Lokison --- Terminada.

Familia

Al llegar a casa ni siquiera me molesté en quitarme la ropa de fiesta, me metí a la cama con el vestido puesto y me hice bola en los cobertores. No me di cuenta de si Loki llegó a acostarse a mi lado o si no durmió en la habitación, pero de lo que estoy segura es que fue una buena noche (madrugada) de descanso.
En cuanto desperte me dirigí al baño, necesitaba tomar una ducha. El agua se llevó el cansancio que aún me embargaba, así como el sudor por el día tan agitado y el maquillaje de mi cara. Tenía ganas de quedarme todo el día bajo el chorro de agua, jugando como niña con la espuma que hacía el jabón y dibujando caritas en el espejo dentro de la ducha frente al cual Loki se rasuraba... Pero también tenía hambre y la comida no llegaría por arte de magia a mis manos estando en la ducha.
Salí envuelta en una bata de baño y para mi sorpresa, todo lo que necesitaba se encontraba listo en la cama. Me puse el pants que llevaron para mí y después de dejar mis cosas en mi habitación, me dirigí al comedor, donde encontré a todo el mundo discutiendo animadamente. No veía a Loki ni a Thomas en ninguna parte, pero sí vi a Emma quien amablemente me dio un plato de cereal y una taza de chocolate caliente cuando me senté a la mesa. Le detuve antes de que se retirara.
-Psst, Emma, ¿qué sucede?
-Es el Sr. Laufeyson, recibió una visita y nos ordenó tajantemente que nos quedáramos aquí y que no lo molestáramos. Dijo que nadie debía acercarse hasta que la visita se fuera.
-¿Quién vino?
-No sabemos, no es la primera vez que viene aquí pero el Sr. Laufeyson jamás nos ha dicho quién es ni de dónde vieneo qué busca; sólo nos pide que mantengamos la distancia mientras él está aquí.
-¿Él? Entonces es un hombre.
-Así es, de edad avanzada y con atuendo extraño- entonces retiró mi plato que ya no tenía más cereal -. Oh, y usa un parche dorado en el ojo.
Detuve la taza a medio camino.
-¿Un parche dijiste?
-Sí, es lo más extraño de todo. Me recuerda mucho al director Fury, sólo que caucásico, de cabello canoso y de menor estatura.
-Ya veo. ¿Dónde está ahora?
-En el estudio.
Esto sonaba mal. Apuré de un trago el contenido de la taza y luego bebí un vaso de agua que estaba en mi lugar.
-Terminé, gracias Emma.
Dejé tranquilamente el comedor, pero al entrar a las escaleras, eché a correr lo más rápido que pude rumbo al estudio. Tenía una corazonada/mal presentimiento, y para mí nunca era bueno tener esas sensaciones.
Llegué al estudio y me olvidé de las formalidades de llamar a la puerta, irrumpiendo estruendosamente en el lugar.
-¡Loki!- sobresaltado, dirigió la mirada hacia donde yo me encontraba, para luego bajar la mirada unos centímetros. Thomas estaba detrás de mí, asomándose, ¿cómo había llegado ahí? Mejor ni preguntaba, era hijo de Loki, lo que implicaba que tenía poderes.
Había un hombre de espaldas a la puerta,sentado frente a Loki en el escritorio. No se inmutó por mi llegada.
-¡Thomas!- saltó de inmediato Loki, indicando con la mano que nos fuéramos -. Creí haberles dicho a todos que se mantuvieran alejados. Y Katherin, este no es un buen momento.
-Loki, ¿qué está pasando? ¿Por qué te esfuerzas tanto por ocultar a una visita?
-Te pido que se retiren, esto es privado.
-¡Al carajo con tu dichosa privacidad! ¿Qué tienes que ocultar, Laufeyson?
-¡Katherin, basta ya!
-¿Qué es tan importante que te ocultas tan celosamente?
-Vaya vaya vaya. ¿Qué tenemos aquí?- dijo el hombre levantándose pero sin girar -. Apuesto a que pueden quedarse, ¿cierto, Loki?- dirigí una mirada a mi prometido y me topé con sus ojos, su rostro era una mezcla de palidez, ira e incomprensión, no me gustaba verlo así, en realidad asustaba un poco -. Entren y cierren la puerta tras de sí.
Adelantamos unos pasos y cerré la puerta suavemente a mis espaldas. La atmósfera ahora era tensa por la intervención del hombre. Thomas buscó mi mano y se pegó a mí para caminar. Nos colocamos a un costado del escritorio, de modo que estaba a la misma distancia de ambos.
Hasta entonces había mantenido la vista en Loki; el contacto de nuestros ojos me quemaba, sus ojos azules decían cuánto estaba molesto por que estuviéramos ahí, pero al mismo tiempo percibía dolor en él, era como si dijera todo y a la vez nada.
Miré por primera vez directamente al hombre, era como Emma lo describió. Parecía una persona no tan vieja pero sus ojos reflejaban la experiencia de cientos de años. Aún así su presencia no me decía nada sobre él.
-Conque este es tu hijo. Al fin puedo conocerlo.
Thomas apretó mi mano. Al parecer él tampoco lo había visto antes.
>¿Y tú quién eres, jovencita? ¿Cuál es tu nombre?
A mi derecha, cerca del hombre, estaba Thomas semi oculto tras de mí. A la izquierda, Loki se puso de pie y tomó mi mano. Ese gesto me tomó por sorpresa debido a que yo mantuve la vista en el hombre, quien ahora también estaba de pie.
-Él es Thomas Lokison, mi hijo.
-Mucho gusto, joven Lokison-dijo el hombre tendiéndole la mano, Thomas la estrechó y sonrió.
-Y ella es Katherin Logan, mi prometida.
-Srita. Logan, un placer- estreché su mano e incliné la cabeza un poco.
-Igualmente, señor...
-Katherin- murmuró Loki mientras cerraba delicadamente la mano alrededor de mi brazo -. Él es Odín, Padre de todo- abrí los ojos como platos mientras seguía hablando -. Rey de Asgard y... Mi padre adoptivo.
-¿Qqq... Qu... Qué?- no pude hacer más que emitir un balbuceo -. ¿Es acaso una broma?
-Kat, esto no es ninguna broma. Sé que es difícil creerlo, pero este es el mundo al que estoy sujeto, y ahora tú también.
-Esto no puede ser bueno, ¿por qué Odín habría de venir a Midgard?
-Quería conocer a la familia de Loki. Ahora que han ocurrido varios cambios- lo miré extrañada -. Tú no eres la madre del niño, ¿cierto?
-No, su madre fue amiga mía en la Universidad.
-El motivo de mi visita, pues, era conocerlos. En este año han pasaeo demasiadas cosas.
-¿Año?
-Odín viene una vez al año, sin fallar un sólo día. Exactamente el 5 de noviembre.
-Y en vista de que las cosas han cambiado y que no conocía a mi nieto, esta fue una excelente oportunidad para atar cabos sueltos.
-¿No lo conocía?- dije acerca de Thomas.
-Recuerda que él nunca supo la verdad. Quise mantener las cosas al margen... Pero conoció a Helena hace algunos años, cuando Thomas estaba en camino, en realidad.
-¿Y por qué las visitas?
-No tiene importancia- dijo Odín -. Sólo una muestra de que entre nosotros no hay conflicto.
-No hay conflicto, sin embargo no cambio mi opinión sobre que no es mi padre.
Esto se estaba poniendo incómodo, estaba en medio de una discusión familiar no familiar. Quería salir huyendo pero en cuanto di un paso hacia atrás, el Padre de todo me dirigió una mirada escudriñadora con su ojo.
-Hay algo en ella que difiere de tu otra mujer, de hecho de muchas mujeres. ¿Hay algo que deba saber?
Yo me quedé muda, no quería meterme en esto. Loki guardó silencio, entendí que no era prudente decir nada sobre lo que sabíamos de mí.
>Bien... Ahora que las cosas han cambiado, considera la oferta que te hice hace unos años... Quizá encuentres que la idea te agrada.
-He rechazado la idea desde hace varios años, ¿qué te hace pensar que cambiaré de opinión?
-Porque siempre deseaste esa oportunidad, esa responsabilidad.
-¿Qué oportunidad? ¿Qué te propuso?- pregunté mirándolos a ambos.
-No es nada... Es hora de que te vayas, ahora.
-De acuerdo, me retiro. De verdad espero que tomes en cuenta lo que te digo, está en juego mucho más que un simple título.
Loki parecía fastidiado. Rodó los ojos y puso su mano bajo la barbilla.
-Está bien, tú ganas. Lo consideraré, pero no prometo nada.
-Bien... Hasta luego, joven Thomas.
-Adiós... Abuelo.
La mandíbula de Loki se tensó al oír esa palabra, como si fuera algo totalmente malo.
-Srita. Logan, nos veremos pronto. Asegúrense de hacerme saber cuándo se llevará a cabo el matrimonio.
Estreché su mano, eso era extraño, ni siquiera habíamos pensado en fecha para la boda.
-Seguro que sí, señor.
-Te acompaño a la entrada.
Vimos cómo se retiraban del estudio. Me quedé un momento con Thomas, sin saber qué hacer. Un rato después el niño se fue, dejándome totalmente sola.
Necesitaba hablar con Loki, ¿qué lo molestaba tanto? ¿Cuál era la propuesta que había estado rechazando por años? Me senté en la silla tras el escritorio para esperar. Al poco rato él volvió y cerró la puerta tras de sí.
>Maldita sea- murmuró luego de acostarse en el sillón.
Me dirigí al sillón y me senté a horcajadas sobre él, causándole una sonrisa.
-¿Qué es lo que te tiene tan estresado? Y no digas que no es nada, en definitiva esto es algo. ¿Por qué vendría Odín a buscarte?
-Para ofrecerme el trono de Asgard.