Capítulo 83

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Albus interrumpió su encantamiento con una carcajada, recordaba muy bien esa vez en la que habían emborrachado a Venus, no estaba orgulloso de eso pero se habían divertido mucho aquella ocasión.

—No sé si lo sabes, pero me debes un dulce.

—Eso es una trampa Venus.

—No, no. Yo estoy jugando limpio.

—Patrañas.

—Pitriñis

—No seas infantil.

—Ni siis infintil

—Bien, bien. Te daré el dulce.

Y maravillosamente lo hizo, paso uno de sus dulces a la urna de Venus.

-*

A la mañana siguiente cuando el Profeta llegó esa mañana, Hermione lo estiró, se quedó mirando fijamente la portada y soltó un graznido, que hizo que todos los que estaban alrededor la miraran fijamente.

— ¿Qué? —dijeron Harry y Ron a la vez. Como respuesta, Hermione extendió el periódico en la mesa delante de ellos y apuntó hacia diez fotografías en blanco y negro que ocupaban toda la portada, nueve eran de magos y la décima, de una bruja. Algunas de las personas de las fotografías se burlaban silenciosamente de los espectadores; otros daban palmaditas con los dedos en el marco de sus cuadros, con apariencia insolente.

Cada una tenía al lado un nombre y el crimen por el que se le había enviado a Azkaban. Antonin Dolohov, ponía la leyenda debajo de un mago muy pálido, que torció cara sonriendo con desprecio, hacia Harry, se declaró culpable de los asesinatos brutales de Gideon y Fabian Prewett. Algernon Rookwood, ponía inmediatamente debajo, un hombre picado de viruelas con pelo grasiento que se apoyaba contra el borde de su cuadro, con apariencia aburrida, se declaró culpable de pasar información secreta del Ministerio de Magia a Él Que no Se debe nombrado.

Los ojos de Harry se fijaron en el cuadro de la bruja. Su cara estaba vuelta hacia él en el momento en el que había visto la página. Tenía pelo largo, oscuro, desaliñado y despeinado, en el cuadro, aunque lo había visto liso, espeso y brillante. Ella miró hacia arriba con los ojos pesados, una sonrisa arrogante, desdeñosa de dibujó en su rostro. Igual que Sirius, conservaba vestigios de lo que había sido, pero algo, quizás Azkaban, había consumido la mayor parte de su belleza.

Bellatrix Lestrange, se declaró culpable de la tortura e incapacitación permanente de Frank y Alice LongbotWm. Hermione tocó con el codo de Harry y señaló hacia los titulares de encima de los cuadros, que Harry, concentrado en Bellatrix, no había leído todavía.

EVASIÓN EN MASA DE AZKABAN EL MINISTERIO TEME QUE BLACK SEA LA CLAVE POR LOS VIEJOS MORTÍFAGOS

— ¿Black? —dijo Harry en voz alta. — ¿No?

— ¡Shhh! — susurró Hermione desesperadamente. —No tan alto solo lee!

Del otro lado del comedor Venus le habia quitado el Profeta a Draco y comenzó a leer lo que decía mientras tomaba su jugo de calabaza.

El Ministerio de Magia anunció la noche pasada que había habido una evasión en masa de Azkaban. En una entrevista con los periodistas en su oficina privada, Cornelius Fudge ministro de Magia, confirma que diez prisioneros de máxima seguridad escaparon temprano ayer por le tarde y que ya le ha informado Primer Ministro Muggle de la naturaleza peligrosa de estos individuos.

"Nos encontramos desgraciadamente, en la misma posición que estábamos hace dos años y medio cuando el asesino Sirius Black escapó," 'Dijo Fudge la noche pasada. "nosotros pensamos que las dos evasiones, no están relacionadas". Una fuga de esta magnitud sugiere que recibieron ayuda de fuera, y debemos recordar a ese Black, como la primera persona que alguna vez se ha escapado de Azkaban, y que se pondría a ayudar a otros que quisieran seguir sus pasos. Pensamos que es probable que estos individuos, que incluyen a Black primo, Bellatrix Lestrange, se han reunido alrededor de Black, su jefe. Estamos, sin embargo, haciendo todo que podemos para capturar a los criminales, y rogamos la comunidad mágica que estén en alerta y sean cautos.

Venus se levantó de su mesa, necesitaba hablar con Severus, él sabría qué era lo que ese artículo significaba. O por lo menos era lo que ella pensaba, no le gustaría saber que su padrino aún seguía las órdenes del señor tenebroso, pero muy muy en el fondo ella sabía que de hecho, él aún seguía bajo su mandato.

Mientras iba caminando se encontró con Albus que venía caminando con un hermoso anillo en manos

—Que hermoso es... ¿puedo quedármelo?

Y sin esperar respuesta la chica se lo puso, aunque ella no sabía aquel anillo, tenía una maldición que le habia caído por accidente a Albus, que esperaba que a la chica le pasara lo mismo.

Para su sorpresa la reacción del anillo no fue la misma que él tuvo, como si la reconociera el anillo se amoldo a su dedo de manera perfecta, pero no fue lo único que paso, una pulsera que salió por arte de magia se amoldo a su muñeca y con una cadena negra se unió al anillo.

— ¿De dónde lo trajiste?

—De un lugar algo lejano, te dejo Venus. Te veo en las clases.

Sin importar el anillo salió corriendo en dirección a la oficina de Severus, él tenía que decirle con urgencia lo que habia pasado, debía decirle como es que aquel horrocrux se habia amoldado perfectamente a la mano de su ahijada sin hacerle ningún daño. 

La Promesa De Una WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora