Espero que les guste mucho, mucho por que me costo bastante escribir este capítulo. Los amo
Venus se puso alerta, ¿qué era eso de "La Pesadilla está cerca"? por lo que ella sabía una pesadilla era un sueño malo que tenías... pero tenía que indagar un poco más, no se podía quedar en un sueño...
Alec veía como su amiga, cambiaba de color su cabello, cambiaba del rojo al azul en menos de un minuto, luego pasaba al rosa y al verde... esto mientras caminaba de un lado a otro. Alec no sabía qué hacer y solo se quedó viendo.
Tenía que recordar si habia una criatura que se llamara pesadilla. Sabía que en alguna de sus clases alguien lo menciono, pero quien y porque lo habia hecho. Como necesitaba de Astrid en aquel momento.
-*-
— ¿Que estaba buscando aparte de seguidores?
—Cosas que solo podía conseguir sigilosamente... como una arma. Algo que no tenía la última vez.
"Yo soy el arma" pensó Harry, y era como si había veneno bombeando por sus venas, dándole escalofríos, haciéndolo sudar mientras se oscilaba con el tren a través del túnel oscuro. "Yo soy el que Voldemort está tratando de usar, eso es porque tienen guardias alrededor de mi a todos lados que vaya, no es para mí protección, es para la protección de los demás persona, solo que no está funcionando, no pueden tener a alguien velándome todo el tiempo en Hogwarts... Yo si ataque al Sr. Weasley anoche, fui yo, Voldemort me obligo a hacerlo y puede estar dentro de mí, escuchando lo que estoy pensando ahora"
— ¿Estas bien, Harry querido? — susurro la Sra. Weasley, inclinándose a través de Ginny para hablarle a él mientras el tren traqueteaba a través de su túnel oscuro. – No te ves muy bien. ¿Te estas sintiendo enfermo?
Todos lo estaban mirando. Negó con la cabeza violentamente y se quedó mirando fijamente a un anuncio de seguros de hogares.
-¿Harry, querido, estas seguro que estas bien?- dijo la Sra. Weasley con una voz de preocupación, mientras caminaban por el pedazo de grama descuidada en el medio de Grimmauld Place.
-Te ves tan pálido... ¿Estás seguro que dormiste esta mañana? Tú vas a subir a la cama ahora, y vas a tener que dormir un par de horas antes de la cena, ¿está bien?-
Asintió con la cabeza; ahí había una excusa preparada para no hablar con los otros, que es precisamente lo que quería, y cuando ella abrió la puerta de adelante procedió directamente pasado el paragüero don patas de gnomos y subió la escalera y avanzó al cuarto de él y de Ron.
-*-
— ¿Qué encontraste Alec?
—Según esto una pesadilla es un caballo infernal, negro ojos rojos... algo muy al estilo de Hades.
—Bueno... eso no me ayuda mucho ¿sabes? Sin embargo es bueno. Al menos ya tenemos una idea de lo que es.
Mientras esperaban Alec y Venus se habían puesto a investigar en la hermosa biblia que Venus llevaba consigo cuando todo esto comenzó. Por suerte en esa cosa hablaban de casi todas las criaturas mágicas que existían.
Lo malo era que no sabían que les podía hacer la supuesta pesadilla, no era la mejor información pero era algo. Para desgracia de la rubia no podía dejar de pensar en su padre que estaba, probablemente, moribundo. Tenía que dejar de ser tan impulsiva.
Mientras Alec leía a la luz de su varita, Venus se dispuso a hacer una bella fogata, así que, con cuidado y sin alejarse mucho de donde iban a descansar, fue a recolectar madera para su fogata.
-*-
— ¿Nos estamos fugando?
Miro a su alrededor. Phineas Nigellus había aparecido en la lona de su retrato y se estaba reclinando contra el marco, mirando a Harry con una expresión de asombro en su cara.
—No me estoy fugando, no—dijo Harry brevemente arrastrando su baúl un par de pies más a través del cuarto.
—Yo pensaba—dijo Phineas Nigellus acariciando su barba puntiaguda—que para pertenecer a la Casa Gryffindor estas supuesto a ser ¿valiente? Pero me parece a mí que hubieras estado mejor en mi propia casa. Nosotros los de Slytherin somos valientes, sí, pero no estúpidos. Por ejemplo dado la oportunidad, siempre escogeríamos salvarnos a nosotros mismos.
—No es a mí mismo que estoy salvando—dijo Harry bruscamente, halando el baúl sobre un pedazo particularmente desigual, comida de polillas en frente de la puerta.
—Oh ya veo—dijo Phineas Nigellus, aun acariciando su barba— no es un vuelo de un cobarde estas siendo noble. —Harry lo ignoro ya que le recordaba a las actitudes de cierta rubia, que siempre lo molestaba. Su mano estaba en la perilla de la puerta cuando Phineas Nigellus dijo perezosamente —Tengo un mensaje de Dumbledore para ti.
Harry se dio la vuelta.
— ¿Qué es?

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La Promesa De Una Weasley
FanfictionLa Promesa de Una Weasley Dos chicas: Hermione Granger, Venus Weasley. Un secreto: El de ella Una promesa: La de ella "¿Qué ella es quien? Dumbledore yo no puedo hacer nada por ella, bueno si, pero... ¿protegerla?" Segunda parte de Una Wea...