Doble cara

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Parecía como si me hubieran lanzado un zapato en la cara... Helena, ¿por qué lo había hecho?
-P... P... Pero...
-Antes de decirte eso, quiero que entiendas que los problemas entre nosotros que la orillaron a engañarme no son de tu incumbencia y que no planeo explicártelo. Aclarado esto, bien... En efecto, ella me puso unos enormes y retorcidos cuernos en la frente con el contador... Lo supe desde un inicio, pero quería saber hasta dónde estaba dispuesta a llegar. En ese tiempo no la toqué ni por error y nos fuimos distanciando... Cuando, el universo se encargó de regresarle su mala obra... Ella se enfermó gravemente... La infección debilitó su sistema inmunológico haciéndola susceptible a otras enfermedades.
-No puede ser- murmuré -. Se contagió de SIDA.
-Así es- dijo con voz lúgubre -. Al poco tiempo su amante murió de neumonía y ella quizo volver a mí, sin embargo la rechacé, no estaba dispuesto a perdonarle lo que había hecho. No temía a la enfermedad ya que, como no soy mortal, no podía hacerme daño, pero la herida fue profunda... La única persona que no fuera Frigga que me mostró amor, me dio la espalda y me enseñó que no importa cuánto proclamaran los humanos que son una especie moral y leales hasta la muerte, pueden ser tan viles como los monstruos de otros planetas.
-¿Por qué no se separaron, si tanto daño se habían hecho?
-Porque mi empleo dependía de mi matrimonio con ella... Y mi estancia en Midgart en libertad... Era una de las mentes brillantes trabajando de incubierto con S.H.IE.L.D. y debido a eso me dieron la oportunidad de hacerme cargo de las cuestiones con otros mundos, así como la incorporación del poder de las Gemas del infinito con armas humanas.
Carajo... ¿Acaso estaba diciendo que...?
>Nunca la amé... Sólo necesitaba garantizar mi permanencia en tu mundo... Y cuando me di cuenta de que estaba utilizándola y que le haría daño, la iba a dejar, pero Thomas fue lo que le dio vida a mi relación, tendría un heredero... Todo lo que he hecho desde entonces ha sido para proteger a Thomas, aunque no de la forma correcta.
-Muchas veces no sabemos lo que ponemos en juego, pero no lo sabremos nunca sino jugamos... Apostaste a que todos te aceptarían sí te veían con una mortal y así fue, ¿pero y si todo se descubriera?
-No sé lo que haría, me quitarían a Thomas, y es lo único que tengo.
Nos quedamos un momento en silencio. Este hombre era complicado, seguía siendo el mismo manipulador que sie pre había sido, pero esta vez se había quedado por algo hermoso: su hijo.
-Bueno, ¿podemos hablar sobre Thomas?
-Por supuesto, dime.
-Pues, está desplazando sus sentimientos hacia objetos inanimados. Esto se da cuando les han enseñado a decir que están bien aunque no lo estén, y en lugar de decir "hey, me siento solo, presten atención", simplemente se aislan y dicen estar bien, aunque por dentro estén rotos.
-¿Qué sugieres hacer?
Miré al suelo.
-Loki, debes saber que no tengo experiencia con niños.
-Me importa una mierda si tienes experiencia o no, he preguntado qué sugieres tú.
Su mirada tan imponente... Me sentía frita.
-Ammm... Pues yo... Pienso que hay que hablar con él sobre lo que pasa y decirle que no está mal mostrar los sentimientos.
-Pero es hombre, y los hombres no llo...
-¡Gracias! ¡Esa es la actitud que vuelve a las personas así!- habíamos llegado al grano. Azoté la mano en el escritorio, causándole un sobresalto -. Deja a un lado esa idiotez de que no lloran porque son machos, son seres vivos con sentimientos y fin.
-¡De acuerdo! Dejaré que exprese sus sentimientos- gritó levantándose y alzando los brazos.
-¡Tal vez deberías escuchar primero lo que tengo que decir!- grité también al levantarme de la silla, apoyando las manos en el escritorio y por consecuente me encorvé hacia él .
Ambos teníamos un carácter horrible, ¿cómo iba a ser esto?
-Bien, te escucho- apoyó las manos y de igual manera se adelantó hacia mí.
-Lo del oso de peluche es una proyección de lo que siente, porque cree que es socialmente incorrecto decir que le sucede algo. Hay que mostrarle que no lo es... Sincérate con él, hablen, tiene que confiar en ti si quieres que entienda quién eres.
-No sólo es eso, sino que siento que tiene actitudes muy infantiles para su edad, tiene 8 años y se comporta como si tuviera 5 ó 6.
-Es porque no lo estás dejando disfrutar su infancia, lo saturas de actividades extracurriculares y no está viviendo. Déjalo en actividades que realmente le gusten y fin, no quieras que sepa todo sobre todo cuando es niño... Yo no viví por estudiar como psicópata, no dejes que le pase lo mismo por el deporte... Hablen, trátalo como niño que es, y pronto entenderá las cosas... Insisto en que debemos esperar a que madure un poco más para hacerle saber la verdad.
-¿Por qué Helena nunca hizo esto?
-Los psicólogos no podemos atender a personas que conocemos plenamente porque eso puede jugar en contra nuestra, no se debe hacer por ética profesional.
-Ya veo...
-Deberías comenzar ya... Si te sientes más cómodo para hablarle no estaré, así podrán hablar sin problemas.
-De acuerdo, hagámoslo.
Fue más fácil de lo que habíamos pensado. Inmediatamente después de terminar la comida, me retiré para dejar que ellos hablaran a solas. Mientras tanto aproveché el espacio para llamar a las chicas, además de pensar cómo les diría dónde estaba por al menos 15 minutos. Esperé en la línea un par de timbrazos.
-¿Hola?
-Hola Bri...
-¡Kat!- chilló en la bocina, dejándome sorda un momento -. ¡Vane, es Kat!
-¡Kat!- esa era Vanessa, al parecer había dejado caer unos cubiertos -. Ponla en el altavoz.
-Hola chicas.
-¿Cómo va todo?
Me preguntaba cómo les diría que estaba a kilómetros de distancia.
-Bien Vane, mis cosas ya estaban instaladas y hoy mismo comenzamos a hablar con Thomas, al parecer las cosas progresarán rápido.
-¿Cuándo podremos visitarte? ¿Qué tan lejos queda?
Y ahí estaba el tema que no quería tocar.
-Emmm, Bri... Pues... Verás, a eso iba... Voy a dejar la agencia.
Mi hermana rió.
-Es un buen chiste. Ya en serio, dime si podemos verte allá.
-Es la verdad, Bri. Voy a dejar la agencia, envié un fax al llegar a manera de renuncia... Estoy muy lejos de casa. Se mudaron hace tiempo, yo no lo sabía, y no estoy en la casa cerca de Hollywood a donde fuimos en una Navidad.
-¿Estás en Beverly Hills?- aventuró Vanessa.
-¿El desgraciado vive en Beverly Hills? ¡Está de lujo!
-No Bri, no estoy en Beverly Hills... Estoy en Manhattan Beach.
-¿Pero qué carajos haces ahí?- Brianna me ahorcaría con el cable del teléfono si estuviera con ellas.
-No sabía que estaba aquí, me quedé dormida y cuando desperté estábamos aquí.
-Sí no fuera genial estaría muy molesta contigo, Katherin.
-No me digas Katherin, hermana, se siente feo.
-¿Cuándo podremos vernos?
-No lo sé Vane, ni sé cuánto tiempo voy a quedarme, pero prometo que nos veremos pronto.
-Te quedarás para siempre ahí, Loren te ama y punto, sólo es cuestión de tiempo para que suenen las campanas.
-No vamos a casarnos- dije riéndome.
En eso golpearon suavemente la puerta de mi habitación, giré y vi a Loki de pie en el marco de la puerta. Mierda, no había cerrado la puerta. Su mirada divertida dejaba claro que había escuchado al menos el último comentario.
-¿Interrumpo algo, Srita. Logan?
¿Srita. Logan? No se escuchaba nada mal dicho por él.
-En absoluto, un minuto- y volví al teléfono -. Chicas me tengo que ir, pero estaremos en contacto.
-Cuídate mucho Kat, te quiero.
-Y yo a ti Vane.
Entonces desactivaron el altavoz y fue Brianna quien tomó el auricular.
-Me alegro que estés progresando, te lo mereces hermana... Después de todo lo que has hecho y todas las veces que te rompiste la espalda por sobresalir y seguir adelante, por fin estás en donde querías, ser una psicóloga particular.
Era cierto... Mi más grande sueño había sido ese siempre.
-En verdad gracias, te quiero Bri.
-Yo más... Oh, ammm. Por cierto- bajó su tono de voz y murmuró -, sé perfectamente quién es él en realidad.

Lokison --- Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora