Viviendo día a día

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Los días siguientes fueron difíciles para todos. Thomas hacía todo lo que podía para entender lo que Loki trataba de enseñarle sobre sus poderes, Loki intentaba hacer de buen maestro para su hijo mientras que internamente sostenía una batalla de la cual no me hacía partícipe debido a que yo representaba el ciclo que intentaba cerrar, por mi parte yo me mantenía al margen sin parecer distante pero tampoco me vi demasiado involucrada en los sucesos entre padre e hijo esos días que siguieron al caos de la playa. Decidí comenzar a vivir día a día, sin preocuparme demasiado por lo que viniera y tampoco por lo que había pasado, sólo quería paz para terminar de entender por qué estaba ahí.
Loki supo siempre que había algo en mí de Sigyn, y aún así eligió a quien aseguraría su permanencia en nuestro planeta. Por otra parte, él pudo manipular a Helena para que me eligiera como la encargada de resolver sus conflictos familiares, de modo que estando cerca a él, pudiera tenerme como Katherin y como una puerta a quien una vez amó... Mi mente estaba hecha un plato de spaghetti, mis ideas enredadas unas con otras cual fideos... También estaba el hecho de que nos tenían en la mira. E igual el asunto de que Thomas quería que su padre y yo nos casáramos para que él tuviera un hermanito... ¿Y si todo eso de sus sentimientos hacia mí en realidad sólo eran hacia la idea de que yo podía ser una reencarnación de Sigyn? En todo caso, eso de la reencarnación no podía ser ya que los tiempos de su muerte y mi nacimiento no concordaban, más bien sería como si ella viviera en mí, como un complemento a mi ser, ta como lo dijo Loki. ¿Acaso me eligió para complementarme porque él mató a mis padres? ¿O sabía que algún día coincidiríamos? Estaba hecha bolas y necesitaba ordenar mis ideas, por eso durante esos días pasé mucho tiempo en mi habitación, ni siquiera tenía ánimos de hacer ejercicio, no revisaba ni contestaba los mensajes, los emails, las llamadas, la tele y los videos se quitaron de mi lista de ocupaciones y lo único que hice fue sentarme durante horas en el piso con la espalda contra la puerta.
Unos golpecitos en la puerta me volvieron a la realidad.
-¿Katherin?- la voz de Loki era clara y firme -. Soy yo, ¿puedo pasar?
Lo pensé un momento, pero al final me levanté, puse a un lado una mantaen la cual habia estado envuelta y abrí la puerta.
-Hola, Loki.
-Hola. Quería saber a qué hora necesitas estar mañana en la prueba de vestuario para la boda.
-A las 11 am a un par de cuadras del departamento. Las veré ahí y después nos vamos a la boutique.
-Ya veo... ¿Qué pasará con Vanessa cuando tu hermana se mude con Rogers?
-Se irá a vivir con Luke, le ofreció una habitación en su casa, así que vivirán juntos desde antes de su boda. Les servirá para poner en orden las cosas desde un inicio.
Se quedó en silencio, como si pensara lo que le dije.
-Muy bien... Bueno, tu cena está en la nevera, sólo caliéntala dos minutos... No te duermas tarde, Katherin, por favor.
-No eres mi padre, Loki, no te preocupes por lo que hago o lo que no hago.
-¡Pero soy tu jefe, y te pido que no te desveles!- nunca me había levantado la voz, se me hizo un nudo en la garganta y desvié la mirada cuando mis ojos se llenaron de lágrimas.
-Está bien, iré a cenar en un momento.
Me di media vuelta y doblé una manta para ponerla en la cama y me dirigí a la cocina, dejándolo ahí. Calenté mi cena y comí de pie, acto seguido lavé mis cubiertos y los coloqué en la alacena después de secarlos. Me dirigí a mi habitación y me lavé los dientes, para luego ponerme la pijama: una blusa holgada de tirantes y un short ajustado que más parecía una pantaleta, pero antes de meterme a la cama me di cuenta de que no había dejado mi vaso de agua y decidí regresar a la cocina, pero al ser un poco tarde opté por ir a oscuras y sólo guiarme con la luz de la luna que entraba por las ventanas, para no molestar a nadie.
Encontré el vaso en la barra de la cocina, bebí de sopetón ese vaso y me serví nuevamente, entonces la luz se encendió sola.
-Creí haberte pedido que te durmieras temprano.
Me sobresalté y estuve a punto de soltar la jarra, pero al ver que era él, me relajé un poco y dejé en su lugar el contenedor de agua. Lo miré de reojo, pero mantuve la vista en mis movimientos.
-Olvidé mi vaso, sabes que necesito agua por si tengo sed en la noche.
-Lo sé... Katherin, quería disculparme por cómo reaccioné hace un rato, y por cómo he actuado estos días.
-Todos tenemos fantasmas y un mal genio, Loki, y hay veces que deben salir a la luz... No hay problema, ambos necesitamos descansar.
Tomé el vaso y caminé tomando dirección a mi habitación, pero él se interpuso en mi camino. Y me di cuenta de que no llevaba encima una camisa, dejando al descubierto su torso tonificado por el ejercicio, no estaba lleno de músculos pero era evidente el trabajo en su cuerpo. Me sonrojé cuando al alzar la mirada sus ojos se toparon con los míos. Dio un paso hacia mí y me quitó el vaso de las manos, poniéndolo de vuelta en la barra de la cocina. Alzó sus manos y tomó mi rostro entre ellas, acto seguido se inclinó y me besó. Devolví el gesto, y conforme sus manos bajaban hasta mi cintura, le rodeé cuello con mis brazos. Me abrazó con fuerza pegándome a su cuerpo y me izó del suelo para sentarme sobre la barra. Nos miramos un momento y con un suspiro pronunció las palabras mágicas, aquellas que había anhelado escuchar por tanto tiempo.
-Te amo, Katherin.
¡Por fin estaba pasando! ¡Qué día tan glorioso en mi existencia!
-Yo también te amo, Loki, pero no quiero que vivas con fantasmas y menos que yo los atraiga a tu mente.
-Ya no más. Eres mi presente, y ya no hay nada más que tú.
Me abrazó fuertemente y murmuró en mi oído.
>Déjame amarte...
Me separé de su abrazo y lo miré. Supe a qué se refería... La idea me asustó al inicio porque esto iba más allá de lo que hubiera planeado, pero no me estaba forzando a nada, era mi decisión... No hizo falta que hablara, él supo que tenía mi consentimiento. Me abracé a él con piernas y brazos cuando me alzó de la barra tomándome por las piernas, comenzó a caminar y sentí el mismo cosquilleo que en la playa, cuando miré alrededor estábamos en su habitación, nunca antes había entrado. Cerró la puerta con el pie y siguió su camino.
Me depositó con delicadeza en la cama, quedando sobre mí en cuatro puntos. Vi la fiereza en sus ojos, mezclado con deseo y adoración. Metí mis manos por debajo de los brazos y lo atraje hacia mí y lo besé. Recorrí su espalda con mis dedos, sintiendo sus músculos bajo la piel, mientras él acariciaba mis piernas que aún estaban rodeando su cintura. Sus besos bajaron a mi cuello y su mano aventuró por debajo de mi blusa, haciéndome estremecer. Cuando menos me di cuenta ambos estábamos desnudos, en los brazos del otro, recostados de lado sólo besándonos. El momento tranquilo no duró demasiado, y me sacó de balance cuando se posicionó de nuevo sobre mí, y me miró buscando nuevamente mi aprobación, asentí suavemente con la cabeza, y se irguió momentaneamente.
Un sonido de algo rasgándose llegó a mis oídos, y al ver con la poca luz que emitían las lámparas de mesa que dejaba a un lado una envoltura, me sentí aún más tranquila. Se inclinó hacia mí, quedando nuestros rostros a poca distancia. De repente se me acalambraron las piernas, pero sabiendo a qué se debía lo ignoré. Él continuó su movimiento mientras nos abrazábamos, nos besábamos y acariciábamos. Esto éramos nosotros, dos personas que se amaban con locura, lo suficiente para entregarnos el uno al otro, y aunque antes me hubiese parecido una fantasía solamente, ahora estaba pasando, tenía a Loki sólo para mí y Loki me tenía sólo para él, y este acto lo probaba, sellaba nuestro amor.
Finalmente nuestros cuerpos se arquearon en medio de un estremecimiento, mientras los dos al unísono decíamos el nombre del otro.
-¡Katherin!
-¡Loki!

Lokison --- Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora