¿Quién reside dentro de mí?

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Lo primero que pensé fue si este hombre gozaba de salud en sus facultades mentales, y mi primer impulso fue preguntarle algo como "¿te golpeaste la cabeza?", pero al no ser tan cortés quise preguntarle "¿te sientes bien?", pero solamente me quedé callada, con los ojos abiertos con asombro y mi labio inferior entre mis dientes, cosa que hacía para evitar hablar cosas de las cuales me arrepentiría luego.
>En realidad, no es tanto como una reencarnación sino como si su alma hubiera buscado a alguien a quién complementar porque los tiempos no concuerdan, tú ya habías nacido cuando ella murió, pero juro que ella reside dentro de ti y ahora lo sé. Sé que sueña extraño, pero entre las cosas en las que puse el bloqueo estaba la idea sobre los estímulos sobrenaturales y la reencarnación de los cuales tu madre les habló a ti y a Brianna, y tus sueños dan la pauta a pensar que en efecto heredaste de tu padre la sensiblidad para percibirlos, sin mencionar el bloqueo innato que hay dentro de tu cabeza.
-Espera, ¿qué?
-Es lo que evitó que pudiera borrarlos, ya que fue mi primera intensión al entrar a tu cabeza, es por eso que nos lastimé a ambos aquella vez... Y al ver que tenías esa capacidad, decidí que valía la pena revisarlos más a fondo cuando estuvieses lista, es por eso que les puse el bloqueo en lugar de borrarlos.
-¿Querías borrar de mi mente unos de los pocos recuerdos que tengo con mis padres?
-No es por eso.
-Claro que sí, pudiste querer borrar alguna otra cosa pero fuiste directo por uno que involucraba a mis padres.
-Fue egoísta de mi parte querer hacerlo, pero era para evitar que mis fantasmas me persiguieran a través de ti.
-¿Por la muerte de Sigyn?
Él asintió mirándome a los ojos fijamente, luego, al no poder sostenerme la mirada, suspiró y agachó la cabeza. Estaba en un dilema: eso había sido muy egoísta de su parte, pero a fin de cuentas no me había quitado mis recuerdos y a pesar de que intentó protegerse, ahora me ofrecía una oportunidad para averiguar sobre mí, incluso si esto le causaba un inmenso dolor.
>¿Sabías de la reencarnación?
-Tú siempre me la recordaste, desde el primer momento en que te conocí mientras estudiabas, fue lo que pensé. Pero nunca imaginé que estaría en ti... Y conforme te he ido conociendo, veo más de ella en ti de lo que jamás hubiese cruzado por mi mente.
-Dime qué pasó
Alzó la mirada y se dirigió al sillón que se encontraba a un costado en la habitación, invitándome con la mano a ir en su misma dirección. Cuando nos sentamos, él de frente y yo girada hacia él con la pierna izquierda sobre el sillón, me mantuve a distancia, y presté toda la atención que pude, por una parte para comprender lo que quería decirme y otra para concentrarme y olvidar lo que había hecho... No recordaba nada de eso, sólo consideraba lo que me acababa de decir...
-Conocí a Sigyn unas semanas antes de la ceremonia en la cual Odín nombraría como heredero a Thor, cuando los gigantes de hielo intentaron llevarse el casquete, su fuente de poder. Era un ángel en un cuerpo femenino, hermosa, devota, graciosa y fuerte. Se metió en mi mente como nadie nunca antes, pero yo no me di cuenta de que eran sentimientos lo que sentía por ella, ya que era una de mis muchas concubinas- no había manera de ver mi rostro, pero estoy segura de que estaba roja de celos -, y como bien sabes, las concubinas sólo sirven para "calmar tus deseos sexuales" por llamarlo de alguna manera. Luego vino el tiempo entre la caída del Bifrost y cuando me apresaron por mis actos en Midgard. Al inicio sólo me mantuve lejos, escondido mientras planeaba cómo demostrarles que yo "había nacido para ser rey", pero algo estuvo en mi mente a cada segundo...
-Sigyn...
-Sí, me di cuenta de que había involucrado mis sentimientos con ella... Y siempre que podía, me colaba al palacio para verla... La última vez que la vi le prometí que la siguiente vez que nos encontráramos, la desposaría y sería mi reina... Pero como ya sabes, los payasos de S.H.I.E.L.D. se entrometieron y sencillamente volví, no como el conquistador que ella esperaba, sino como un fracasado, un prisionero de guerra... Ella estaba lista para la boda mucho antes de mi regreso y planeamos, con la autorización del Padre de Todo, nos dejaría contraer matrimonio, pero por desgracia ese fue el día en que Thor llegó con su mortal a Asgard... El día en que hubo una revuelta en los calabozos, que terminó siendo un ataque de los elfos oscuros al palacio... Ella estaba lista para casarnos esa tarde... Pero...
Ocultó su rostro en las palmas de las manos, sus codos apoyados en las piernas... Lo miré pacientemente, sin saber exactamente qué hacer, no sabía si consolarlo o darle espacio, así que sólo puse mi mano en su hombro, mostrándole mi apoyo... Sabía hacia dónde iba la historia.
-Loki, no tienes que hacerte esto. Ya me dijiste lo que necesitaba saber, no hay razón para que te tortures más de la cuenta.
Alzó la mirada y se limpió las lágrimas del rostro, pobre hombre, no soportaba verlo así. Se me hizo un nudo en la garganta cuando él se giró hacia mí, me miró y con una mano acarició mi mejilla, no por el contacto, sino porque vi en sus ojos el mismo dolor que yo sentí después de Nueva York, el dolor de perder a alguien que amas.
-Confío en ti, Katherin, eres muy importante en mi vida, es por eso que te muestro mi alma desnuda. Nunca le había dicho esto a nadie... Y no planeo volver a contarlo.
Comprendí que esto era una especie de confesión, algo doloroso que había guardado por mucho tiempo, y yo el paño de lágrimas.
-Ok, sigue.
-Si tan sólo no le hubiese dicho a Kursed que tomara esas escaleras, el escudo del palacio lo habría protegido del araque, pero el odio me cegó... Y ese día perdí a Frigga, la única que me había mostrado amor sin preferir ni a Thor ni a mí por encima del otro... Y ese día, perdí a Sigyn, la única mujer que había amado. Las asesiné por medio de mis ejecutores, los elfos... Ella estaba lista para cuando nos reuniéramos para la boda, ya estaba radiante en su vestido de bodas... Y por mi maldita culpa perdí a las únicas personas que me amaban por sobre todas las cosas, sin importar lo que yo fuera o no fuera.
Me levanté y me paré frente a él, que sentado en la orilla del sillón, me abrazó por la cintura, recargando su cabeza en mi pecho. Yo puse mis manos en sus hombros, para luego enredar los dedos en su cabello largo y alborotado, abrazando su cabeza. No sé por cuánto tiempo estuvimos hablando ni por cuánto tiempo estuvo abrazado a mi cuerpo cual niño pequeño, llorando en silencio, pero todo ese tiempo tuve que tragarme los sentimientos que despertaba en mí con su relato, para ser fuerte por los dos, para que notara que no importaba nada de eso porque nadie lo culparía por ello mas que él mismo.
Muy en el fondo, comencé a conectar lo que había dicho sobre mis visiones con mi vida y con el hecho de que en efecto se lo había mencionado cuando me trajo. No había duda, esa era yo y eso era yo. Lo único que faltaba era conectar con quien residía dentro de mí, pero tenía miedo, ¿y si no me gustaba lo que encontraba? ¿Quién tenía  que ser? ¿Sigyn? ¿Katherin? Todo era tan confuso, y no podía contar al cien con Loki para que me ayudara a comprenderlo, esto lo tenía sin cuidado.
>Katherin...
-Dime, Loki.
-¿Me harías un favor?
Me separé de él para poder mirarlo.
-Sí, ¿de qué se trata?
-¿Podría transformarte en ella? No te haré daño, sólo te cambiaría físicamente. Necesito verla una vez más, quiero cerrar este círculo.
Las palabras se atoraron en mi garganta, no sabía qué decir. Sus ojos me imploraron que se lo permitiera, su rostro abatido y su expresión dolida hicieron que mis ojos se llenaran de lágrimas... No podía negarle que viera a su amada, aunque eso implicara cambiarme.
No hubo palabras, sólo mi consentimiento a través de la mirada compasiva que le dirigí. Di un paso atrás cuando se levantó y me tomó por los hombros, mientras un cosquilleo me recorría el cuerpo. Sus ojos brillaron, y supe que ya no era yo, que era Sigyn. Deslizó sus manos por mis brazos hasta entrelazar sus dedos con los míos. Por un momento me observó en silencio, para luego tomarme en brazos, le devolví el gesto.
>Lo siento Sigyn. Perdóname.
-Es tiempo de dejarlo ir, Loki- conscientemente, yo no había dicho eso, había venido desde el fondo, como si alguien hablara a través de mí cual médium -. No te culpo por lo ocurrido, sólo pasó lo que tenía que pasar.
-No sé qué hacer.
-Vive- susurré en su oído -, la vida parece larga pero es más corta de lo que pensamos. Sé feliz, ama, no tengas miedo.
Entonces perdí el conocimiento, no sin antes ver ante mí a una joven castaña-rubia, de piel tan blanca como la de Loki y de ojos color miel, con facciones tan delicadas que disimulabam la fiereza de su mirada. Sentí que estaba frente a un espejo, con la diferencia de color del cabello y los ojos... Esperaba que con eso Loki hubiera cerrado ese ciclo, de otro modo, yo representaba una continua tortura para él.

Lokison --- Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora