Rockabilly

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-¿Están pasándola bien?- nos preguntó la chica que nos llevó las malteadas y las cervezas a la mesa -. En un rato empieza el concurso de baile, así que consigan una pareja.
- No es por nada pero esos chicos de allá nos están mirando- dijo Brianna observando al otro lado de la pista.
- No, no, no, eso no va a pasar. Yo no voy a bailar con un desconocido. Además ni siquiera sé cómo se baila esto- me reí del comentario.
-¡Vamos! A eso vinimos, tenemos que divertirnos- dijo Vanessa sonriendo de oreja a oreja.
-Vale- acepté -, pero tú vas a decirles que bailen con nosotras.
-¿Qué?- Vane estaba pasmada.
-Tú eres la de la despedida. Vamos, será divertido- la insité a que hablara por nosotras.
-Bueno, bueno. Yo lo hago.
-Pero sólo son tres- señaló Constance.
-Yo puedo bailar contigo, no tengo ganas de relacionarme con extraños- ofreció Lauren.
No estaba segura de eso, pero aún así seguí a Brianna y a Vanessa hacia donde se encontraban los hombres que nos observaban. Había algo en ellos que me hace desconfiar, aunque si algo salía mal yo podía hacerme cargo. En todo caso decidí no preocuparme por las cosas qué podría estar imaginando.
-Hola- dijo Vanessa sonriendo -, mis amigas y yo queríamos saber si les gustaría bailar con nosotras.
El que se encontraba en medio de los otros dos, el más alto de todos, fijó sus ojos en mí, dejándome helada. Sus ojos eran negros, su piel apiñonada y su cabello corto y rizado. Los otros dos eran rubios, uno de ojos verdes y el otro de ojos azules; quizá eran hermanos, se parecían mucho entre sí.
Entonces anunciaron que el concurso de baile estaba por comenzar.
El hombre que me miraba habló.
-Por supuesto, señoritas- al ser yo quien estaba en medio de las chicas, él me tendió la mano y al tomarla me guió a la pista de baile, donde ya estaban listas otras parejas, incluyendo a Lauren y a Constance. Todo el lugar estaba lleno de luces y gente vestida con ropa rara, al igual que yo... ¿Por qué me había dejado convencer? -. ¿Escuchaste algo de lo que dije?
-¿Qué cosa?- regresé la mirada a él y rió.
-Te preguntaba si ya habías venido aquí.
-No, para nada. Estamos celebrando con nuestra amiga y quiso venir aquí, le encantan estos lugares.
-Ya veo. No pareces del tipo de personas que viene a este tipo de cafeterías.
-Es la primera vez que hago algo así, bueno, ya había ido a un lugar como este pero sin el enorme vestido.
-¿Sabes bailar, al menos?
-Sí, por supuesto.
Vi hacia donde estaban las chicas, hablaban animadamente con sus parejas, esperando que la música comenzara.
-Bien, porque por lo regular yo siempre gano el concurso y quiero seguir ganando- este sujeto era extraño, parecía intimidante y era un presumido -. ¿Y cómo te llamas?
Mierda... Lo que faltaba... ¿Por qué no podía estar en un lugar cualquiera sin que me preguntaran mi nombre? Después de todo lo ocurrido con Thomas y los espías, eso me ponía de nervios.
-Jessamine- mentí.
-Bonito nombre, yo me llamo Will.
No sabía qué más decir, me limité a sonreír. Me vi salvada cuando comenzaron a tocar la primera canción, y luego otra y otra y otra más... Poco a poco las parejas eran eliminadas, mientras que las chias y yo seguíamos en la pista. Ya estaba agotada, pero al poco rato Will y yo ganamos el concurso. El premio fueron 300 dólares, entonces lo dividimos en partes iguales, me compraría unos zapatos con ese dinero.
Después nos sentamos todos juntos en una mesa y pedimos otras malteadas y unas cervezas. Curiosamente Bri se había negado rotundamente a beber alcohol, algo le pasaba a esta mujer, lo averiguaría luego.
Tenía a un lado a Will, pero me miraba con tanta insistencia que decidí levantarme de la mesa con la excusa de ir al baño, bueno en realidad sí quería ir. Después de pelear con mi enorme falda dentro del cubículo, me miré en el espejo y me retoqué el labial, nunca había sido de colores intensos en los labios.
Al abrir la puerta del baño encontré que Will estaba esperándome.
-¿Estás siguiéndome?
-¿Acaso no es obvio? ¿Por qué crees que las mirábamos tan insistentes hace un rato?- di un trago a su cerveza y dejó en cualquier lado la botella mientras caminaba hacia mí hasta tenerme acorralada contra la pared, o se le habían subido las copas o desde un inicio quería joderme -. Eres hermosa, ¿qué dices si tú y yo vamos a mi auto?
-¿Qué dices si te rompo el hocico? Déjame ir Will, no quiero problemas.
-Te los buscaste al ir con nosotros- dijo antes de tomarme por los hombros y azotarme en la pared. Comencé a manotear para arañarle el rostro -. ¡Oh sí! ¡La puta se ha enojado!
Levanté la rodilla y fue a dar en su entrepierna, al agacharse di otro rodillazo en su nariz, tirándolo al suelo.
>¡Perra!
Debajo de mi falda llevaba una canana donde tenía guardada una pistola (desde los sucesos en la playa, no salía sin mi arma). Al sacarla le apunté, e hice para atrás el seguro, haciendo que se cagara.
-Perra tu madre, infeliz- le espeté antes de poner el seguro y darle un cachazo en la cabeza, noqueándolo.
-¡Katherin! ¿Por qué tardaste tanto?- gritó mi hermana al verme llegar a la mesa -. ¿Tienes sangre en la falda?
Miré mi ropa, era verdad, tenía sangre embarrada.
-Había una pelea de ebrios allá atrás y me salpicaron.
-¿Dónde está Will?- preguntó el rubio de ojos azules.
-Se estaba comiendo a una de las camareras- dije rápidamente -. Chicas, es hora de irnos, el vuelo sale en una hora.
-Pero...- comenzó a protestar Vane.
-¡Ahora!- chillé.
Mientras salíamos del lugar guardé mi pistola en la canana, ya que la había mantenido oculta tras mi pequeño bolso de mano.
-¿Esa es un arma?- preguntó Lauren, que había visto cómo la guardaba.
-Ajá...
-¿Por qué traes un arma?- gritó Brianna.
-¿Por qué me haces esto, Katherin?- comenzó a llorar Vanessa.
-¡De no ser así ese imbécil me habría violado! ¡Y a ustedes también si no nos vamos!
Entramos al auto y Brianna condujo rápidamente después de que yo se lo pidiera.
-¿Te hizo daño?
-No, pero estuvo a nada. ¿Aún quieren ir a ver chicos bailando?
-Sí, ¿por qué no?- aceptó Vanessa. Me sentía terriblemente mal por haber causado esto y haber arruinado su salida. Me recargué en la ventana y dejé que las lágrimas resbalaran en silencio.

***

Nos habíamos cambiado en el auto. Ahora llevábamos jeans (por fin), blusas y tacones. Habíamos entrado en un table para mujeres y ahora estábamos poniéndoles billetes a los hombres strippers en su diminuto vestuario. No dejaba de pensar en lo que había pasado un par de horas antes, pude matar al hijo de puta, pero no tuve las agallas de presionar el gatillo.
Para entrar en el lugar con la pistola necesité mostrar mi permiso de portadora de armas y una licencia del FBI que me había conseguido Fury.
Lo que me hizo olvidarlo por un rato fue reírme como nunca en la vida cuando a Vanessa le llevamos un bailarín. Su cara estaba tan roja como un tomate y no paraba de reirse y cubrirse los ojos, luego echaba un vistazo y volvía a cubrírselos.
-¿Quién te viera, Vane?- gritó Brianna cuando el bailarín se le sentó en las piernas y tomó las manos de ella y las pasó por su tórax.
De rato llegó otro bailarín y Vanessa se puso aún más roja, si eso era posible. Eso estuvo mejor de lo que esperaba.
Entonces sentí que mi celular vibraba. Al sacarlo me asustó ver que tenía 15 llamadas perdidas y 5 mensajes. Todos de Loki.
Leí los mensajes y contesté rápidamente, con la música no había escuchado. Sus mensajes eran cada vez más alarmados.
●Perdóname, amor. La música está muy alta. ¿Todo en orden? ¿Por qué tantas llamadas?●
Un minuto después llegó su respuesta.
●Recibí una alerta de que el seguro de tu arma había sido removido, ¿todo en orden, Katherin?●
Mierda...
●Sí, todo bien. Un imbécil quizo pasarse de listo conmigo.●
●¿Le disparaste?●
●No, sólo lo dejé inconsciente con un cachazo.●
●¡Carajo! ¡Quédense donde están! Voy a rastrearlas●
●¿Qué? No es necesario que vengas, estamos bien.● No me respondió, envié otro mensaje ●¡Loki! Está todo en orden, por favor.●
Fue todo.
-¡Kat! ¡Deja el teléfono un momento!- gritó Constance y me indicó que me acercara a la mesa en donde había una cubeta con 4 cervezas y un agua mineral para Brianna, esto era igual de raro como que se ofreciera como conductora designada.
-¡Por la futura novia!
Un rato después decidieron que era hora de irse, pero Loki me pidió que nos quedáramos. Hice un poco de tiempo, convenciéndolas de que fuéramos al baño. Pero no fue suficiente para que Loki llegara, así que me resigné a que teníamos que irnos.
Estábamos abriendo las puertas del auto cuando escuché que se cerraban una puertas a mi espalda.
-Entren al auto- dije.
-¿Kat? ¿Qué piensas hacer?- preguntó Lauren.
-Entra tú también, Katherin- pidió Brianna.
-¡Entren al auto y bajen los seguros!- ordené.
Cerré mi puerta y me giré hacia los hombres.
-Bonita nariz, ¿puedes recomendarme a tu cirujano plástico?
-Eres una desgraciada, y una mentirosa, Katherin Logan.

Lokison --- Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora