Lokison --- Terminada.

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Hola humanos :) perdonen por lo del capítulo anterior, pero como dije, Katherin está loca. Y también, como dije de igual manera, esto no se quedará así y supongo que lo han notado ya por el título y la imagen... Sí, Loki se la va a hacer de cuadritos.

Conduje de vuelta a Manhattan Beach. En el trayecto pensé varias veces en estrellarme en alguna parte a propósito, no merecía nada de esto... Lloraba como si hubiese perdido a alguien, era más de lo que yo podía cargar.
>¡Eres una puta, Katherin! ¡Una puta! ¡Puta!- gritaba estrellando la palma en mi frente repetidas veces -. Seguro Loki ya está más que enterado... ¡Carajo, me va a aniquilar!
Puse el acelerador a fondo y en cuanto me estacioné, subí de dos en dos peldaños hasta la sala, donde finalmente me encontré a Juno, marcando desesperada en el teléfono.
-¡Kat! ¿Dónde has estado? Te he llamado muchas veces desde ayer en la tarde y también Vanessa y tu hermana. ¿Qué tienes?
-No puedo hablar ahora, Juno. Necesito ir a Asgard a arreglar algo de inmediato. Llama a Bri y a Vane y diles que estoy bien, que volví y que sólo pasé la noche afuera. Pero no dejes que Thomas sepa que volví, primero tengo que arreglar las cosas que causé.
-¿Qué hiciste?
-Lo peor que pude haber hecho. ¿Puedo pedirte un favor? En el tocador de mi habitación hay una libreta con los datos de todas las agencias que contratamos para la boda. Por favor llámalos y cancela todos los pedidos, absolutamente todos.
Subí rumbo al ático, dejando tras de mí a una atónita Juno que después de unos instantes comenzó a seguirme. Apreté el paso, no podía dejar que me detuviera. Finalmente llegué a la cima y miré al cielo.
>Heimdall, abre el Bifrost por favor. Quizá ya me han vetado de Asgard pero necesito ir ahora.
El portal me absorbió antes de que Juno me alcanzara y sólo vio cómo me iba por el puente arcoiris.

PDV: Juno.
-¿Hola?
-Brianna, Kat volvió pero se fue de inmediato a Asgard. No sé lo que sucede. No me dijo nada.
-Ok, esperaremos a que vuelva para interrogarla. Gracias.
Colgué y marqué el otro número. Para entonces ya tenía a la mano el cuaderno que me había indicado Kat.
-¿Sí?
-Vanessa, Kat volvió pero no me dijo nada de lo ocurrido, justo se acaba de ir a Asgard.
-Bien... ¿En qué estará metida esa mujer?

PDV: Katherin.
Al llegar me di cuenta de que ni siquiera llevaba zapatos puestos. ¿Dónde los había dejado? Vi al guardián frente a mí, bajé la mirada.
-Bienvenida a Asgard.
-Gracias, Heimdall. Debo suponer que Loki está enterado.
-Lo está. Lo lamento tanto, fue mi culpa que se enterara.
-No, fue la mía por ser una desgraciada.
Entonces corrí a la entrada, donde para mala suerte no habían caballos. Me quité la chamarra de encima y comencé a correr lo más rápido que pude por el puente. Atravesé la ciudad y llegué hasta el palacio, no me detuve ni siquiera cuando los Einherjar no me reconocieron al inicio y quisieron frenarme. Fui a la alcoba, pero no estaba ahí. En el campo de entrenamiento, nada. Sólo quedaba un lugar. Me detuve frente a la sala del trono... ¿Quería hacer esto? Podía costarme la vida pero no era momento de ver por mi cuello.

PDV: Loki.
-Mi Lord, la reina Lady Katherin está aquí. Espera hablar con usted.
Di media vuelta y puse las manos detrás de la espalda.
-Por favor díganle que no puedo atenderla. No porque esté ocupado, sino porque no tengo deseos de verla.
-Me temo que ha insistido bastante.
-Carajo... Está bien, déjenla entrar.
Me mantuve de espaldas a la entrada, ¿qué hacía en Asgard?

PDV: Katherin.
Entré al lugar, pisando el frío suelo. Lo vi de espaldas, se le observaba altivo y hermoso... ¿Qué había hecho?
-¡Loki!
Se dio la vuelta lentamente, cuando me miró contuve las ganas de llorar y salir corriendo. Su expresión obviamente no era con la que me miraba antes. Y era toda mi culpa.
-Miren quién se ha dignado a venir- se sentó en el trono y colgó las piernas por encima de uno de los costados del trono, haciendo parecer que estaba acostado -. ¿Por qué? Seguro vienes a querer arrastrarte a mis pies, pidiendo perdón por lo que hiciste.
-No precisamente a arrastrarme, pero esperaba que por lo menos me escucharas, si crees que es que es bueno escucharme aún.
-Bien, habla ya.
-Ayer estaba más que molesta contigo y conmigo misma por las cosas que dijimos, pero no fui capaz de venir aquí. Como siempre, quise huir de mis problemas y fui a refugiarme con la única persona que no iría tras de ti si supiera que habíamos tenido una discusión, fuera de quien fuera la culpa. Lloré mucho ayer, por eso bebí, para dejar de llorar y olvidarme un poco de las cosas... Perdí el control e hice cosas que no he dejado de reprenderme desde que desperté... Estoy metida en un puto infierno y debes saber que me iré, no puedo vivir con esto, sabiendo que te he hecho daño de un modo que prometí que jamás haría. Dejaré todo lo que me has dado, no me llevaré nada, no sería justo. Sólo quiero saber que me perdonas, para que yo pueda perdonarme... Aunque tampoco estoy en posición de pedirte nada, mucho menos tu perdón.
Sentí que el mundo se me venía encima cuando se levantó y vino hasta mí. Nunca tuve tanto miedo de lo que pudiera hacer, ni siquiera cuando lo comenzaba a conocer, pero obvio que nunca lo había herido así.