Sesenta y Dos

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Narra Justin:

—Hijo—susurró mamá abriendo la puerta de la habitación y sonrió al ver a ___ y a Andrés aferrados a mi. Ambos estaban aferrandose a mi desde hace rato. Andrés dormía plácidamente en mi pecho sin soltar mi camisa con su manita mientras que ____ permanecía durmiendo en mi hombro con su cabeza escondida en mi cuello. Al parecer yo era bastante cómodo porque ninguno de los dos se había movido ni siquiera un centímetro. Seguían estando en la misma posición. Simplemente perfecto. Así era como siempre ellos hacían luego de un largo día. Siempre me esperaban para dormirse sobre mi. Así era como eran mis días y así es como siempre deberían ser. Me encantaba cuando ambos se aferraban a mi y con todo lo que había pasado, agradecía que estuvieran bien y me aceptaran de vuelta. Se que ___ esta molesta, dolida y este pensando en dejarme, pero no se lo permitiré. Lucharé por nuestro amor porque si vale la pena. Siempre ha valido la pena y siempre lo hará. Solo tengo que dejar las cosas pasar. ___ necesita tiempo, se que necesita sanar la herida que abrí por ser un imbecil desconfiado. Se que la lastimé al dudar de ella, jamas lo había hecho hasta aquel día y conozco a mi chica lo suficiente para saber que necesitara tiempo para olvidar esto. Y yo se lo daré. Le daré todo el tiempo que necesite para pensar las cosas, para sanar las heridas y para perdonarme. Rogaba que en ese tiempo jamas dude de volver conmigo. Ella tiene que volver conmigo, se que lo hará. Somos uno al otro. No podemos vivir sin el otro, ademas de que tenemos dos hijos, uno en camino. Simplemente la separación no debe ser una opción. Ademas, estaba esto ahora. Ibamos a tener al turco detrás buscando venganza por lo que le paso a su hija y ahora este anónimo que le esta enviando mensajes a ___. Mierda, eso me tenia intranquilo. No había podido pegar un ojo de pensar en eso. No puedo parar de pensar en quien podría ser. ¿Quién era? Era alguien cercano seguro, el mensaje lo dejaba bastante claro. Era alguien cercano, muy cercano al menos para ___ porque le había dicho que pronto nos veríamos preciosa. Así que definitivamente era alguien cercano a ella, ¿Pero quien? ¿Quién podría ser? Ella no tenia nadie mas que a sus tíos. No creo que sean sus padres porque ellos no le interesa lo que le pase a ___. ¿Enemigos? Los que tenia no creo que sean capaces de esto. Tiene que ser alguien cercano, alguien que la quiere devuelta, que la quiere para él. ¿Pero quien podría ser? Tenia a varios en mente, pero dudaba que fueran ellos. Sea quien sea tenia que averiguarlo. Por su culpa, el cabrón del turco la iba agarrar con nosotros, mas de lo que ya estaba. No solo lo íbamos a tener detrás de nosotros por joderme, sino ahora por la muerte de su hija. ¿Algo peor? Algo tenia que hacer para lograr que la atención del turco se fuera a los negocios en vez de nosotros, por lo menos lejos de ___. En especial ella, era lo único que me importaba. –Pensé que bajarían a cenar, pero creo que lo mejor es guardarla por si luego se levantan—dijo y asentí agradecido. ___ y Andrés llevaban durmiendo toda la tarde y pronto se despertarían, pero no quería que mamá se desvelara esperándonos. –Buenas noches hijo—sonrió.

—Buenas noches mamá—dije y esta se despidió tirándome un beso antes de cerrar la puerta.

—¿Qué haces aquí?—salté al escuchar la voz de ___ y esta me miró mal al ver como Andrés empezaba a llorar por el susto. –Imbecil, lo despertaste—bufó y cargué a Andrés haciendo que me viera.

—Ya campeón, papi esta aquí—sonreí besando su frente y este estiró sus manitos tocando mi cara. Llené de besos sus manos para que quitara el puchero antes de acomodarlo en mi pecho. Se que no iba a dormir, pero aun estaba mimoso y no iba a levantarse en un buen tiempo. Andrés mimoso era algo sumamente adorable. Él no te soltaba, se aferraba a ti sin dejar de mirarte con una de sus sonrisitas.

—¿Qué hora es?—preguntó y miré el reloj de la pared que marcaba las siete de la noche.

—Las siete—dije y esta asintió sentándose en la cama. Esperaba que ahora que estuviera mas tranquila y completamente despierta no me botara. Necesitábamos hablar, necesitaba estar con ella, con Andrés. Simplemente no podía echarme. 

My Trouble Maker {#2 Trouble} {Justin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora