My Trouble Maker {#2 Trouble} {Justin}

Capítulo Nueve

Narra ___:

Escuché mi teléfono vibrar debajo de la cama y saque cuidadosamente la mano de Justin de mi cintura para no despertarlo. Cogí el teléfono saliendo de la habitación y baje a la sala. Apenas eran las una de la mañana, así que esperaba que fuera rápido quien sea que está llamando.

- ¿Qué?-digo la responder.

- ¿Recibiste el paquete?-preguntó Chaz y apreté los dientes. Iba a matarlo cuando lo viera. Una cosa era ayudarlos, pero otra cosa muy distinta era usar mi casa de almacén. Mientras Justin había ido a comprar la cena, había recibido una mercancía de los chicos.

-Sí y me debes una gran explicación-bufé molesta mientras miraba las escaleras por si Justin se levantaba. Si él me cachaba hablando por teléfono a estas horas, no tenía excusa que darle. Y sé que él no creerá nada de lo que yo diga. -Te dije que no quería esa mierda en mi casa Chaz-dije molesta.

-Lo es y lo siento ____, pero era urgente-dijo Rile y supe que estaba en alta voz.

-Si Justin se entera que tengo un maldito kilo de esa mierda, me va a matar-dije molesto. -Bastante tengo con que le miento sobre que sigo hablando con ustedes, no quiero más problemas-dije.

-Lo sabemos nena, prometo pasar mañana por el-dijo Matt y pensé en Noelia. Yo le había prometido que trabajaríamos en nuestra relación.

-Mañana es sábado tonto y Justin estará en casa, tendrá que ser el lunes-bufé molesta. -Joder, no quiero esa porquería aquí-bufé.

-Bien, ¿Dónde la tienes escondida?-preguntó Chris.

-Está debajo de la cuna de Andrés-dije confundida y ellos empezaron hablar. - ¿Qué traman?-pregunté confundida.

-Deja la puerta de atrás abierta, iremos por el cuanto antes ¿De acuerdo?-dijo Riley y apreté los dientes. No me gustaba la idea que se metieran mientras dormíamos, pero era la única opción. Era sábado ya y Justin estaría todo el día en casa al igual que yo, así que no tenían otra oportunidad.

-Bien, pero que sea la última vez-dije. -No quiero tener más problemas con Justin y tampoco estar involucrada en esta mierda-dije.

-Está bien ___, nosotros cuidaremos tu espalda-dijo Alfredo. -Ahora dale un beso al gordo de nuestra parte, iremos a verlos pronto-dijo y rodee los ojos.

-Lo vieron hoy-dije y todos rieron. Aproveche que estaba libre y Justin trabajando para llevar a Andrés un rato con ellos al almacén fuera de la ciudad. Después de todos ellos eran los tíos de Andrés y mi bebé se había adaptado a ellos. -Ya me voy, la próxima vez no llamen a esta hora-bufé antes de colgarles. Escuche pasos en las escaleras y rápido corrí a la cocina en donde abrí la nevera.

-Vaya vaya, he descubierto al ladrón de comida y no es Esther-dijo detrás de mí y reí cerrando la nevera dejando todo oscuro puesto a que la única luz que alumbraba era la de la nevera que ahora se encontraba cerrada. - ¿Dónde estás?-preguntó y reí abriendo la nevera para verlo.

-Vine por un vaso de leche-dije sirviéndomelo. -Además, estaba preparando el biberón a Andrés-dije y este asintió acariciándose el ojo. -Vuelve a la cama bebé-dije y este sonrió. Si que estaba muerto del sueño, se veía en su cara.

-Vale, te espero en la cama porque si que estoy cansado-dijo y asentí con una sonrisa. Me mordí el labio al ver su desnudo trasero mientras subía las escaleras. El había cogido la manía de dormir desnudo, cosa que no me molesta, pero si me hace sentir incomoda cuando me abraza por detrás. Termine de beberme el vaso y antes de subir las escaleras, le quite el seguro a la puerta de atrás. Subí a la habitación de Andrés en donde sonreí de ternura al ver a Esther dormir al lado de la cuna de este. Siempre pegada a mí bebé. Me acerque a la cuna y bese la frente de mi bebé antes de salir de la habitación. Me mordí el labio con una sonrisa traviesa al ver a Justin apenas tapado ahí con la sabana. Es como si lo hubiera hecho a propósito. La sabana solo le taba su miembro, lo demás estaba descubierto. Sonreí acostándome a su lado y rodé quedando encima de él. Justin sonrió medio dormido y subí a su cuello en donde le di un beso haciéndolo gruñir. -Nena déjame dormir-dijo y reí abrazándolo. Si que tenia sueño y no lo culpaba. Con esto de cambiar de trabajo de un día a otro, diferentes horarios, levantarse temprano. Sé que está agotado mi chico, así que lo mejor dejare dormir.