—¿Qué hay de Snape? –Escupió Harry—No están hablando acerca de él, ¿no es así? Cuando le dije que Voldemort tenía a Sirius, se burló de mí como usualmente hace.
—Harry, sabes que el profesor Snape no tenía otra elección que fingir que no te tomaba en serio delante de Dolores Umbridge—dijo Dumbledore sin apartar la vista— Pero como ya te he explicado, informó a la Orden tan pronto como le fue posible acerca de lo que tú habías dicho. Fue él quien dedujo adónde habías ido cuando no volvías del bosque. Fue él, también, quien le dio a la profesora Umbridge falso Veritaserum cuando ella estaba intentando forzarte para que le dijeses el paradero de Sirius.
Harry no tuvo eso en cuenta. Sentía una salvaje satisfacción echándole la culpa a Snape, parecía ser más fácil para su sentimiento de terrorífica culpabilidad, y quería escuchar que Dumbledore estaba de acuerdo con él.
—Snape... Snape... provocó a Sirius acerca de estar seguido en casa él le dio a entender que era un cobarde.
—Sirius era lo suficiente mayor y listo como para permitir que burlas tan pobres como esa le hirieran. –dijo Dumbledore.
—¡Snape paró de darme clases de Oclumancia! –Gruñó Harry— ¡Me echó de su despacho!
— ¡Eso fue sin duda tu error, tu arrogancia hizo que mi padrino te corriera de sus clases! ¡Tu crees que no le molesta tenerte cerca, A TODO EL MUNDO LE MOLESTA TENERTE CERCA! ¡SÉ QUE PERDISTE A ALGUIEN IMPORTANTE EN TU VIDA PERO ESO NO QUIERE DECIR QUE DEBES ECHARLE LA CULPA A QUIEN SE APAREZCA ENFRENTE DE TI! ¡Asume tu responsabilidad!
—Estoy al tanto de ello –dijo Dumbledore resoplando— Ya te he dicho que fue un error por mi parte no darte yo esas clases, aunque estoy seguro, al mismo tiempo, que nada podría haber sido más peligroso que abrir tu mente incluso más a Voldemort en mi presencia.
—Snape lo volvió peor, mi cicatriz siempre me dolía más después de las clases con él –Harry se acordó de lo que pensaba Ron acerca de las clases y continuó por ese camino— ¿Cómo sabes que él no intentaba llevarme directo hacia Voldemort, hacer más fácil para él el entrar en mí?
—Confío en Severus Snape –dijo Dumbledore simplemente—pero, olvidé otro error típico de los hombres viejos, que algunas heridas corren demasiado limpias por la cicatriz. Pensé que el profesor Snape podría vencer sus sentimientos hacia tu padre, me equivoqué.
—Pero eso está bien, ¿no? –gritó Harry, ignorando las caras escandalizadas y los susurros desaprobadores de los retratos de la pared—¿Está bien que Snape odie a mi padre, pero no está bien que Sirius odie a Kreacher?
—Sirius no odiaba a Kreacher –dijo Dumbledore- Lo consideraba como un sirviente no digno de mucho interés o atención. La indiferencia y el abandono a veces hacen mucho más daño que el total desagrado... la fuente que destruimos anoche dijo una mentira. Nosotros los magos hemos tratado mal y abusado de nuestros compañeros por demasiado tiempo, y ahora estamos obteniendo nuestra recompensa.
—ENTONCES SIRIUS SE MERECE LO QUE CONSIGUIÓ, ¿NO ES ASÍ? –gritó Harry.
—Yo no he dicho eso, tampoco me oirás nunca decirlo –replicó Dumbledore suavemente—Sirius no era un hombre cruel, era muy amable para los elfos domésticos en general. No le tenía cariño a Kreacher porque era un recuerdo de la vida en la casa que Sirius había odiado.
—¡Sí que lo odiaba! –dijo Harry, su voz a un ritmo endemoniado, dándole la espalda a Dumbledore y alejándose. El sol era brillante dentro de la habitación ahora, y los ojos de todos los cuadros lo seguían mientras caminaba, sin darse cuenta de lo que estaba haciendo, sin ver el despacho en absoluto.— ¡Le hiciste quedarse quieto en aquella casa y él lo odiaba, por eso quería salir de allí anoche!
—Estabamos intentando mantener a Sirius con vida, algo que tu no pensaste en ningún momento–dijo Venus con calma.
—¡A la gente no le gusta estar encerrada!—dijo Harry furioso, volviendo contra ellos- tú me lo hiciste a mí todo el verano pasado.
—¡Pero si les gusta estar vivas! Mira el berrinche que estas haciendo, si hubieras aprendido Oclumancia como se te dijo, si hubieras escuchado lo que se te dijo...¡Él aun estaría vivo! Pero no hablemos del pasado, esta muerto y lo tienes que entender. Es feo, lo sé pero no tienes que desquitar tu coraje con todo aquel que te ha hecho daño. No es sensato, de ser así podrías echarme mucha de la culpa a mi...—Dijo Venus ya cansada de eso
Dumbledore cerró sus ojos y enterró su cabeza en sus manos de largos dedos. Harry lo vio, pero esa inusitada señal de agotamiento, o de tristeza, o lo que fuera por parte de Dumbledore no lo calmó.
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La Promesa De Una Weasley
FanfictionLa Promesa de Una Weasley Dos chicas: Hermione Granger, Venus Weasley. Un secreto: El de ella Una promesa: La de ella "¿Qué ella es quien? Dumbledore yo no puedo hacer nada por ella, bueno si, pero... ¿protegerla?" Segunda parte de Una Wea...