-Pareces sorprendida, tienes un momento?
La persona con quien menos quería hablar se hacía presente en la línea. ¿Cómo tenía mi número? El directorio de Helena, supongo.
-Loren... ¿Qu...? Dime qué necesitas- no podía ser grosera.
-Necesito que decidas lo antes posible, Thomas está sufriendo una crisis... Esta vez creo que puede con ello pero no sé por cuánto tiempo resistirá de esta manera- estaba jadeando y su voz sonaba alterada.
Una crisis en el niño, la especialidad en niños que no quise tomar fue la que requería ahora.
-¿Una crisis? ¿Qué está haciendo?- pregunté sorprendida por lo que escuchaba a través de la línea.
-Lo encontré despedazando algunos de sus juguetes.
-Puede que este atravesando por un ataque de ira, tal vez debas dejar que se desahogue un poco y luego habla con él, tranquilízalo y dile que eso está mal.
-Tal vez sea es... ¡Thomas! ¿Qué estás haciendo con eso? ¡Déjalo! ¡Déjalo ahora! ¡Vas a lastimarte!- gritó en la bocina, mi oído zumbó después de ese arranque de locura.
El teléfono cayó al suelo con un golpe seco o al menos así sonó.
-¡Loren! Loren, ¿todo bien?- mierda, sin respuesta, no sabía si colgar o esperar en la línea -. ¡Loren responde! ¡Lo...!
-¡Aquí estoy!- jadeó la voz -. Sigo aquí... ¡Thomas deja de patear!- un lloriqueo del niño se oyó en el fondo y distinguí claramente las palabras desesperadas "¡Quiero a mi mami!" -. ¡Thomas basta! ¡Katherin dime qué hago!
-Está fuera de control...
-¿En serio? ¡Yo pensé que estaba cantando!- chilló la voz.
-Cállate y escucha, trata de detenerlo, sostenlo un momento en tus brazos, tranquilízalo y tranquilízate también. Dile que estás con él y que no estará solo...
En eso escuché un ruido en la habitación de al lado, como un objeto pesado al caer. No le di importancia.
-Shh, shh Thomas, respira. Aquí estoy, hijo, aquí estoy.
Los aullidos del niño cesaron poco a poco.
>Funcionó, gracias... Te necesito aquí lo antes posible, no puedo solo con esto- su desesperación era evidente.
-Veré qué puedo hacer y cuanto antes arreglaré mi mudanza.
-No es necesario, puedo enviarte el servicio en la fecha que elijas.
-De acuerdo, hasta luego Loren.
-Adiós, y gracias, Katherin- y colgó.
Katherin esto, Katherin lo otro... ¿Acaso estaba siempre enfadado conmigo? Sólo cuando estaban enojados me llamaban así, pero claro, él nunca me había llamado por mi nombre.
Cerré la tapa del celular y lo dejé a un lado. Me levanté y fui hacia la ventana, puse la mano en el frío cristal y miré a la calle.
En eso se escuchó el sonido del vidrio al romperse, provenía de al lado. Salí corriendo y toqué desesperadamente la puerta de Brianna.
-¡Bri! ¿Qué ocurre, estás bien? ¡Abre ahora!
Traté de girar la perilla pero estaba cerrado.
-¿Qué fue ese ruido?- chilló Vanessa al llegar a mi lado.
-Es Bri, está encerrada.
Se oyó un aullido de dolor, era ella, ¿qué estaba haciendo?
-¡Abre ahora Bri!- pidió Vanessa.
Los lamentos seguían.
-No abrirá, nos quiere lejos- declaré, rota por el sonido desgarrador -. Hazte a un lado Vane.
Di una patada a la puerta bajo la perilla para reventar la cerradura, esta cedió pero detrás había una comoda atascando la entrada, lo que había causado el sonido seco de la caída momentos antes cuando estaba al teléfono.
-Hay que empujar- dijo Vanessa lanzando su cuerpo contra la puerta.
Cuando logramos entrar después de mucho esfuerzo por mover el mueble tras la puerta, Brianna tenía en la mano un cristal de botella; olía a perfume, sin duda había roto los frascos. De su brazo izquierdo manaba sangre lentamente de heridas recién hechas. No eran profundas pero eran bastantes para matarla de no ser atendida lo antes posible
-¿Qué vergas te sucede?- le grité lanzándome hacia ella.
-¡Déjame sola! ¡Ya vete Katherin!- lloró apuntándome amenazante con el cristal lleno de sangre.
-¡Suelta eso, carajo!- dije forcejeando con ella.
Logré quitarle el objeto, aunque no sin antes abrir una herida en la palma de mi mano izquierda;la sostuve mientras Vanessa vendaba su herida, quien se estaba hiperventilando.
>Vanessa, respira, no me dejes- le supliqué.
-Listo, hay que llevarla al hospital, rápido.
-Ya déjenme, ya no quiero nada...
-¿Terminaste tu numerito?- pregunté mirándola seriamente tirando de su brazo derecho para levantarla. Al parecer siempre había tenido esa habilidad de tranquilizar a las personas con la mirada, o amedrentarlas.
Bajamos lo más rápido que pudimos, suponiendo que básicamente tuvimos que cargar a Brianna para que viniera con nosotras. La subimos a su auto y arranqué metiendo el acelerador a fondo.
-¿Por qué mi auto?
-Ni creas que te iba a subir al mío cuando te estás desangrando- dije cambiando imprudentemente de carril. Si no nos detenía una patrulla tendríamos suerte.
-¡Cuidado con mi auto!
-¡Trato de salvar tu trasero! ¡Guarda silencio!
-¡Ya no puedo más! ¡Dejen de pelearse!- lloró Vanessa.
-¡No me distraigan!- dije brincándome la luz roja en el cruce.
-¡Maldita perra!- gritó el hombre tras el volante del auto a quien me le atravesé.
-Ups... Escucharemos mucho de eso esta noche...
Al llegar al hospital 5 minutos después, usando la vía larga para evitar el tráfico (¿Cómo recorrí 20 km en 5 minutos? ¡Ah claro! Me salté 7 semáforos, entré en sentido contrario por 5 calles y circulé por el carril exclusivo para servicios de emergencia por 30 calles y en ningún momento respeté los límites de velocidad ni dejé pasar a los peatones y al estacionarme frente al hospital me había subido a la banqueta... De seguro me quitarían la licencia de por vida), bajamos a Brianna del auto y la llevamos a urgencias para que la recibieran de inmediato.
La sentamos en una silla de ruedas y se la llevaron. En eso Vanessa se recargó en mi con todo su peso y supe que se había desmayado. La sostuve para que no cayera al piso y poco a poco la bajé.
>¡Una silla de ruedas! ¡Rápido, por favor!
Las enfermeras tomaron a Vanessa en una silla y la llevaron adentro también. Ahora tenía que hacer el registro.
-la Srita. que se desmayó, ¿su nombre?- preguntó amablemente la mujer en la recepción.
-Vanessa Jones.
-¿Su parentesco con ella?
-Compañera del trabajo y de departamento.
-Y la otra mujer, sus datos por favor.
-También es compañera del trabajo y de departamento... Brianna Logan... Es mi hermana...
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Lokison --- Terminada.
FanficUno podría pensar que conocí íntimamente al dios esposo de mi amiga, pero la verdad es que siempre me mantuve al margen, el hombre me atraía pero nunca expresé mis sentimientos hacia él... Había visto a su hijo en un par de ocasiones pero ninguna qu...