My Trouble Maker {#2 Trouble} {Justin}

Setenta y Cuatro

Narra ____:

—Aquí estas—me giré al escuchar la voz de mi tía en la cocina. —¿Todo bien?—preguntó y asentí dándole un bocado a la pasta que comía sin moverme mucho. No quería molestar a mi bebé que permanecía dormido en mi hombro.

—Si tía—conteste con una sonrisa y esta asintió en un suspiro. Sabía que la había puesto de los nervios cuando le conté que tuve un ataque de asma. Casi me lleva arrastras al hospital para asegurarse que estaba bien. –Gracias a Chaz, pude recuperarme a tiempo—dije. Le debía mi vida a Chaz, sino hubiera sido por él, ahora mismo no estuviera aquí. Me había salvado la vida.

—Lo sé, solo me preocupo—suspiró abrazándome con cuidado para no molestar a Andrés. Si mi bebé sentía movimientos cerca, se despertaba y eso era un caos porque luego le costaría volver a dormirse. Y eso no sería nada bueno, no para mí que lo tendré toda la noche balbuceando y dándome palmaditas en la mejilla para que vea que lo estoy escuchando. Fue un milagro que se durmiera. Entre Estela y Carly, mi bebé pasó una tarde divertida. Ellas no lo habían dejado quieto. Le hicieron cosquillas en los piecitos, lo persiguieron, vieron pocoyo, lo bañaron y habían jugado con Esther y él. Mas con Carly que no quería soltarla, tanto así que prácticamente arrastró a Carly a la bañera para que se bañara con él. ¿Qué les puedo decir? Mi bebé cuando se obsesiona con alguien, no lo suelta. Y esta vez, le tocó el turno a Carly. Aunque sabía que se había ido con esta porque le trajo yogurt y para mi bebé quien le trajera comida, era el paraíso para él. –Me da miedo que te de estos ataques y más en tu estado—suspiró y asentí. A mí también me asustaba esos ataques y más en mi estado. Apenas tenía dos casi tres meses de embarazo en donde apenas el bebé se está desarrollando y podría afectarle. Aunque mi tía me ha dicho que se pondrá peor en el último trimestre. Que es posible que pase como Andrés, que nazca antes de tiempo sino cuido mi asma. Es por eso debía cuidarme bien. No quiero que este bebé herede el asma. Bastante tenía con Andrés y conmigo. Aunque Andrés nunca ha sufrido un ataque de asma hasta ahora y espero que continúe así. —El bebé apenas se está desarrollando—dijo y asentí viendo a mi bebé. Yo también tenía miedo de estos ataques de asmas. Hacía tiempo que no me daban tan fuertes como este. El ultimo que había tenido había sido con la pelea de Justin cuando terminamos y logré a controlarlo. Tanto así que nadie se dio cuenta, ni siquiera Justin cuando cogí mis cosas y me fui. Tenía que tener cuidado, mucho cuidado. Debía cuidarme y debía cuidar a este bebé más que nada en este mundo. Me estremecí al pensar por qué ocurrió el ataque. No debía pensar en eso, no ahora.

—Estoy bien tía, estamos bien—le aseguré. No quería preocuparla, menos a mi tío. Estaba segura que en cuanto este llegara, le contara sobre mi ataque y mi tío me arrastrara al hospital solo para asegurarse que estoy bien, que mi bebé y yo estamos bien. Tengo unos tíos muy sobre protectores y los amaba por eso, pero no quería que se preocuparan por mí.

—¿Qué fue lo que te pasó? —preguntó y me tensé. Mierda, justo de lo que no quería hablar. No quería hablar de eso, no quería contarle de eso. No tenía fuerzas, no tenía agallas para decirle. No cuando aún me costaba asimilar lo que paso. No cuando aún me costaba entrar a la habitación y no mirar la esquina en donde había estado ese muñeco. No cuando sé me hacía difícil cerrar los ojos y no pensar en ese color miel qué me hacía sacudirme de miedo. No cuando la imagen del muñeco seguía en mi cabeza. No cuando cada letra, cada palabra, cada gota de sangre seguía grabado en mi mente. No, definitivamente no podía contarle sobre esto. No quería preocuparla, más de lo que ya estaba. Estaba segura que si le contaba sobre el paquete, esta se pondría como loca y no quería eso. Bastante tenía yo con que el turco supiera donde vivía.

—Todavía no hay noticias de Justin y los chicos están muy preocupados por él—mentí. Era lo mejor por ahora. Además, no era una mentira. También estaba preocupada por eso, más bien aterrada, pero debía hacerle caso a Chaz y no pensar en eso. Justin está bien, iba a estar bien. No había nada de qué preocuparme. Todo estaba bien, todo iba a estar bien. Era lo único que debía repetirme por el momento hasta que Chaz me tuviera noticia.