almacén fuera de la ciudad porque hubo un allanamiento en la mansión y confiscaron las armas, la droga y el dinero. Si iba allí que es adonde debo buscar la mercancía que pidieron, podía meterme en problemas. Solo debía subir a la habitación que fue de Andrés y coger la caja que estaba debajo de la cuna. Si lograba sacarla, entonces todo saldrá bien, pero sino, estaba jodida. Fruncí el ceño al escuchar mi teléfono sonar y trague saliva al ver que era Justin. Tenía que calmarme si quería que él no sospechara nada. Justin me conocía tan bien que sabía cuando le mentía o cuando estaba nerviosa. No quería tenerlo detrás de mí pisando mis pasos. Si el notaba algo raro en mí, no descansara hasta saber que me pasaba. Siempre era así y aunque amaba esa parte de él, no lo quería ahora mismo siguiendo mis pasos.
—Nena—dijo Justin y trague saliva.
—Hola bebé—dije mirando por el retrovisor por si alguien me seguía. Chaz me dio las instrucciones que vigilara por si alguien me seguía. Estaban todos los enemigos pisándole el trasero a él y a los chicos. Alguien aun desconocido los había delatado a la policía y el ruso no estaba contento. No lo conocía, pero sabía que no estaba contento porque la policía confisco su mercancía. Así que debía ayudar a los chicos como dé lugar. Después de todos eran nuestros amigos y si Justin no iba ayudarlas, yo iba hacerlo.
— ¿Dónde estás?—preguntó y sonreí al escuchar la risa de mi pequeño acompañado de los ladridos de Esther. Eso significaba que estaba en casa.
—Estoy libre esta clase y he ido a comer con unas compañeras—dije. — ¿Estas en casa de tu mamá?—pregunté.
—Si, no quería dejarla sola ya que papá fue a las terapias con su terapista—dijo y asentí. Ya pronto operarían a Jeremy y todos estábamos ansioso de que sus piernas funcionaran.
—Me parece bien—dije. — ¿Podrías ponerme en alta voz?—pregunté y este rio. Aunque él me dijera que Andrés estaba bien, yo no le creía hasta escucharlo o verlo. Era una mamá muy paranoica y me costaba estar lejos de mi bebé.
—Ya esta nena—dijo Justin.
—Andrés bebé—lo llame y escuche la risa de mi bebé. Él sí que entendía y reconocía mi voz. — ¿Te estás portando bien cielo? Mira que mami lleva algo para ti—dije.
— ¿Para mí hay algo?—preguntó Justin y reí.
—Hablo con Andrés, no contigo bebé—reí y este bufo. Odiaba que pusiera a Andrés primero que él y que le diera regalos a Andrés y nada para él. Era tan celoso mi chico. –Te amo cielo, mami ya llegara pronto—le dije a Andrés que rio. De seguro Esther lo estaba lamiendo.
—Bueno nena, te dejo—dijo Justin. –Te amo—dijo y sonreí.
—Yo también te amo mi rey—sonreí antes de colgar. Trague saliva al ver que había más de tres patrullas alrededor de la casa. De seguro aun buscaban evidencia que los llevara con la identidad de los chicos. Aparque en la cera y cogí mi teléfono antes de cerrar el auto. Camine a la entrada en donde dos guardias me miraron seriamente. Aquí iba, podía hacerlo.
— ¿Se le ofrece algo señorita?—preguntó uno y sonreí tensa. Tenía que mostrarme segura si quería que todo saliera bien.
—Si, vengo a buscar unas cosas—dije.
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My Trouble Maker {#2 Trouble} {Justin}
Fiksi Penggemar-¿Confías en mi?-preguntó el ojimiel acariciando las mejillas de su chica. -Si-respondió agitadamente la chica. -Entonces agarra mi mano-sonrió el chico y la chica aun dudosa, le ofreció la mano sin saber que su vida volvería a dar otro giro inesper...