Capítulo 53

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Siento haberlos hecho esperar hasta ahora pero estuve ocupada todo el día espero que les guste...

NARRA HARRY

La profesora McGonagall entro apresuradamente en el dormitorio en su traje de noche de color tartán, sus gafas colocadas en el puente de su huesuda nariz.

—¿Qué le ha pasado, Potter? ¿Dónde le duele?

Él nunca había estado tan complacido de verla; Ella formaba parte de la Orden del Fénix y eso era la persona que Harry necesitaba ahora y no alguien preocupándose acerca de lo que tenía y prescribiendo pociones inservibles.

—Es el papa de Ron, —dijo el, poniéndose derecho otra vez. —Él ha sido atacado por una serpiente y es en serio, yo lo vi.

— ¿Cómo que tú lo viste? — Dijo la Profesora McGonagall, contrayendo sus oscuras cejas.

—Yo estaba dormido y de pronto estaba allí

— ¿Tú quieres decir que soñaste esto?

—No— dijo Harry coléricamente; ¿Ninguno de ellos lo entendería? — Estaba teniendo un sueño al principio es cierto...pero luego todo se volvió diferente completamente, lo primero era algo estúpido y entonces la nueva visión apareció. Fue real, yo no lo imagine. El Sr Weasley estaba dormido en el piso y fue atacado por una gigantesca gigantesca... Serpiente, habia gran cantidad de sangre, él sufrió un colapso, alguien podría preguntar dónde se encuentra el en este momento.

La profesora McGonagall lo contemplaba a través horrorizada debajo de sus gafas desequilibradas. Al menos esa impresión tuvo el

—¡No miento y no estoy disgustado!' le dijo Harry a ella, elevando la voz hasta convertirla casi en un grito. —Le digo, lo vi ¡Ocurrió!

—Potter, —dijo la Profesora McGonagall de manera concisa. —vistete rápido que tu yo vamos a ir a al despacho del Director.

-*-

NARRA VENUS

— ¡Maldición Alec, escóndete por lo que más quieras!

Los amigos habían encontrado, esperaban, a la bestia que buscaban. Se trataba de un animal con cabeza de un ser humano, barba, densa cabellera leonina y una dentadura muy afilada. Tenía alas parecidas a las de un enorme murciélago y el resto de su cuerpo era de un león gigante excepto la cola, cuya parte final estaba rematada por un aguijón muy parecido al del escorpión.

 Tenía alas parecidas a las de un enorme murciélago y el resto de su cuerpo era de un león gigante excepto la cola, cuya parte final estaba rematada por un aguijón muy parecido al del escorpión

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Y en ese momento se encontraba lanzando cosas, todo lo que se encontraba a su paso, en definitiva estaba muy enojado, o enojada, sus rugidos eran atronadores y les lastimaban los oídos.

En ese momento estaban siendo cobardes y se escondían atrás de una roca, Alec veía asombrado a la bestia y Venus simplemente trataba de idear un plan para poder vencer a esa cosa, sin que saliera tan mal como con el Leviatán.

— ¿Y si pruebas con un dragón?

— ¿Y de dónde saco un dragón?

— ¡Piensa Venus! Tú lo puedes todo, piensa solo un poco.

— ¡Por Merlín! Alec.... Mis guardianas

—Acertaste.

«Ego Venus convocatio ad custos a hoc baculum Fizzy Fire »

Al Igual que Icy, Fizzy lucia igual, a salvo de su vestido que era largo y rojo con toques anaranjados simulando las llamas del fuego.

Venus, que gusto volver a verte

—Lo sé, también me alegro de verte.

¿Para que soy buena?

—Bien, veras... hay una Manticora que nos quiere matar y está justo ahí. Tenemos que ganarle una batalla.

Ya veo, estas en busca de tus poderes completos. Muy bien te ayudare.

—Que buena noticia, gracias.

-*-

NARRA HARRY

Harry se alivió mucho de que ella lo hubiese tomado en serio. Él no dudo, se levantó de un salto de la cama e inmediatamente se puso su bata y coloco sus gafas desde la parte de atrás.

—Weasley, usted también debe venir.

Ellos siguieron a la profesora McGonagall, pasando al lado de las figuras silenciosas de Neville, Dean y Seamus. Fuera del dormitorio, debajo de las escaleras en forma de espiral de la sala común, pasaron a través del retrato de la Señora Gorda con la luz de la lna en el pasillo.

Harry sintió como el pánico dentro de él podía estallar en cualquier momento, quería correr, gritar hasta llegar a Dumbledore; ¿el señor Weasley sangraba mientras ellos caminaban a lo largo del pasillo, y aquellos colmillos eran venenosos?

Pasaron al lado de la señora Norris, que giro sus luminosos ojos hacia ellos y silbó levemente. En pocos minutos ellos llegaron a la gárgola de piedra que aguardaba en la entrada del despacho de Dumbledore.

—Frizzing Whizzbee— dijo la profesora McGonagall.

La gárgola cobro vida y se echó a un lado; las paredes de detrás se partieron en dos revelando una escalera de piedra que se movía de forma continuada hacia arriba como una especie de escaleras mecánicas en espiral.

Los tres subieron en las escaleras mecánicas; la pared se cerró detrás de ellos con un golpe y se fueron moviendo en círculos hacia arriba hasta que llegaron a alcanzar la sumamente pulida puerta de roble con el latón de aldaba que formaba como una especie de grifo.

La Promesa De Una WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora