Decisión

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-¿Que hizo qué?- exclamé impactada. De seguro estaba alucinando, esto era demasiado extraño, incluso para lo que ya estaba acostumbrada.
-Lo que escuchaste, vino a ofrecerme el trono. Al parecer el viejo ya está cansado.
-¿Y Thor?
-Él no lo quiso.
-¿Por cuánto tiempo te ha hecho esta propuesta?
-Hace varios años, en realidad. Unos 5, tal vez 6.
-¿Y qué te detiene? Es lo que siempre has querido.
-No podía irme o toda la red de mentiras para proteger a Thomas simplemente se hubiera ido a la basura.
-¿Es la razón por la que seguías aquí?- él asintió -. Pero si ahora sabe la verdad, ¿por qué no te vas y lo llevas contigo? Por ahora ya tienes una generación de descendencia asegurada.
-¿Crees que no lo he pensado? Por supuesto que sí lo he hecho, Katherin. Pero ahora lo que me ata a Midgard no es mi hijo... Es algo más.
Puso las manos en mi cintura y yo me acosté poco a poco sobre él. Sentí los latidos de su corazón golpeando en su pecho. ¿Se refería a su trabajo? ¿Se refería a mí? Este hombre era demasiado complicado, ¿por qué no decía las cosas de frente y en términos simples?
-Deberías cortar tus ataduras.
-Es más difícil que eso, no quiero cortar mis ataduras porque no lo son. Soy prisionero de mis sentimientos, por causa tuya.
-Toda la vida has deseado el trono de Asgard, ¿por qué no lo tomas?
-Katherin, si decidiera irme... ¿Vendrías conmigo?
Me separé un poco y lo observé, no había pensado en esto.
-¿Qué?
-Katherin, yo te amo. Es cierto que mi deseo por el trono es lo que ha movido mi mano por un largo tiempo y es una obsesión que tengo y que anhelo tener poder ilimitado... Pero no pienso irme y dejarte aquí, no puedo.
¿Por qué esto era tan difícil? Yo lo amaba, pero no quería ser la razón por la cual abandonara su más grande sueño, no podría. Sólo porque me hubiera dado un anillo y dijera que me amaba no significaba que su prioridad número uno fuera yo.
-¿Acaso yo, una mortal, soy más importante que lo que toda la vida has querido?
-Sí- dijo terminantemente, abrí los ojos como platos y me quedé sin habla, ¿por qué yo era más importante? -. Katherin, no sé porqué consideras que el trono sería más importante en mi vida que Thomas y tú, pero debes entender que las prioridades cambian, y ahora ustedes son mi familia. No dejaré a mi familia por un capricho.
-Lo sé, pero...
-Pues tal parece que no quieres entenderlo. Amor, no hay nada más que ustedes, me voy quedar aquí porque es lo que quiero y es lo que importa.
-Sí que lo entiendo... Lo que no quiero es ser la razón por la que abandones algo que en algún momento significó tanto para ti.
-Tú lo dijiste, en algún momento fue tan significativo que perdí la razón por completo, pero eso cambió, se terminó.
-Podría volver a cambiar.
-Sí, pero de ser así, los llevaría conmigo, si es lo que te preocupa.
Me volví a acostar sobre él y nos abrazamos.
-Lo único que quiero es que seas feliz, Loki, donde quiera que estés y con quien sea que estés.
-Soy feliz contigo, donde sea que nos encontremos.
El tiempo se congeló, no sentí su paso. Estar con él me hacía reconsiderar las cosas, me hacía verlas con otro enfoque. Me hacía darme cuenta de cuánto lo había cambiado la vida en la Tierra, lo había vuelto más humano, más consciente y más inteligente. También lo había hecho madurar, ¿cuándo el hombre que destruyó NY se negaría a tomar el trono a la primera oportunidad?
También pensé en que no me dejaría, que querría llevarme con él... Y a pesar de tener que dejar todo atrás, lo seguiría hasta el fin del mundo. Ante todo esto, me di cuenta de cuánto lo amaba, que no era una ilusión, realmente podía sentir algo oprimiéndome el pecho al pensar que podríamos separarnos... No quería... No podía con esa idea.
Cerré los ojos, todo esto me tenía al borde de la desesperación y controlé las lágrimas. No sabía por qué quería llorar, pero esa sensación de querer sacar algo picaba en mis ojos. Necesitaba pensar en algo más, o no pensar en nada. Puse en blanco mi mente y me enfoqué en la sensación de estar en sus brazos, en su aroma, en las ganas que tenía de besarlo hasta el cansancio... Todo para convencerme de que no nos separaríamos, que no se iría de mi lado, de que íbamos a tener una vida juntos... Pero algo me hacía pensar que no era cierto, que no sería posible, creo que eso era lo que me hacía querer llorar. Apreté los ojos y dejé de pensar, necesitaba desconectar el cerebro un momento.

***

Abrí los ojos debido al rayo de luz que caía sobre mi cara. Vi a mi derecha y me di cuenta de que estaba en la habitación de Loki (o nuestra habitación, aún no definíamos eso). Miré a la izquierda y vi a Loki recostado junto a mí, sonriéndome.
>Podría verte dormir toda la vida, pero se volvería aburrido con el tiempo.
-¿Me quedé dormida?- murmuré aún amodorrada.
-Sí, pensé que seguías escuchando así que comencé a hablarte sobre algo importante, pero cuando me di cuenta de que no opinabas nada al respecto, bueno, descubrí que estaba hablándole al aire.
-Lo siento, creo que aún estaba cansada.
-Creo que sigues estándolo.
Como había vuelto a cerrar los ojos, sólo me limité a sonreír y acomodarme de nuevo con la almohada. Él rió, me encantaba ese sonido.
>Es en serio, necesito hablarte de algo... En realidad ya lo hice pero estabas muerta.
Abrí los ojos y me acerqué más a él, donde me abrazó y recargué mi cabeza en su pecho.
-¿Qué sucede?
-Recordarás que anoche dijiste que los niños te sacaban de quisio, y que yo había comenzado a pensar en algunas cosas. El asunto aquí es que no te dije qué cosas... Pero creo que tal vez esto sea un poco apresurado.
Alcé la cabeza y lo observé, ¿qué intentaba decirme?
-¿Por qué te gusta jugar con acertijos? Dime qué pensabas.
-No quiero que te incomodes con esto...
A este hombre le encantaban los rodeos. No sabía qué era mejor: ser totalmente directo o dar mil vueltas a un asunto antes de decir exactamente lo que se quiere.
-A estas alturas no creo sorprenderme con...
-Quiero que tengamos hijos.
-... Nada- completé.
Me quedé boquiabierta, ¿qué acababa de decirme? ¿Que quería qué? ¿Había escuchado bien? ¿Estaba despierta o estaba durmiendo aún? ¿Era real o una alucinación?
>¿Qué?- alcancé a pronunciar.
-Te dije que no quería que te incomodaras.
De repente sentí como si todo el preámbulo no hubiese sido suficiente, como si lo hubiera soltado de golpe. ¿Qué estaba pasando? Apenas me había propuesto matrimonio y ya quería tener hijos conmigo, ¿qué demonios era todo esto?
>Kat, dime algo, lo que sea... ¿Te asusta la idea?
-No, para nada, no veo porqué debería estar asustada. Más bien estoy a punto de sufrir un ataque nervioso o algo porque esto es raro, es repentino... ¿Te das cuenta de que ni siquiera nos hemos casado?
-¿Eso importa? Katherin, creo que somos lo bastante maduros para decidir sobre nuestras vidas, y cuando te di ese anillo fue porque realmente quiero tener una vida junto a ti, porque te amo.
-Yo también te amo, pero esto es algo apresurado... No es que no quiera tener hijos contigo, claro que quiero, sería raro si no quisiera porque eres tú y sabes lo que siento por ti... Pero también quiero esperar, me quiero casar y más contigo, pero no quiero tener hijos de momento, aún no me siento preparada para eso.
-¿Quieres esperar?
-Sí, no, no sé. Es algo difícil.
-Es eso, quieres esperar.
-Sí, eso creo. Sólo esperar, no estoy diciendo que no.
-Entiendo, es tu decisión.
Él me abrazó, ¿estuvo bien lo que hice?
-Loki.
-¿Sí?
-Prométeme que pensarás acerca de lo que Odín te propuso, es algo que anhelas, puedo sentirlo en ti.
-De acuerdo- suspiró -, pero de nada sirve considerarlo si no vinieras conmigo... ¿Vendrías conmigo?
Lo pensé un momento, lo amaba con todo mi ser, pero ¿sería capaz de dejar atrás todo lo demás, toda mi vida?
-Katherin, ¿gobernarías Asgard a mi lado, como mi reina?
Ahora la carga de un reinado, no lo había pensado... Tenía que darle una respuesta...
-Sí, sí iría contigo.

Lokison --- Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora