Cincuenta y Nueve

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Narra Justin:

—¿Qué ha pasado?—preguntó Ryan a mi lado y negué haciéndole entender que no quería hablar. Lo menos que quería ahora era hablar de lo que había pasado. Ni siquiera las palabras me salían, de seguro pronto me quedaría sin voz por los miles de gritos que le di a ___ antes de perderla de vista. Negué bajando la cabeza. Me dolía recordarla, joder me dolía saber que la había perdido. Ella se había marchado, sabia a donde, pero eso no importaba. Cuando me refería a que se había marchado me refería a mi vida. Se había marchado para siempre, dejándome. Dejándome solo, completamente roto y vacío. Pero después de todo no la culpaba. Tenia todo el derecho de irse, tenia todo el derecho de hablarme por mi segundo nombre, hablarme fríamente, con desprecio. Toda su actitud hacia mi me la merecía. Había fallado, de nuevo y creo que era lo peor. No encontraba algo mas fuerte que la desconfianza. ¿Cómo pude dudar de ella? ¿Cómo? Se que me ama, que solo es mía. Todo eso yo lo sabia, lo tenia mas que claro. Sabia que no tenia a otro, pero si se veía a escondidas con Ian. Si me había mentido al decir que se alejaría de él y es ahí donde las dudas caen sobre mi. ¿Cómo creerle luego de eso? ¿Cómo no desconfiar de ella cuando se veían a escondidas? Llevaban tiempo viéndose a escondidas. Entonces, ¿Cómo no desconfiar? Ella debía entender eso al menos. Debía entender el porque dudaba de ella. Pero de todos modos eso no iba a cambiar todo lo que le dije. Eso no va a cambiar lo cabrón que fui con ella, lo idiota que fui al creer todo lo que Hailey había dicho, eso no cambiaba nada. Eso no cambiaba que le dije perra, zorra y tampoco cambiaba que haya dudado de nuestro bebé. Y mucho menos cambiaba que dudara de su fidelidad, nada iba a cambiar lo imbécil que fui con ella. El pánico, el miedo y el dolor me cegaron completamente. No fui yo cuando le dije todas esas mierdas, tampoco era yo cuando la forcejee y le marque mis dedos en sus brazos. Simplemente no era yo. Pero eso ya no importaba, nada importaba ya porque la había perdido. Había perdido a mi nena, a mi mujer. ¿Cómo pudo pasar esto? Yo sabia perfectamente. Todo nuestros problemas empezaron desde que Hailey apareció. Antes, éramos los mejores amigos, los mejores amantes y la mejor pareja. Siempre reíamos, bromeábamos, llorábamos, pero sobre todo nos amábamos. Siempre estábamos juntos, siempre gozando a Andrés y dándonos placer en la cama. Pero todo eso se había perdido por culpa de los chicos y de Hailey. No volvimos a ser la pareja de antes luego de que me enterara que se veía con los chicos y mucho menos cuando ella supo que Hailey formaba parte de mi pasado. No volvimos a ser los de antes y eso me dolía. Yo pude haber prevenido todo esto. Pude haberle dicho la verdad; que nunca dejé de verme con los chicos y que sabia que se veía con ellos. Pude haberle dicho sobre Hailey y prevenirla por si esta aparecía. Pude haber prevenido todas nuestras peleas si me alejaba de Hailey, si mantenía mi distancia. Pude haber prevenido un montón de cosas, entre ellas esta. Pude haberme prevenido perderla, perder a mi nena. ¡Joder! ¡Pude haber prevenido perderla! Pero soy tan cabrón que no lo hice y todo por querer hacer feliz a los demás. Todo por complacer a los demás. ¿Y para que? Ninguno se comparaba con ___, con mi nena. Ninguno se comparaba con la compresión, paciencia, amor y respeto que mi nena me daba. Ninguno podía entender lo que ___ significaba para mi. ¿Es que no se daban cuenta? ¡No podía vivir sin ella!

—La he perdido—susurré tapándome la cara evitando que viera mi rostro aunque no me importaba. No me importaba parecer un maldito tomate rojo por haber estado llorando, no me importaba que se rieran por ser un maricón llorón, no me importaba que me miraran con pena. Simplemente no me importaba nada porque ellos jamás entenderían lo que me estaba pasando. Jamás entenderían lo que tengo con ___, lo que es tener una familia y el sentimiento de soledad, de angustia, de dolor y de decepción al haberlos perdido. Ellos jamás entenderían lo vacío que estaba ahora mismo.

—¿Qué?—preguntó Ryan confundido y lo miré.

—La he perdido—susurré. –He perdido a mi nena, a mi todo—sollocé y este aun en sorprendido, palmeó mi espalda.

My Trouble Maker {#2 Trouble} {Justin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora