Capítulo 41 Especial Colegio Ilvermorny

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Aquí termina el especial del colegio Ilvermorny espero que les haya gustado y nos leemos mañana en un capítulo normal. 

William les había salvado la vida. A cambio de su gratitud, el pukwudgie bramó que se había dado cuenta de que Isolt no se había dignado a decir su nombre en una década y que se sentía ofendido porque solo le llamaba cuanto estaba a punto de morir. Ella tuvo el tacto de no decir que había llamado a otro William. James estaba encantado de conocer al pukwudgie del que había escuchado tantas historias y, sin recordar que esta especie odiaba a casi todos los humanos, apretó la mano del perplejo William y le dijo lo agradecido que estaba por haberle puesto su nombre a una de las casas de Ilvermorny.

Se cree que este halago ablandó el corazón de William porque al día siguiente trasladó a su familia de pukwudgies a la casa y, a regañadientes como siempre, los ayudó a reparar todos los destrozos que había causado Gormlaith. Fue entonces cuando afirmó que los magos eran demasiado lelos como para protegerse bien y negoció un anticipo considerable en oro para convertirse en el servicio privado de seguridad y mantenimiento del colegio.

El legado de Slytherin

La varita de Slytherin seguía inactiva tras la orden en pársel de Gormlaith. Isolt no hablaba la lengua y, además, no quería volver a utilizar una varita que era lo único que quedaba ya de su triste infancia. Ella y James la enterraron lejos de los terrenos del colegio.

Al cabo de un año, una especie desconocida de colubrina había crecido allí donde estaba enterrada la varita. Intentaron podarlo y arrancarlo de la tierra, pero el árbol resistía. Después de algunos años descubrieron que las hojas tenían poderes medicinales. El árbol parecía atestiguar el hecho de que la varita de Slytherin, al igual que sus descendientes repartidos por el mundo, contenía bondad y maldad. Lo mejor de él parecía haber migrado a América.

Crecimiento del colegio

Los años que siguieron a aquel incidente, la fama de Ilvermorny creció sin parar. La casa de granito se convirtió en un castillo y contrataron a nuevos profesores para cubrir una demanda cada vez mayor. Magos y brujas de toda América empezaron a acudir al colegio, y este se tuvo que convertir en un internado. Ya en el siglo diecinueve, Ilvermorny había adquirido la fama internacional que aún conserva hoy en día. Isolt y James compartieron la dirección del colegio durante muchos años y fueron muy queridos tanto por muchas generaciones de estudiantes como por sus familias.

Chadwick se convirtió en un gran mago que viajó por medio mundo y escribió Los encantamientos de Chadwick, Volúmenes I-VII, libros que a día de hoy aún se utilizan en las aulas de Ilvermorny. Se casó con una sanadora mexicana llamada Josefina Calderon, y la familia Boot-Calderon sigue siendo una de las familias de magos más prominentes de América.

Antes de que se crease el MACUSA (el Mágico Congreso de USA), el Nuevo Mundo carecía de seguridad mágica. Webster Boot se convirtió en lo que ahora llamaríamos auror autónomo. Durante un viaje a Londres para repatriar a un mago tenebroso especialmente cruel, Webster conoció y se enamoró de una joven bruja escocesa que trabajaba en el Ministerio de Magia. Así que parte de la familia Boot regresó a su país de origen y los descendientes de Webster se formaron en Hogwarts.

Martha, la mayor de las gemelas de James e Isolt, era una squib. Aunque sus padres y hermanos adoptivos la querían mucho, era doloroso para ella crecer en Ilvermorny sin poder desarrollar su magia. Finalmente se casó con el hermano no mágico de un amigo de la tribu pocomtuc y desde entonces vivió como una nomaj.

Rionach, la pequeña de las gemelas, fue profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras en Ilvermorny durante muchos años. Rionach nunca se casó. Se había extendido el rumor, aunque la familia nunca lo confirmó, de que Rionach, al contrario que su hermana Martha, podía hablar en lengua pársel y estaba decidida a no perpetuar el linaje de Slytherin (la rama norteamericana de la familia no sabía que Gormlaith no era la última Gaunt, y que en Inglaterra el árbol genealógico seguía creciendo).

Isolt y James vivieron más de 100 años. Habían visto a la cabaña de Ilvermorny convertirse en castillo de granito y, cuando murieron, su colegio era tan famoso que familias de toda Norteamérica suplicaban poder educar a sus hijos allí. Habían contratado personal, construido dormitorios y ocultado el colegio de nomajs cotillas con ingeniosos encantamientos. En resumen, la niña que había soñado con ser alumna de Hogwarts había ayudado a fundar el equivalente norteamericano.

Ilvermorny hoy

Como sería de esperar en una escuela cofundada por un nomaj, Ilvermorny tiene fama de ser una de las instituciones más democráticas y menos elitistas de todas las grandes escuelas de magia.

Unas estatuas de mármol de Isolt y James flanquean la entrada al castillo de Ilvermorny. Las puertas dan a una sala redonda rematada por una cúpula de cristal. A media altura, una balconada de madera recorre la sala. La estancia no tiene más decoración que cuatro enormes tallas de madera que representan a las casas: la serpiente cornuda, la pantera wampus, el ave del trueno y el pukwudgie.

Mientras el resto del colegio observa desde la balconada, los nuevos estudiantes entran en fila en el vestíbulo. Se distribuyen alrededor de la sala y, uno a uno, deben ir hasta el centro y colocarse sobre el símbolo del nudo gordiano grabado en el suelo de piedra. En silencio, el colegio espera a que las tallas actúen. Si la serpiente cornuda quiere al alumno, el cristal engarzado en su frente se ilumina. Si el wampus lo escoge, se oye un rugido. El ave del trueno indica su aprobación batiendo las alas y el pukwudgie alza una flecha al aire.

Si más de una talla indica que desea incluir al alumno en su casa, el alumno es quien decide. Rara vez, quizás una por década, recibe un alumno una invitación a las cuatro casas. Seraphina Picquery, quien presidió el MACUSA de 1920 a 1928, fue la única bruja de su generación que recibió tal honor, y eligió la serpiente cornuda.

Hay quien dice que las casas de Ilvermorny simbolizan al mago o bruja completo: Serpiente cornuda representa la mente; Wampus, el cuerpo; Pukwudgie, el corazón; y Ave del trueno, el alma. Otros aseguran que Serpiente cornuda elige a los sabios; Wampus, a los guerreros; Pukwudgie, a los sanadores; Ave del trueno, a los aventureros.

La Ceremonia de Selección no es la única gran diferencia entre Hogwarts e Ilvermorny (aunque sí que tienen muchas similitudes). Tras haber sido asignados a una casa, los estudiantes deben pasar a una gran sala en la que eligen (o son elegidos por) una varita. Hasta que se revocó la Ley Rappaport en 1965, la cual imponía un acatamiento muy estricto del Estatuto del Secreto, a los niños no se les permitía tener una varita hasta que llegaban a Ilvermorny. Y lo que es más, tenían que dejar las varitas en Ilvermorny durante las vacaciones y solo cuando cumplían diecisiete se les permitía llevar una varita fuera del colegio.

Las túnicas de Ilvermorny son de color azul y rojo arándano. Los colores rinden homenaje a Isolt y James: azul porque era el color favorito de Isolt y porque de pequeña le hubiese gustado pertenecer a Ravenclaw; rojo por el dulce preferido de James, tarta de arándanos. Las túnicas de los alumnos de Ilvermorny se atan con un nudo gordiano de oro, por aquel broche que Isolt encontró en las ruinas de la primera cabaña Ilvermorny.

Varios pukwudgies aún trabajan en el colegio, todos quejándose, todos insistiendo que no desean quedarse allí, y aun así, misteriosamente, todos siguen allí año tras año. Uno de ellos es muy anciano y responde al nombre de William. Se ríe ante la idea de que él sea el William original que salvó la vida de Isolt y James y apunta, acertadamente, que si el primer William siguiese vivo tendría más de 300 años. Sin embargo, nadie ha descubierto cuántos años pueden llegar a vivir los pukwudgies. William se niega a dejar que nadie más lustre la estatua de Isolt a la entrada del colegio y, cada año, en el aniversario de su muerte, deja un ramo de flores sobre su tumba, algo que suele ponerle de mal humor si alguien es tan insensible como para mencionarlo.

La Promesa De Una WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora