Cuarenta y Cuatro

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Narra ___:

—Papi probablemente sigue dormido, así que vamos a verlo—le dije a Andrés mientras abría la puerta del departamento.

—Cielo, llegaste—sonrió mi tía viéndonos y dejé la mochila de Andrés a un lado antes de acercarme a ella. — ¿Recién levantado?—preguntó y asentí quitándome los zapatos sin soltar a Andrés. A mitad de camino se había despertado y estaba mimoso. No me había soltado en ningún momento. Ni siquiera cuando lo quise poner en el piso para que caminara. Solo se había aferrado a mi cuello mientras acariciaba mi pecho. Hasta su peluche lo había soltado.

—Esta mimoso, no me quiere soltar—dije y esta asintió besando la cabecita de Andrés. — ¿Justin se ha levantado?—pregunté.

—No, y dudo que lo haga, llego a las seis de la mañana—dijo y asentí pasándole a Andrés que empezó a llorar. Abrí la nevera sacando su biberón y le eché jugo de manzana. –No me gusta cuando se pone así—dijo meciendo a Andrés que seguía llorando mientras decía mamá. Me dolía escucharlo llorar y más cuando decía mamá. Se me parte el alma al escucharlo. Es como si él creyera que me iba a ir para siempre. –Ya osito—dijo besándole la mejilla y cargué a Andrés dándole el biberón. Este sonrió cogiéndolo mientras me miraba.

— ¿Oye tía?—la miré. — ¿A qué hora debes irte?—pregunté y esta cogió el bulto de Andrés poniéndolo en el sofá.

—Entro a las ocho, pero tu tío pasara antes por mí porque me llevara a cenar—dijo y sonreí.

—Eso es bueno tía, merecen cenar a solos y lejos de nosotros—reí y esta sonrió negando.

—Me tiene una sorpresa—sonrió y la miré.

— ¿Enserio?—pregunté y esta asintió. — ¿Qué podría ser?—pregunté y esta se encogió de hombros. Mi tío no era un hombre de regalos, ni de sorpresas nada de eso, pero cuando se trataba de sorprender lo hacía en grande. Así que por eso la emoción de mi tía. Hasta yo estaba emocionada. ¿Qué podría ser? –Sea lo que sea estoy segura que te encantará—sonreí. –Ahora iremos a despertar a papá ¿Verdad?—le dije a Andrés que seguía mirándome sin soltar el biberón. Amaba su mirada en mi, él apenas parpadeaba. Es como si no quisiera perderme ni un segundo.

—Bien, pero baja a ayudarme a lavar ropa—dijo y me quejé. –Ah no señorita, si en tu casa la mamá de Justin lo hacía bien, pero aquí lo harás tú—dijo.

—Pero tía—me quejé y esta rio negando. –Bien, ahora vuelvo—bufé subiendo las escaleras. Yo odiaba hacer aseo, apenas lo hacía en casa. Y sobre la ropa, la mayoría se encargaba Pattie porque Justin le llevaba la ropa sucia y ella nos la lavaba y nos la traía bien planchadas. Abrí la puerta de mi habitación con cuidado y la cerré sin hacer mucho ruido. No quería despertar a Justin. Si él había llegado a las seis de la mañana, debía dejarlo dormir al menos. Aunque pensándolo bien podría levantarlo a propósito porque estoy enojada con él. Más bien con la puta esa de Hailey. Me hervía la sangre de solo pensar en lo que pudieron haber hecho en el bar o donde sea. Me hervía la sangre que ella estuviera a su alrededor. Y me hervía aun mas saber que Justin estaba de lo más contento. Claro que iba a estar contento, él amaba las carreras. ¿Qué tenía que ver esa zorra en todo esto? Eso era lo que yo no entendía. Ella estaba con los chicos y se supone que no podían ver a Mike cerca de los chicos o de ella porque sería sospechoso. Entonces, ¿Por qué mierda estaba cerca de Justin? No lo sabía, pero me lo imaginaba. Si no podía estar con Justin como quería, entonces estaría con Mike. De solo pensar en ellos juntos me hervía la sangre, pero desgraciadamente no podía hacer nada. ¿Qué podía hacer? ¿Prohibirle a Justin que la vea o este con ella? No, eso será egoísta de mi parte. Si estaba cerca de Justin es por algo. Estaba segura que además del plan de Justin hacerse pasar por Mike, había algo mas y eso puede ser la razón de porque Hailey está cerca de Justin. Aunque me enojaba, me diera rabia, no iba a hacer nada. No podía hacer nada. No me convenía hacerle una pelea a Justin. Una, nos pelearíamos y yo no quería eso. Ya bastante hemos tenido, quería estar en paz con él. Segundo, tendría a Justin detrás de mí hasta que se me pasara el enojo y eso no era bueno porque sabría que estoy haciendo cosas a escondidas de él. Y tercero, le daría el gusto a Hailey de vernos peleados y no. Yo no iba a darle gusto a esa estúpida que quiere separarnos. No, lo mejor era dejar todo como esta aunque no iba a poder evitar molestarme "un poco" con esto de que ande cerca de Hailey. –Ven princesa—susurré a Esther que caminó hacia mí. Acosté a Andrés en la cama y cargué a Esther. Ella no podía moverse como antes, al menos no por ahora. Me puse de pie con Esther en brazos y me acerqué a las maletas donde estaba nuestra ropa más la ropa sucia. ¿Qué les puedo decir? Justin es un cochino y se me pegaba. Separé la ropa sucia con la limpia y las puse en diferente maleta. Solté a Esther al piso y me giré a ver a Andrés que se volteaba acercándose a Justin. –Andrés no—susurré corriendo hacia él, pero había sido demasiado tarde.

My Trouble Maker {#2 Trouble} {Justin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora