Capítulo 111

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Venus había pasado ya varios días en la escuela, sin embargo fue solo una noche la que paso en su casa de Hogwarts. Estaba esperando a que un milagro o algo interesante pasaran. Ella ya no tomaba clases no quería llamar mucho la atención, se suponía que ella estaba ahí de incógnito. Un día mientras caminaba por los pasillos vacíos vio que Umbridge había hecho, como para dar mayor importancia a los próximos exámenes, un montón de folletos, hojitas y anuncios concernientes a varias carreras de excelencia aparecieron en las mesas y los pasillos poco antes del final de los días de vacaciones, conjuntamente con otro mensaje en el tablón de anuncios, que decía:

ORIENTACIÓN VOCACIONAL

Todos los alumnos de quinto año son requeridos para asistir a una entrevista con sus respectivos jefes de casa durante la primera semana de verano para discutir sobre sus carreras futuras.

Los horarios individuales se expondrán abajo.

Venus miro la lista y encontró que, muy extrañamente, ella estaba citada a la oficina del profesor Snape a las dos y media del lunes, lo que significaba que tendría que tener mucho cuidado. Todos los de quinto año estuvieron leyendo gran parte del último fin de semana de semana santa, la información que les habían dejado.

Ella no estaba lista para escoger la carrera que sería la que la mantendría durante el resto de su vida, no estaba preparada para hablar con su padrino del futuro.

-*-

—Hey— dijo una voz en el oído de Harry. Miro alrededor; Fred y George se habían acercado. —Ginny nos dijo algo acerca de ti—dijo Fred, subiendo sus piernas arriba de la mesa que estaba al frente de ellos y provocando que varios folletos del Ministerio de Magia cayeran al piso. — ¿Dice que necesitas hablar con Sirius?

— ¿Qué? — dijo Hermione agudamente. Quedo con sus manos congeladas a mitad de camino a recoger - FABRICA UNA EXPLOCIÓN EN EL DEPARTAMENTO DE ACCIDENTES Y CATRASTOFES MAGICAS

—Si... — dijo Harry, tratando de sonar casual, —Si, pensé que podría...

—No seas ridículo—dijo Hermione, enderezándose y mirándolo como si no lo podía creer. — ¿Con los ojos de Umbridge inspeccionando las chimeneas y registrando a todas las lechuzas?

—Bien, nosotros pensamos que podemos encontrar alguna manera— dijo George, estirándose y sonriendo. —Una simple manera de causar diversión. Ahora, ¿te has enterado que no hemos provocado desorden durante las vacaciones de semana Santa?

— ¿Para qué, nosotros nos preguntamos, desorganizar el tiempo libre? — continuo Fred. —De ningún modo, nos respondimos, y por supuesto, habríamos tenido que arruinar el estudio de las personas, sin embargo, es la última cosa que queríamos hacer.

Hizo una pequeña inclinación de cabeza muy santurrona ante Hermione. Ella pareció más bien tomada por sorpresa.

—Pero si sigue todo igual mañana—, Fred continuo rápidamente. —Y si causamos un alboroto, ¿por qué no hacerlo de tal manera que le permita a Harry poder hablar con Sirius?

—Sí, pero a pesar de eso— dijo Hermione, con aire de explicar algo muy simple a alguien muy obtuso, —aún si causan un tumulto, ¿cómo se supone que Harry va a hablar con él?-

—La oficina de Umbridge— dijo Harry tranquilamente.

Lo había estado pensando durante dos semanas y no había encontrado otra alternativa. Umbridge le había dicho que la única chimenea que no estaba vigilaba era la de ella.

— ¿Estas...Loco? — dijo Hermione con voz tranquila.

Ron había bajado su folleto de trabajo en el cultivo de hongos comerciales y estaba observando la conversación cautelosamente.

—No me parece—, dijo Harry, encogiéndose. 

— ¿Y cómo se supone que vas a entrar allí en primer lugar?

Harry estaba listo para esa pregunta.

—Venus— dijo.

— ¿Perdón?

—Ella es la única que se arriesgaría tanto para ayudarme, y en caso de que no funcione la última Navidad Sirius me regaló una navaja que abre cualquier cerradura—dijo Harry. —Aún si no funciona el hechizo de Alohomora sobre la puerta, yo apuesto que ella, que Venus puede...

—¿Que piensas de esto? —Hermione le exigió a Ron, y a Harry le recordó irresistiblemente a la Sra. Weasley pidiendo ayuda a su esposo durante la primera cena de Harry en Grimmauld Place.

—No sé—, dijo Ron, que parecía alarmado por que le habían pedido su opinión. —Si Harry lo quiere hacer, es su decisión, ¿no es así? Solo te pido que no confíes mucho en mi hermana, ella ahora es mala...

—Hablas como un verdadero amigo y un Weasley.—, dijo Fred, pegándole fuerte en la espalda. —Bien, entonces. Nosotros estábamos pensando hacerlo mañana, poco después de las clases, porque ello debería provocar el máximo impacto en todos los pasillos...Harry. Lo haremos lejos del ala Este en alguna parte— dibujando la oficina... —calculo que debemos ser capaz de garantizarte, como, ¿veinte minutos? — dijo, mirando a George.

—Fácilmente—, dijo George.

—¿Qué clase de diversión va a ser? — preguntó Ron.

—Ya lo veras pequeño hermano— dijo Fred, cuando él y George se levantaban de nuevo. —Por lo menos te vas a poder mover por el pasillo de Gregorio el zalamero mañana.

—Solo veo un fallo en tu plan Harry, nadie sabe dónde está Venus...


La Promesa De Una WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora