Narra Ian:
Reí saliendo de la habitación donde segundos antes estaba con ___ y me giré encontrándome a Hailey. Lo menos que quería hacer ahora mismo era verla y mucho menos hablar con ella. La había estado evitando desde que había llegado. ¿La razón? Yo no quería hablar con ella, mucho menos verla. Pero debía admitir que ella había sido la única emocionada al verme. Los chicos y mi tío no. Ellos no me querían aquí, ninguno me quería de vuelta y lo tenía muy claro. Es por eso que me estaban evitando en la casa, mi tío no porque no le quedaba más remedio que aceptarme. Después de todo era su sobrino y no iba a darme la espalda. Además, yo no pensaba quedarme mucho tiempo. Él lo sabía, por eso me estaba apoyando. Mientras más pronto termine lo que vine a hacer acá, mas rápido me iria.asi evitaríamos problemas. Porque mi presencia no era bienvenida e iba a causar muchos problemas pronto. Empezando por nada más y nada menos que Justin. A ese si le molestaba mi presencia y eso me gustaba. Quería joderle los días que estuviera aquí y nada mejor que con su chica, ___. Yo solo había venido ayudarla a ella y a Matt que me había pedido ayuda. De esto aun podía sacarle algo. Si ayudaba a ___, me ayudaba a mi mismo a vengarme de ella, pero aun así iba a sacar provecho de esto. Tenía mucho que sacar de toda esto. Nadie aquí conocía mejor a Hailey que yo. Ni siquiera el cabrón de Justin la conocía tan bien como yo. Es por eso que Matt me había buscado. Sabía que yo sería el único aquí que podría poner en descubierto a la verdadera Hailey, pero no iba hacerlo yo. Yo no iba a ser quien la descubriera frente a todos. Esa sería ___, pero para eso yo tenía que prepararla porque sabía que ella ignorante al pasado de Justin. Ya Matt me lo había contado, ella no sabía muchas cosas y yo iba a decírselas, pero omitiendo cosas que ella poco a poco iba a descubrir. Mi trabajo aquí era abrirle los ojos y que se diera cuenta que su Justincito no era tan santo. Era otro cabrón que le mentía y ella no merecía eso. Por eso mismo estaba aquí, yo iba a abrirle los ojos a ___, pero también iba a cobrar venganza.
-Ian-sonrió viéndome y alcé una ceja ante su emoción, aunque no me sorprendida. Allá abajo me había saltado encima nada mas verme. -Hasta que te veo-dijo abrazándome, pero no le correspondí. Yo no la había extrañado en lo absoluto y mucho menos me había emocionado al verla. - ¿Qué te ha traído de nuevo por acá?-preguntó y la miré. No habíamos tenido la oportunidad de hablar antes porque nada más llegar, había pasado su pelea con ___ y luego negocios. Aunque tampoco es como si me importara hablar con ella. Yo venía por negocios, no por ella. Si tal vez follemos como los viejos tiempo, pero hasta ahí.
-Negocios-dije y esta asintió. No era mentira, había venido por negocios. Necesitaba nuevos distribuidores y Riley iba ayudarme con eso. Es por eso que se había puesto en marcha con eso. Me quería fuera de aquí antes de que hubiera guerra.
- ¿Por qué no me avisaste?-preguntó y me encogí de hombros viéndola. Debía admitir que seguía estando buena, no había cambiado nada. Seguía siendo la misma, solo que ahora su cuerpo estaba más trabajado.
-Todo fue tan de repente, apenas pude avisarle a Riley-dije y esta asintió con una sonrisa.
-Qué bueno que estas aquí-sonrió y asentí recostándome de la pared. -Te has perdido de mucho-rio y asentí.
-Sí que me he perdido de mucho-dije mirando como Megan salía de una habitación.
-Permiso-sonrió retirándose y me giré a verle el trasero. Si que estaba buena esa mujer. Pechos grandes y culo grande. Mi tío si que se había sacado la lotería con esa mujer.
-Idiota-rio Hailey y me encogí de hombros. No iba a perder una gran vista como era el culo de Megan. -Yo apenas llegué hace un mes, pero sí que han pasado muchas cosas-rio. -Justin tiene un hijo con ___ que ya la conociste ¿No?-asentí. -Las chicas que Riley te presentó son las novias de los chicos y pues Megan ya la conoces-dijo y asentí. Ya a todas las había conocido, pero con la única que había hablado había sido con Megan.
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My Trouble Maker {#2 Trouble} {Justin}
Fanfiction-¿Confías en mi?-preguntó el ojimiel acariciando las mejillas de su chica. -Si-respondió agitadamente la chica. -Entonces agarra mi mano-sonrió el chico y la chica aun dudosa, le ofreció la mano sin saber que su vida volvería a dar otro giro inesper...