My Trouble Maker {#2 Trouble} {Justin}

Cincuenta y Seis

Narra ___:

—Tengo miedo—murmuré en el pecho de Justin que besó mi frente. Me encantaba estar así con él. Sin interrupciones y sin peleas. Ya bastante habíamos tenido todo estos días y todo por la misma persona, Hailey. Lo mejor era dejar todo atrás y estar bien. No quería seguir peleada con él, odiaba estar así con él y más cuando lo hacía llorar como hace unos minutos atrás. Sabía que había sido muy cruel lo que le dije, sabía que no debí decirle, pero era lo que sentía. Sentía que lo estaba perdiendo, que lo que sentía por él ya no era lo mismo y me dolió ver el vacío en sus ojos. Jamás quise lastimarlo, pero tenía que ser honesta. Sus actitudes me estaban alejando de él, me estaba tratando mal al poner a esa perra por encima de mí cuando debería ser yo la primera para él. Pero tampoco lo culpaba, yo también había hecho daño. Yo también lo había lastimado y le había mentido. Lo peor de todo es que había quedado como una tonta frente a él. Justin sabía una y cada una de mis mentiras, de mis jugadas. Sabía que con él jamás podría competir. Cuando yo iba, Justin iba y venía. Odiaba ese efecto que tenía en mí. Odiaba que él conociera cada uno de mis detalles, cada una de mis mentiras y de mis muecas. Con solo una mueca, Justin ya sabía que pasaba algo y fingía que no pasaba nada, pero mientras averiguaba que era lo que me pasaba. Realmente tenía mucha vergüenza que todas mis mentiras él las supiera. Pero eso ya no importaba porque Justin me estaba dando mi lugar. A pesar de que sabía que esa estúpida no me había hecho nada, él me estaba poniendo primero y se lo agradecía. Realmente eso era lo único que quería. Que me diera mi lugar porque me lo merecía. Yo era su mujer y debía darme mi lugar.

—No tienes por qué tenerlo—murmuró en mi cabeza y lo miré. Él se veía tranquilo y estaba contento, pero sus ojos estaban rojos por haber estado llorando y tenía un leve vacío en ellos. Me dolía ver ese vacío en sus ojos causa de mis palabras. No quería que ya pensara en eso. Lo había dicho sin pensar y ya estábamos bien. Por el bien de los dos lo mejor era que no recordáramos lo que sucedió hace unos minutos atrás. –Todo va a salir bien—dijo mirándome y negué. Odiaba que me mintiera, pero entendía porque lo hacía. Quería mantenerme tranquila, no quería preocuparme porque él iba a cuidarme. De eso estaba segura.

—Lo sé, tú me cuidaras—sonreí y este asintió. Odiaba verlo tan triste, ni siquiera estaba sonriendo y eso me estaba matando. Realmente me estaba matando verlo tan triste. ¿Por qué tuve que lastimarlo? No quería, de verdad no quería hacerlo. Él no lo merecía, no después de todo lo que está haciendo para salvar mi culo. –Mírame— pedí y este me miró. Me coloque encima de él y acaricié su mejilla. –Te amo Justin—dije y este cerró los ojos. De seguro tratando de creerme, pero sabía que no iba a hacerlo. No después de que le dije que lo que sentía por él se estaba perdiendo. Sabía que no sería fácil creerme, pero iba hacer que me creyera. –Te amo—susurré sobre sus labios y este abrió los ojos mirándome. Me gustaba su profunda mirada, siempre me miraba así y Andrés también lo hacía. Es como si yo fuera lo más hermoso que ellos hayan visto, lo más preciado para ellos y no tenía dudas de que lo era. Justin siempre me lo ha dicho, para él yo soy lo único real, su para siempre y él lo era para mí. A pesar de todo, a pesar de lo que fue y de todo lo que pasamos siempre seria mí por siempre. –Te amo como no tienes idea Justin, de verdad lo hago—dije y este asintió. — ¿No me crees verdad?—pregunté y este negó acariciando mi mejilla.

—Sé que lo haces, ¿Pero tú sabes que yo te amo?—preguntó y asentí confundida. –No, no lo haces nena—suspiró. –Y aunque duela, debo aceptarlo porque fui yo quien te hizo dudar de eso—dijo y suspiré. Él tenía razón, dudaba de sus sentimientos hacia mí, pero muy en el fondo sabía que me amaba más que su vida. –Tú lo eres todo para mí, te amo más que mi vida—dijo dándome la vuelta. –Aunque suene loco, obsesivo, ridículo yo por tu amor soy capaz de todo, por ti soy capaz de todo bebe—susurró y sonreí besando sus labios.