La ultima noche

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Las tres semanas transcurrieron como días y para cuando me di cuenta, todas mis cosas ya habían sido enviadas a donde quiera que estuviese la casa de Loki. También me di cuenta de que había pagado la cuenta del hospital y ya no tenía ningún otro adeudo en la tarjeta. El sujeto realmente quería mostrar su agradecimiento o su arrepentimiento por arruinar nuestra vida... Era un lindo detalle, pero eso no cambiaba nada.
Estaba poniendo en un baúl las cosas que aún no habían sido enviadas, cuando Brianna se asomó a mi cuarto.
-Kat, ¿quieres cenar comida china o pedimos pizza?
-¿Sería mucho pedir ambas?- Vanessa se puso de puntitas detrás de mi hermana.
-Sí, ¿por qué no? Quiero fideos y pizza italiana.
-¡Sí!- Vanessa se fue corriendo a la sala agitando los brazos en el aire.
-Creo que extrañaré eso...
-Nosotras extrañaremos que pongas orden en la casa.
Brianna se veía normal, no estaba preocupada, ni triste, sólo era ella, siempre sonriente.
En eso sonó mi teléfono.
>Contesta, te esperamos allá.
Y se fue. Contesté sin mirar la pantalla.
-Aquí Logan.
-Hola Katherin. Habla Constance, de la oficina.
-Hola, dime qué necesitas.
-En vista de tu petición, hemos ajustado tu jornada laboral para que te presentes de lunes a viernes de 7am al mediodía. Eso de acuerdo a tu nuevo trabajo.
-Te lo agradezco mucho Constance. Mañana me mudaré así que tengo un día para adecuarme al nuevo lugar.
-Perfecto. Nos vemos Katherin, buenas tardes.
-Buenas tardes, hasta luego.
Y colgué. Pero en ese momento el teléfono sonó otra vez.
-Aquí Logan.
-Hola Katherin, soy yo.
-Hola... Loren- dudé sobre su nombre un momento pero opté por usar Loren ya que las chicas no sabían que era Loki, no se los iba a mencionar o no me dejarían ir a ninguna parte con él.
-Espero que estés lista para mañana. A las 9am pasará una limosina por ti, un hombre manejará tu auto hasta aquí así que no tendrás que preocuparte por nada.
Su voz parecía un ronroneo, suave y bajo.
-Claro, a las 9 está perfecto. Te veré mañana entonces.
-Nos vemos Katherin, descansa.
-Igual tú, Loren.
Y colgamos... Ese hombre me traía babeando, y aún no me mudaba con él, me pregunté si sabría lo que causaba en mí, lo más seguro era que lo supiera ya que él podía urgar en mi cabeza sin que yo me diera cuenta.
Estaba lista para mudarme, siempre tuve la fantasía de mudarme un día con mi novio, tener un departamento para ambos y que hiciéramos una vida juntos, y ahora era casi lo mismo con la simple diferencia de que Loki y yo no teníamos nada que ver.
¡Una limosina! ¿Ese hombre nadaba en dinero? Caray, no podía esperar a ver dónde vivía. Ni siquiera sabía en qué zona estaba su casa... Tenía que ponerme al tanto de muchas cosas.
Esa noche las chicas y yo acampamos en la sala. Hicimos la estructura de la tienda de campaña con las sillas del comedor y la cubrimos con algunas sábanas, en el piso pusimos tapetes, almohadas y sleeping bags para meternos; empezaba a hacer frío por la inminente llegada del invierno así que el estar bajo las sábanas no fue una tortura. Cantamos y bailamos un poco, como hacíamos en los cumpleaños y fechas especiales o sólo cuando nos apetecía.. Comimos la comida china y la pizza que pedimos y bebimos refrescos y un poco de vino tinto. Extrañaría esas celebraciones.
-¿Nos invitarás a la boda?- preguntó Brianna después de un rato de conversar.
-¡Sí! Amo las bodas- Vanessa se veía emocionada.
-¿Boda? ¿De qué hablan?
-Vamos, ya debiste darte cuenta. El hombre babea por ti.
-Bri, sabes que no es cierto. Nuestra relación es estrictamente profesional.
-¿Y como explicas su gran atención personal y lo caballeroso que es?
-Es inglés, Vane. Ellos son así- lo que hacía para cubrir mi trasero -. Nada más. Además de que no podría hacerlo, no podría hacerle eso a Helena. Ella confió en que le ayudaría y si hago algo malo, vendrá desde el más allá y me matará del susto.
-Pero te gusta, lo amas, lo deseas- canturreó Brianna. En ese momento la odié por tener razón.
-Creo que está fuera de lugar eso último.
-¡No! ¡Temas de adultos no!- Vanessa se cubrió las orejas y empezó a tararear -. ¡Lalalalala!
-Para ti casi todo es un tema para adultos- Brianna podía exagerar las cosas a veces, pero en eso tenía razón.
Extrañaría sus actitudes de niña pequeña, pero a pesar de ser así era una persona totalmente responsable y capaz de todo lo que se propusiese. Y qué decir de mi hermana, era fuerte e inteligente, y estaba a punto de casarse. Ambas saldrían adelante sin mí. Y yo, no sabía a dónde iba a parar, simplemente no sabía dónde vivía Loki... Tal vez debí preguntarlo en un inicio. En todo caso yo sabía que iba a ser muy distinto a un departamento en el Downtown de Los Ángeles, después de todo el hombre tenía una limosina y servidumbre que cumplía sus caprichos, inclusive si eso incluía hacer el aseo en casas ajenas.
Apagaron las luces alrededor de la medianoche, a pesar de que yo había pretendido quedarme dormida un par de horas antes, no había conciliado el sueño y pude escucharlas conversando; en resumen no querían que me fuera, estaban preocupadas por mí y por lo que pudiera ocurrirme estando en la casa de básicamente un extraño. A decir verdad yo también estaba angustiada y ahora con sus comentarios, aún más, era la verdadera razón por la que no podía dormir. Me sentía un poco extraña, nunca había dejado a mi hermana desde... Nueva York... Loki, el asesino de mis padres... Me mudaría con su asesino. ¿Acaso lo había pensado bien? No quería arrepentirme después, en unas horas vendrían por mí y me iría a vivir con él. Estaba confundida, asustada y ya no estaba tan segura de las cosas.
Pasé un buen rato dando vueltas una vez que ya no había luz, tratando de acomodarme para consiliar el sueño pero sin tener resultados.
-Kat- escuché un susurro a mi espalda.
-Mmm.
-¿No puedes dormir?
-Duérmete Vane, estoy bien- no quería girarme, porque sabría lo que pasaba por mi mente.
-Yo tampoco tengo sueño.
Me di cuenta que me seguiría hablando hasta que le hiciera caso, entonces me giré.
>¿Estás nerviosa? Por la mudanza, quiero decir.
-No del todo, más bien estoy preocupada, por mi trabajo. Ya arreglaron mi horario pero no estoy segura de que pueda funcionar.
-Tal vez deberías considerar dejar la agencia, porque no debes martirizarte. Te preocupas demasiado por las cosas y te saturas, relájate.
-No puedo Vane, ellos creyeron en mí a pesar de llegar a pedir trabajo a los 16 años. No puedo irme como si nada. ¿Y si no me adapto a trabajar con Loren? Volvería y tendría que buscar trabajo de nuevo.
-Conseguirías el trabajo, tienes muchos diplomados y tu tesis fue la mejor de la generación. Puedes hacerlo.
-Gracias Vane, necesitaba que me subieran el ánimo.
-Bueno, espero haberlo hecho. Que descanses- dijo girando sobre su espalda.
-Tú también.
Me acosté boca arriba y miré el techo de la tienda de campaña improvisada. Extrañaría todo esto. Pero por el momento tenía cosas que hacer. Cerré los ojos y comencé a contar borreguitos.
-Un borreguito. Dos borreguitos. Tres borreguitos...
Tal vez eso ayudaba a dormir después de todo.

Lokison --- Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora