Terapia acuática

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Me quedé un rato sentada en el suelo, repasando en mi mente una y otra vez el momento del beso. Se sintió como si hubiera tenido mi primer beso de nuevo... Era algo totalmente nuevo pero agradable y me había hecho sentir mariposas... Tal como el primer beso.
>Oh, Loki. ¿Quién lo hubiera dicho que después de asesinar a mis padres, robarías mi corazón?
En eso me invadió el miedo. ¿Y si en realidad no había cambiado? ¿Y si me mentía? ¿Qué dirían mis padres si vivieran? ¿Por qué tenía miedo si no era mi primer noviazgo? Pero sí el primero con un dios... Maldita bipolaridad la que tenía, tal vez era porque mi periodo se acercaba o simplemente eran las dudas que surgían al iniciar una relación. ¿Podía considerar esto una relación? Sólo había sido un beso, pero no un beso cualquiera... Necesitaba ordenar mis ideas, decidí ir a hacer lo que mejor sabía hacer: nadar. Saqué mi traje, las sandalias, la gorra, los gogles y la parca. Subí al cuarto piso y después de estirar las extremidades un poco, me coloqué la gorra y los gogles, subí al banco de salida y me lancé al agua en un clavado. Nadé unos 2 kilómetros contando el afloje en aproximadamente 45 minutos, cuando me di cuenta de que Thomas estaba de pie junto al banco de salida. Se había quitado el uniforme y ahora lucía una camisa de algodón, unas bermudas y sandalias.
-Hola Kat.
-Thomas, ¿tu padre sabe que estás aquí?
-No, puedo subir aquí cuantas veces quiera y cuando quiera. Sé nadar bien, no me ahogaría.
-En todo caso no quiero que vengas aquí si alguien no está contigo, ¿puedes hacer eso por mí?
Él asintió.
-Nadas muy bien
-Gracias, tengo nadando desde los 10 años...
-¿Me ayudas con mi técnica?
Era la primera vez que alguien me pedía abiertamente que le ayudara con su técnica.
-Ammm sí, ¿quieres entrar ahora?
-Sí, tengo el traje abajo de la ropa.
El niño se quitó la camisa y las bermudas, se puso la gorra y los gogles y lo detuve antes de que se lanzara al agua.
-Antes el estiramiento.
-No me gusta...
-Ni a mí pero te vas a lastimar si no lo haces. Una vez yo me disloqué el brazo por no calentar.
La inocencia del niño me dio ventaja, y después del estiramiento se lanzó en clavado e hizo unas vueltas afloje. Luego le corregí la técnica de los cuatro estilos, obviamente necesitaba practicar, pero tenía la idea.
-Ya me cansé, ¿podemos jugar?
-¿Qué quieres jugar?
-Waterpolo.
-Oh, está bien. Voy por la pelota.
Salí de la alberca y tomé una pelota inflable roja que estaba en una canasta con varias cosas de material de natación, nos metimos en un carril cada quien y comenzamos a volear, era muy bueno jugando a pesar de ser tan pequeño.
-¡Punto!
-¡No puede ser! Me estás aplastando, eres muy bueno en esto.
-Thomas, creí haberte dicho que no molestaras a Katherin.
El niño abrió mucho los ojos mirando a mis espaldas. Giré y vi a Loki de pie en la orilla de la piscina, con una toalla de muñequitos en la mano.
-Perdón...
-No te preocupes, estaba ayudándole con su técnica de nado, no es molestia.
-Muy bien, Thomas, ve a ducharte, la cena es en un rato.
-Nos vemos Kat, gracias- dijo el niño mientras se secaba con la toalla que le había llevado su padre.
-Por nada Thomas- respondí agitando la mano a modo de despedida. Salió del lugar y Loki se puso en cuclillas junto al banco del carril en el que estaba -. Qué lindo niño.
-Lo es, pero no quiero que llegue a considerarte como a una madre si no estás de acuerdo con que te vea como tal.
-No tengo problema con eso, Loki- me quité la gorra y los gogles y me sumergí un momento para mojar mi cabello, una costumbre que siempre tuve -. No tengo experiencia con niños en ningún ámbito pero él me agrada y pienso que va a ser sencillo tratarlo.
-Eso espero, necesito que sepa la verdad antes de que sea tarde- dijo incorporándose y caminando hacia la barra de cromo en la pared más cercana.
-No será tarde, me encargaré de eso.
Salí y me coloqué las sandalias y me agaché para enjuagar mis gogles. Al levantarme me colocó la toalla alrededor de los hombros.
>Gracias.
Me giré y lo miré a los ojos. De pronto comenzó a reir.
>¿Qué es tan gracioso?
-Pareces un mapache.
-¿Qué?
-Tu maquillaje se corrió, pareces un mapache.
Carajo, había olvidado desmaquillarme y a pesar de no haberme quitado los gogles mientras estaba dentro, al sumergirme sin ellos se había embarrado haciendo parecer que tenía un antifaz... Estúpido rímel a base de agua...
Pero eso no era lo raro, sino que Loki se reía por cualquier cosa. Nunca lo hubiera imaginado así.
-De acuerdo, ya basta- dije riéndome y lo moví de mi camino empujándolo suavemente en el pecho.
-No lo creo.
De la nada me quitó los gogles de la mano y se desvaneció.
-¿Qué demonios?
Cuando miré hacia la puerta, donde estaba recargado agitando en la mano los gogles.
-Recuerda quien soy, no te asustes si desaparezco.
Corrí hacia la puerta y al ver que me acercaba salió por la puerta, yo lo seguí por el pasillo hasta las escaleras.
-¡Dámelos!
-Si me atrapas tal vez te los devuelva.
Era tan infantil, pero no me molestaba, sino al contrario. Comenzamos a descender, pero debido a que Thomas había mojado el piso al pasar, no podía bajar corriendo.
>Eres lenta, creo que me quedaré con esto.
Ya estaba un piso más abajo que yo, tal vez en el nivel de las habitaciones y aceleré el paso para alcanzarlo. En eso pisé mal y me resbalé, iba a caer de espalda sobre los escalones.
-Ahhh.
Me quedé inmóvil esperando el golpe, sin embargo al abrir los ojos estaba entre los brazos de Loki, quien respiraba agitadamente. ¿Había aparecido de la nada ahí?
-¿Estás bien?
Yo asentí aún asustada. Se sentó en el escalón y me quedé rodeando su cuello con los brazos
>Soy un idiota, casi hago que te lastimes.
-Está bien, no tengo nada. No es culpa tuya, yo bajé corriendo aún cuando sabía que podía caerme.
Con la mano que había sujetado mis piernas, acarició mi mejilla y quitó un mechón pegado en mi frente por el agua. Recargué mi cabeza en su hombro izquierdo y nos quedamos ahí un momento. Escuché el latir de su corazón, que golpeaba fuertemente contra sus costillas; el pobre hombre estaba más asustado que yo. Me abrazó fuertemente, diciendo repetidas veces que lo sentía.
-Katherin, te lastimé en la mañana y ahora estuvo demasiado cerca.
-Loki, estoy bien, en serio. No tengo nada.
Su expresión se suavizó un poco, pero no parecía convencido.
-Muy bien, ¿quieres levantarte?
Yo asentí, se incorporó con cuidado sosteniéndome en brazos y luego me bajó al escalón. Me tendió la mano y la tomé, caminamos el resto del trayecto de esa manera y al llegar a la habitación besó el dorso de mi mano. Lo observé de pies a cabeza y su camisa blanca y pantalón negro estaban empapados debido a mí, lo rodeé con mis brazos y él me alzó del suelo al corresponder al abrazo.
-Gracias- susurré en su oído.
Me depositó suavemente en el piso y se retiró hacia su propia pieza.
Me metí a la ducha para enjuagarme el cloro de la alberca y unos minutos después estaba rumbo al comedor con mi pijama puesta, que era un blusón con mangas largas y que apenas cubría mi trasero y un short hasta media pierna, solo esperaba que no quisiera que fuera al comedor con ropa normal, porque tenía tanta flojera que no quería usar otra cosa que no fuera mi pijama.

Lokison --- Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora