Narra Carly:
—Gracias por aceptar venir con nosotras Wendy—dije y esta asintió poniéndose de pie.
—Necesitan mi ayuda y los ayudaré—dijo y ambas asentimos. –Ya saben dónde encontrarme, estaré lista para cuando nos vayamos—dijo y ambas asentimos con una sonrisa. –Hasta pronto—se despidió cogiendo su bolso.
—Adiós Wendy—sonrió Katy y esta salió de la cafetería. –Ha cambiado mucho—dijo y asentí estando de acuerdo con ella. Si que había cambiado mucho. Ya no era la misma chica de antes, se notaba en su voz. Se veía más madura y más relajada. De seguro porque tenía paz, porque estaba contenta y feliz siendo libre. Estaba segura que ya no tenía que dormir con un arma debajo de su almohada o con el temor de que la estaban siguiendo como nosotras. Como todos que seguimos en esta vida. Así que de verdad me alegraba mucho por ella, me alegraba que a pesar de todo lo que paso en el pasado y lo que hizo la loca de su amiga Ciara, ella sigue adelante.
—Si, se ve feliz—dije y esta asintió.
—Me da pena por Derek—dijo Katy robándome una tostada y la miré mal haciéndola reír. Era enserio, siempre terminaba robándome la comida. —Él sigue enamorado de ella—dijo y asentí. A mi también me daba pena Derek. Había cometido el error de creer sentir cosas por ___ y eso afectó bastante su relación con Wendy. Aunque Chaz me había contado que Wendy le había vuelto ser infiel y por eso en parte Derek la dejó. — ¿No vas a contestar?—preguntó y negué dándole una mordida a mis tostadas. –Algún día deberás hacerlo—dijo y bufé. Sabía perfectamente quien me estaba llamando. Solo él tenía la canción de Love Me Like You Do de Ellie Goulding. Solo él no había parado de llamarme. Estaba segura que había perdido la cabeza al no saber de mí, pero eso ya no me importaba. Yo no quería saber nada de él. No luego de lo que hizo, no luego de lo que paso. Por mi que se pudriera tratando de localizarme. ___ Y las chicas eran las únicas que sabían dónde estaba y ellas tenían prohibido decirle a Chaz. De todos modos no iban a decirle. Ellas al igual que los chicos estaban muy enojadas con Chaz por lo que me hizo.
—Lo sé, pero mientras no—dije poniéndome de pie. De solamente pensar en él ya se me había quitado el hambre.
— ¿Cómo te sientes?—preguntó siguiéndome fuera de la cafetería. Sabía que tanto ella como las demás estaban preocupadas por mí, pero no deberían estarlo. Yo iba a estar bien.
—Mal, necesito dejar de pensar en todo lo que pasó—susurré viendo mis muñecas y esta asintió dándome un abrazo. Era justo lo que necesitaba. De verdad estaba muy mal. Ver mis manos, mis piernas y mis caderas levemente llena de moretones me dolía. Me dolía recordar cómo me los hizo, como me gritó y como había alzado la mano para pegarme. Jamás imaginé que Chaz fuera capaz de eso. Si, sabía que la droga te hacia hacer cosas que no querías, pero jamás pensé que lo volviera tan violento, tan brusco y tan imbécil. Él no era así, mi Chaz no era así, pero de mi Chaz ya ni el espejismo que daba de él. Ahora estaba otro Chaz frio, violento e imbécil. Pero no podía culparlo, yo también tenía la culpa. De todo lo que me culpaba haber sido una tonta era una de ellas. Yo pude detener todo esto, pude haberlo dejado cuando noté sus cambios de humores, su brusquedad a la hora de tener relaciones y sus gritos, pero no. Me quedé como una tonta a su lado, me quedaba callada cuando me gritaba, fingía placer cuando teníamos relaciones solo para no alterarlo más. Ocultaba mis moretones para que no los viera, ocultaba mis lágrimas y mi dolor solo para que no se diera cuenta de lo mal que estaba. Pero de nada sirvió quedaba callada. Él no se preocupó por mí, tampoco me preguntó que me pasaba. Solo le daba igual que pasaba conmigo y eso dolía. Realmente dolía demasiado porque yo a él lo amo. Yo por él dejé todo, absolutamente todo. Yo dejé la universidad, mi trabajo, me salí de mi casa para estar con él porque yo jamás me había enamorado de alguien. Chaz había sido mi primero en todo. Él había sido mi primer amigo en la ciudad, mi primer novio y mi primera vez. Él con su sonrisa coqueta y sus intentos fallidos por ser atrevido me enamoró. Cuando nos conocimos, yo era nueva en la universidad y en la ciudad. Yo soy muy buena en economía y él estaba malísimo en esa clase. Entonces el profesor le recomendó que buscara un compañero que le ayudara y como yo necesitaba ponerme al día en las clases, me ofrecí ayudarlo. Había sido un verdadero caos estudiar con él. Nada se lo cogía enserio, todo para él era juego y siempre buscaba la manera de ponerme nerviosa. Siempre me acariciaba la mano mientras estudiábamos del libro, siempre me abrazaba cuando pasábamos por el pasillo, incluso cuando nos sentábamos juntos en las clases, él siempre me pasaba el brazo por los hombros y me hablaba en el oído. Sí que me ponía nerviosa que hiciera eso, pero me encantaba. Me gustaba como se acercaba a mi oído y me decía lo hermosa que era. Como besaba mi cuello y me decía que no había podido dormir pensando en mi. Lo más gracioso de esto era que él trataba de ser malo conmigo, a veces me trataba mal, pero nunca se atrevió a decirme que lo dejara en paz o que lo aburría. Nunca se atrevió a decirme que ya no me quería cerca de él o que era una estúpida. Él de todas maneras trataba de ser malo, saliendo con otras chicas en mi cara, coqueteándome, besando otras chicas en mi cara, pero yo siempre supe que eso era solo una fachada. No sabía muy bien porque quería ser así si él era tan tierno y tan lindo conmigo. Me llevaba a citas, me escribía todos los días dándome los buenos días, me compraba regalos. Incluso se había presentado como mi novio en mi casa una vez que me dejó plantada por sus negocios. Había sido realmente lindo como le había hablado a mi papá de mí. A pesar de su mundo y de lo que estaba, él sacaba tiempo para mi incluso aun estando conmigo hacia sus negocios rápido para pasar tiempo conmigo. Realmente a mi me asustaba su mundo, aun me asustaba. Eso de que vendiera drogas, hiciera negocios con otros, las carreras clandestinas y lo de matar no me gustaba. Es más me aterraba de solo pensarlo, pero él me había prometido que jamás me haría daño. Que si tenía que alejarme con tal de que no estuviera asustada, lo haría. Pero luego de todas esas cosas lindas, me lastimó al salir con otras chicas y a dejarme botada. De verdad sí que era confuso, pero luego entendí el porqué gracias a ___. Ella era la mejor amiga de Chaz y todo se lo contaba a ella. Así que una tarde Chaz me dejó botada por salir con la otra chica y ___ aprovechó a platicarme de Chaz. Me dijo que yo le gustaba a Chaz, que solo estaba siendo así porque sus amigos incluyendo Justin le decían que fuera así. Que él quería mantenerme lejos de su vida para que no me pasara nada. Así que gracias a ___, me armé de valor y busqué a Chaz. Este estaba en su auto besándose con la otra chica. A pesar de que eso había dolido, yo no dudé en darle la vuelta y decirle que lo amaba. Había sido realmente gracioso como Chaz se había quedado sin palabras. Él no se esperaba mi confesión tanto así que empezó a tartamudear y a mirarme con incredulidad. Él me había mirado de arriba abajo mientras decía que estaba loca. Así que me armé aun más de valor y lo besé. Lo besé y me le trepé encima porque no quería dejarlo ir ni él a mí. Me acuerdo que cuando por fin nos separamos me había dicho que tenía miedo de que yo no sintiera lo mismo que había besado a esa chica por darme celos. A mí de verdad no me importó todo lo que dijo, solo lo había vuelto a besar diciéndole que lo amaba. Y aunque no lo crean, nuestra relación era perfecta. Con él tenía todo. Diversión, amistad y amor. Siempre me hacía reír, siempre me llevaba a comer o a ver películas y siempre me demostraba su amor. Me asustaba la intensidad con la que me amaba, pero eso solo lo hacía más adorable. Chaz estaba tan enamorado de mí que se había tatuado mi nombre en el costado. Eso sí que no me lo había esperado, pero me había dicho que se lo había tatuado porque quería siempre tenerme con él y recordarme por si algo le pasaba. Nunca me había gustado cuando hablaba de que podía pasarle algo en sus negocios, me dolía de solo pensarlo, pero no podía hacer nada. Esa era la vida que había escogido y yo lo había escogido a él, tenía que aceptarlo. Pero entendía su miedo, mira Justin y ___ todo lo que habían pasado por su amor. Ellos eran el ejemplo de Chaz y él no quería que yo pasara por lo que ___ pasó. En eso siempre me cuido y me cuida aun. Me mantiene lejos de sus negocios y cuando algo está mal, me pide que me cuide y que me vaya a mi casa. Ahí estaría segura, pero yo no podía ir a mi casa ahora. Si mi papá ve mis moretones y le cuento que ha sido Chaz el que me ha hecho todo esto, lo mata. Se lo advirtió más de una vez y mi papá fue claro cuando le dijo que si yo salía en las noticias que me había pasado algo, él mismo iría a la policía a denunciarlo. Pero ese Chaz que yo describí, no había ningún rastro de él. Ahora solo había un imbécil que ponía a esa pendeja primero que a mí. Eso era otra cosa que me daba rabia. ¿Es que ni él ni los demás veían que esa estúpida de Hailey tenía la culpa de que Chaz estuviera así? Desde que ellos empezaron a salir y a volverse más unidos, Chaz había empezado a drogarse. Esa maldita estúpida había hecho que él se drogara y se volviera más idiota. Ella no solo le había causado problemas a Justin y a ___, sino a Chaz y a mí. Pero siempre era yo la que salía perdiendo porque Chaz la ponía primero. ¡Yo que soy su novia! Me dejaba para lo último, me trataba como basura frente a ella y todo para defenderla. ¿Y yo qué? Yo quede en la mierda para él. Por eso no dudé en ayudar a ___. Esa perra tenía que pagar por todo lo malo que estaba haciendo. E iba a pagarlo, ahora que Wendy iba a ayudarnos, Ciara iba a decirnos que sabe de esa perra y cuando eso sucediera, esa perra iba arrepentirse de todo el daño que había hecho.
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My Trouble Maker {#2 Trouble} {Justin}
Fanfic-¿Confías en mi?-preguntó el ojimiel acariciando las mejillas de su chica. -Si-respondió agitadamente la chica. -Entonces agarra mi mano-sonrió el chico y la chica aun dudosa, le ofreció la mano sin saber que su vida volvería a dar otro giro inesper...