En la sala común de Slytherin se encontraban muy pocas personas entre ellas los amigos de Venus se encontraban descansando. Los chicos tenían que admitir que extrañaban a la pequeña y traviesa Venus.
Se sentía una horrible ausencia en la sala común, en las clases y en cualquier parte a donde fueran y ella habia estado. Definitivamente, a pesar del poco tiempo que llevaban conociéndose, la aprendieron a querer como nunca.
En el grupo cierto chico rubio se encontraba preocupado por la rubia, hacía ya casi unos cinco meses que no la veía y enserio necesitaba verla, ver aquellos hermosos ojos grises que tanto le encantaban.
Él tenía que admitir que le gustaba Aluminé, no, no solo le gustaba. De hecho le encantaba. Le encantaba su forma de ser, la manera en la que movía la cabeza cuando estaba enojada, su bella sonrisa... definitivamente Draco Malfoy estaba enamorado de una Weasley y no se avergonzaba de eso.
-*-
Para suerte de Venus, Alec habia encontrado más información de la supuesta Pesadilla. Y, cuando hizo su fogata para alumbrar un poco el lugar en el que estaban, se dispuso a escuchar lo que su amigo tenía que decirle.
—Las pesadillas—leyó—son corceles malvados que habitan en planos inferiores, donde el mal es más poderoso. Su aspecto es parecido al de un gran caballo, generalmente negro, co ojos brillantes y rojos, al igual que los orificios nasales. Mmmm... aquí dice que suelen ser monturas de otros seres malvados; muertos vivientes y los grandes señores del mal que se encuentran. Como monturas son leales a sus jinetes, con los que no necesita comunicarse verbalmente, ya que la pesadilla detecta el estado de ánimo del jinete y sabe actuar consecuentemente.
— ¿Dice algo más? Tal vez... no sé... ¿Cómo se puede domar?
—Aquí hay algo respecto a eso, según esto obedecen sin reparos a las criaturas más perversas (algo que, hay que agregar, tú no eres); aunque podrían servir también a seres de naturaleza más noble siempre y cuando consigan adiestrarlas con los conjuros adecuados. Hay que agregar que el poder de los conjuros es corto y no dura más de tres días.
—Muy bien, me ofendió lo que dijiste de mí, pero lo aceptare aunque no soy un pan de dios y tengo mi carácter. Los conjuros no nos servirían de nada.
—Tienes que ver esto
Venus se acercó a donde estaba Alec y leyó lo que su amigo le señalaba.
"Una Pesadilla es poderosa y no se debe subestimar su poder, estas bestias son fuertes y pueden atacar con sus cascos ardientes provocando quemaduras y heridas mortales, mientras que de los orificios nasales desprende un gas toxico que paraliza a sus contrincantes."
—Así que nos estamos enfrentando a algo más poderoso, algo para lo que no nos prepararon, Alec tratar con este tipo de bestias no es fácil. Si es como dices, sería fácil controlarla si tan solo fuera más malvada.
—Hay una sola solución que no implica nuestra muerte Venus.
— ¿Cuál es?
—Según lo que he leído a lo largo de los años, todas las personas somos 50% malos y el otro 50% buenos, a veces unos desarrollan más su lado malo y a veces desarrollan más el bueno. Es momento de que desarrolles tu 50% de maldad y la eleves si se puede hasta un 90%
—La maldad me consumirá, y no podre con ella. Alec, seré mala.
—Lo sé... pero probablemente es la única forma de salir vivos de esta.
-*-
—Quédate a donde estas.
— ¡No me he movido! —dijo Harry, su mano aun sobre la perilla de la puerta. — ¿Cuál es el mensaje?
—Acabo de dártelo, imbécil, —dijo Phineas Nigellus secamente. — Dumbledore dice, "Quédate donde estás"
— ¿Por qué? — Dijo Harry ansiosamente—'¿Por qué quiere que yo me quede? ¿Qué más dijo?
—Nada más—dijo Phineas Nigellus, subiendo una ceja negra fina como si él encontrase a Harry impertinente.
El genio de Harry salió a la superficie como una serpiente que se alzaba de la larga hierba. Él estaba exhausto, estaba confundido desmedidamente, había experimentado terror, alivio, luego terror otra vez en las últimas doce horas, ¡y todavía Dumbledore no quiso dirigirle la palabra!
— ¿Con que esas tenemos, eh? —dijo ruidosamente. —¡"quédate donde estás"! Eso es todo lo que alguien me podría decir después de que yo haya sido atacado por esos Dementores! Simplemente quédate: ¡mientras los adultos arreglan eso fuera, Harry! No nos molestaremos diciéndote cualquier cosa, sin embargo, porque tu minúsculo cerebro no podría hacerle frente
—Tu sabes, —dijo Phineas Nigellus, con voz más alta que Harry, — esto es exactamente porqué detesté ser profesor! La gente joven esta infernalmente convencida de que ellos tienen absolutamente razón sobre todo. No se te ha ocurrido, mi pobre chico que puede haber una excelente razón por la que el Director de Hogwarts no te está confiando cada minúsculo detalle de sus planes?
—No. no, como todos los jóvenes, usted está bastante seguro que solo se siente y piensa, solo reconoce el peligro, soy solo el único suficientemente hábil para darse cuenta lo que el Señor Oscuro puede estar planeando.
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La Promesa De Una Weasley
FanfictionLa Promesa de Una Weasley Dos chicas: Hermione Granger, Venus Weasley. Un secreto: El de ella Una promesa: La de ella "¿Qué ella es quien? Dumbledore yo no puedo hacer nada por ella, bueno si, pero... ¿protegerla?" Segunda parte de Una Wea...