Capítulo 77

2.5K 245 8
                                    

Disfruten :)

Alec corrió junto a su amiga, justo cuando aquella ave desapareció, las dos mascotas, más la nueva mascota de Venus y Venus dormían plácidamente en el suelo. El chico simplemente se aseguró de que todas las bestias, incluyendo a su amiga respiraran. Desde que habia comenzado con esto, ya se habia acostumbrado a los desmayos de su querida mejor amiga, al menos iban a tener que pasar un par de horas hasta que se despertara.

Las dos guardianas de Venus también se habían debilitado y al igual que los cuatro anteriores dormían plácidamente, con ayuda de la magia hizo unos encantamientos de protección para que no les pasara nada.

-*-

Se detuvo en la puerta cuando llegó, deseando estar en casi cualquier otro lugar, luego, tomando una bocanada de aire profunda, golpeó y entró. La oscura habitación estaba llena de estantes que sostenían cientos de frascos en donde viscosos pedacitos de animales y plantas estaban suspendidos en varias pociones coloridas.

En una esquina estaba el armario que una vez Snape había acusado - no sin razón - a Harry de robar. La atención de Harry estaba absorbida por el escritorio, sin embargo, donde un poco profundo cuenco grabado con runas y símbolos yacía en un foco de luz de vela.

Harry lo reconoció al instante - era el Pensadero de Dumbledore. Pensando qué hacía allí, saltó cuando la voz fría de Snape salió de las sombras.

—Cierra la puerta detrás de ti, Potter. — Harry hizo lo que le dijo, con el horrible sentimiento de que se estaba aprisionando.

Cuando se volteó de nuevo hacia la habitación, Snape se había movido hacia la luz y estaba apuntando silenciosamente a la silla opuesta a su escritorio. Harry se sentó y también lo hizo Snape, sus fríos ojos negros mirando sin pestañear a Harry, disgusto grabado en cada línea de su cara.

-*-

Tan solo dos horas después Venus era la primera en despertar, siguiéndola sus tres mascotas y luego sus dos guardianas. Los seis despertaron con hambre por suerte Alec ya estaba preparado y estaba terminando de hacer la comida. No sabía con exactitud que comía la Pesadilla así que simplemente les acerco a las tres mascotas una vaca que habia matado con ayuda de un cuchillo.

Mientras que Venus y sus guardianas habían comido solo un poco de fruta, simplemente para recuperar un poco de energía para así por fin ir al colegio. Un ave de gran tamaño aprecio por segunda vez ese mismo día, no dirigió ninguna palabra a ninguno de los presentes. 

Simplemente observo a Venus, y procedió a hacer aparecer una puerta que al parecer los llevaría a un lugar seguro. Sin pensarlo mucho entre los dos amigos y las dos guardianas levantaron todo lo que habían usado para comer, y más temprano que tarde ya estaban entrando por la puerta, Venus se despidió de su Manticora, pesadilla y quimera, dejándolos atrás al pasar por la puerta.

-*-

—Bueno, Potter, tú sabes por qué estás aquí, —dijo él. —El director me ha pedido que te enseñe Oclumancia. Sólo espero que seas mejor en esto que en Pociones.

—Correcto, —dijo Harry bruscamente.

—Esta puede no ser una clase ordinaria, Potter, — dijo Snape, sus ojos se entornaron malévolamente, —pero sigo siendo tu profesor así que me llamarás "señor" o "Profesor" siempre.

—Sí...señor, —dijo Harry.

Snape continúo vigilándolo a través de sus ojos estrechos por un momento, luego dijo:

—Ahora Oclumancia. Como te dije antes en la cocina de tu querido padrino, esta rama de magia sella la mente contra intrusos e influencia mágica.

— ¿Y por qué el Profesor Dumbledore cree que la necesito, Señor? —dijo Harry mirando directamente a los ojos de Snape y preguntándose si Snape podía contestarle. Snape miró tras de él por un momento y luego dijo despectivamente

— ¿Seguramente incluso tú podrías haberlo descifrado tú solo ya, Potter? El Lord Oscuro es muy hábil en Legeremancia.

— ¿Qué es eso, Señor?

—Es la habilidad de extraer sentimiento y memorias de la mente de otras personas.

— ¿Puede leer mentes? —dijo Harry rápidamente, sus peores temores se confirmaron.

—Tú no tienes sustancia, Potter—dijo Snape, sus ojos negros brillaron. — Tú no entiendes distinciones finas. Es una de las desventajas que te hace un hacer de pociones tan lamentable. —Snape pausó por un momento, aparentemente para saborear el placer de insultar a Harry, antes de continuar. —Sólo los Muggles hablan de "lectura de mente". La mente no es un libro, para ser abierto a deseo y examinado a placer. Los pensamientos no están grabados dentro del cráneo, para ser leídos detenidamente por cualquier invasor. La mente es una cosa compleja y con muchas capas, Potter, o al menos la mayoría lo son.'—Él sonrió satisfecho. —Es verdad, sin embargo, que aquellos que han aprendido bien la Legeremancia puede, bajo ciertas condiciones, de hurgar en la mente de sus víctimas e interpretar sus hallazgos correctamente. El Señor Oscuro, por ejemplo, casi siempre sabe cuándo alguien le está mintiendo. Sólo los hábiles en Oclumancia son capaces de desconectar esos sentimientos y recuerdos que contradicen la mentira, así pueden decir mentiras en su presencia sin que lo detecte.


La Promesa De Una WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora