Capítulo 74

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Aquí esta la segunda parte del maratón. Espero que les guste, en cuanto al grupo no he tenido tiempo de crearlo pero para mañana o a mas tardar el domingo esta listo. 

Sirius y Snape se levantaron del suelo. Harry miró a uno y a otro. Cada uno tenía una expresión de sumo desprecio, aunque la entrada inesperada acción de la pelinegra los habia hecho entrar en razón. Snape tomó su varita, giró sobre sus talones y recorrió la cocina, pasando de largo a los Weasley sin hacer comentarios. Al llegar a la puerta, miró hacia atrás.

— Seis en punto, lunes a la mañana, Potter.

Y se marchó. Sirius miro insistentemente, con su varita al lado

— que ha pasado? — pregunto el sr. Weasley de nuevo

— Nada Arthur— dijo Sirius quien respiraba agitadamente a pesar de no haber corrido una gran distancia. — Solo una amigable charla entre dos viejos amigos de la escuela— lo que se vio como un enorme esfuerzo, he sonrió... — así...que ¿estas curado? Son buenas noticias, realmente bueno.

— sí, ¿cierto?' — dijo Molly Weasley dejando a su marido en una silla. — El sanador Smethwick hizo su magia al final, encontró un antídoto para lo que sea que esa serpiente tenía en sus colmillos, y Arthur aprendió la lección acerca de jugar con medicina muggle, ¿no es así, cariño? — añadió en un tono bastante amenazador.

— Sí, Molly, cariño— dijo el señor Weasley mansamente. — ¿Alguien me puede decir porque Venus tenía esa apariencia?

La pregunta que Molly habia estado evitando durante todo ese tiempo habia llegado, su marido no sabía que era lo que habia estado pasando en su casa y menos con su hija mayor que no lo fue a visitar en el hospital.

— ¿Y bien? ¿Nadie me dirá?

-*-

Venus Weasley hizo una aparición en el lugar en el que habia dejado a Darcy. No se preocupó por ser castigada, ya que a su edad no estaba permitido hacer una aparición, la razón por la que no estaba preocupada era porque Alec hizo un hechizo para evitar que detectaran esa aparición en el ministerio.

Darcy seguía ahí, justo donde se habia quedado. Estaban haciendo un plan para poder domar a la quimera y no morir en el intento. Ya que al parecer esta era muy feroz.

Habían pasado ya un par de horas desde que habían vuelto, y aun no se les ocurría nada para poder domar a la Quimera. Su primer plan habia sido darle mucho oro y cosas que brillaran para que a base de regalos quisiera a Venus, pero luego recordaron que no tenían oro en sus manos y mucho menos en el banco.

Otra de sus ideas fue ir directo a pelear pero era seguro que iban a morir, así que enseguida lo descartaron. Darcy tuvo una mejor idea, tal vez alguien más podía tener idea de qué hacer con una quimera. Como era parte dragón habia otra guardiana que probablemente los podría ayudar más que Darcy.

Así que con ayuda de Darcy y Alec Venus invoco a Fizzy Fire, como ya era costumbre, cada vez que las invocaba, el humo no se tardó en aparecer, el rojo que antes aparecía cuando Fizzy era invocada habia cambiado a un color vino.

Una chica con el cabello rojo oscuro estaba de espaldas frente a ellos tres su vestido, comúnmente de colores vivos, era de un intenso color vino, la chica que siempre andaba bronceada ahora estaba igual de pálida que Darcy. En su maquillaje ya no usaba los tonos alegres que siempre traía, más bien ahora todos eran tonos muy oscuros.

—Venus, portadora, ¿en qué te puedo ayudar?

-*-

—Al parecer no descansaras hasta que te conteste a la pregunta que has hecho, Venus...

Molly Weasley a regañadientes conto todo lo que habia pasado a su marido, conto a detalle todo lo que habia pasado desde que él habia estado en el hospital, conto como fue que Dumbledore les pidió que hicieran enojar a la pequeña rubia, no omitió como poco a poco la chica iba cambiando, tampoco dejo de lado los intensos dolores que habia tenido.

Conto cuan fuertes eran los gritos que daba su hija y como cada vez estaba peor, hasta que un día simplemente habia parado y al salir de su cuarto era esa nueva Venus.

Para su suerte su marido no habia hecho más preguntas y estaba bien con eso. La comida de esa noche fue agradable también, debido a la vuelta del señor Weasley. Harry le pudo contar a Sirius lo que estaba intentando hacer, siempre y cuando su padrino no se veía forzado a reírse en voz alta con las bromas de Fred y George ofreciendo a todo el mundo más comida, su cara se oscureció y se puso de mal humor, con una expresión de darle vueltas a algo.

Harry se separó de Mundungus y de Ojo-loco, que estaban felicitando al Señor Weasley. Él quería hablar con Sirius, decirle que no quería escuchar ni una sola palabra de lo que Snape dijera, que Snape le estaba incitando deliberadamente y que él no pensaba que Sirius fuese un cobarde sólo porque Dumbledore le hablase y por permanecer en Grimmauld Place. Pero él no tuvo oportunidad de eso y, siempre que miraba la siniestra cara de Sirius, no era de extrañar que Harry ocasionalmente mencionase siempre si él tenía esa posibilidad. En vez de eso, le contaba a Ron y Hermione en voz baja lo de las lecciones de Oclumancia con Snape.

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La Promesa De Una WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora