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NARRA HARRY
La Profesora McGonagall sacó su varita del bolsillo de su bata y la agitó; tres sillas aparecieron de la nada, eran de madera y se colocaron en orden, eran bastante distintas a los confortables sillones que Dumbledore conjuró en la audiencia de Harry. Harry se sentó, observando a Dumbledore desde sus hombros
Dumbledore estaba ahora acariciando las doradas plumas de la cabeza de Fawkes con un dedo. El fénix se despertó de inmediato.
Él estiró su hermosa cabeza y observó a Dumbledore a través de sus brillantes, ojos oscuros.
—Necesitaremos—, dijo Dumbledore muy tranquilo al pájaro, —un aviso.
Se hizo un destello de fuego y el fénix se fue. Entonces, Dumbledore cambió uno de los frágiles instrumentos de plata cuya función Harry nunca había conocido, los llevó hacia su mesa, se sentó y los puso de cara a él y los tapó suavemente con la punta de su mano.
El instrumento produjo en seguida un ruido rítmico y tintineante. Unos minúsculos resoplidos de humo de un pálido verde salieron de la parte más alta de los diminutos tubos de plata. Dumbledore miró el humo minuciosamente, con el ceño fruncido. Después de unos pocos segundos, los resoplidos de humo se convirtieron en una constante oleada de humo que se espesaba y enrollaba en el aire... una cabeza de serpiente creció fuera del final de esta, abriendo su boca muy abierta. Harry se preguntó si aquel instrumento confirmaba su historia: él vio con impaciencia cómo Dumbledore daba un signo de que aquello era cierto, pero Dumbledore no alzó la vista.
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NARRA VENUS
—Venus es hora de que despiertes...
— ¿Qué?
—Soy Alec y es momento de que despiertes.
La rubia abrió los ojos poco a poco una vez más se encontraba en una cueva. Pero para su suerte ahora no estaba debajo del mar, si siempre que luchara con alguna bestia iba a terminar así, no quería seguir.
— ¿De quién es la casa? — pregunto incorporándose poco a poco.
—De tu Manticora.
— ¿Mi Manticora? ¿Qué paso?
—Al parecer ganaste la batalla, cuando yo desperté ambos estaban tirados en el suelo y tu guardiana había desaparecido, así que con un poco de magia y vendas, cure a la Manticora y luego a ti. Cuando tu mascota despertó te cargo y nos trajo aquí. Por lo que me explico ahora están conectadas y mientras tú estés mal el Leviatán y él igual lo estarán justo como...
—Mis guardianas, lo sé. Me lo explicaron. Me duele el cuerpo.
—Por cierto, tienes una nueva marca.
La rubia miro su pierna y efectivamente había una nueva marca justo por debajo de la primera se encontraba un pequeño puma dorado, era hermoso. Se encontraba demasiado cansada como para seguir admirando sus marcas así que una vez más se acostó y se quedo dormida.
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NARRA HARRY
— ¡Dumbledore! —
— ¿Que noticias hay?-- dijo Dumbledore inmediatamente
—Grite antes de que alguien viniese corriendo-- dijo el mago, que secaba su frente con la cortina de detrás de él, —escuche algo moverse abajo no sabían si creerme pero bajaron a comprobar ya sabes que allí no hay ningún retrato para mirar. De todos modos, ellos lo trajeron arriba pocos minutos después. El no parecía estar bien, estaba cubierto de sangre, corrí a lo largo del retrato de Elfrida Craggs para tener una buena vista cuando se marcharon.
—Bien— dijo Dumbledore y Ron hizo un movimiento convulsivo. —Dylis lo vera llegar, entonces.
Y momentos más tarde, la bruja de plata reapareció en su cuadro, ella se hundió, tosiendo, en su butaca y dijo,
—Sí, lo han llevado a St. Mungo. Dumbledore... se lo llevaron más allá de mi retrato... el parecía estar mal.
—Gracias— dijo Dumbledore. Miro alrededor a la profesora McGonagall
—Minerva, necesito que valla a despertar a los demás niños Weasley.
—Desde luego... Solo hay un problema, una de ellos no está aquí.— La profesora McGonagall se levantó y se fue rápidamente hacia la puerta. Harry echo un vistazo de refilón a Ron, quien miraba aterrorizado.
—Yo me encargare de Venus.
—Y Dumbledore ¿Qué pasa con Molly? —Dijo la profesora McGonagall, que se paró en la puerta.
—Este será un trabajo para Fawkes cuando el haya terminado de vigilar si se acerca alguien— dijo Dumbledore. —Pero ella ya lo debe saber... aquel excelente reloj que tiene...— Harry sabia a que reloj se refería Dumbledore, no marcaba el tiempo, pero si el paradero y las condiciones de los diferentes miembros de la familia Weasley, y con una punzada él pensó que la aguja del Sr. Weasley ahora, debería señalar peligro mortal. Pero esto sucedió muy tarde. La Sra. Weasley estaría probablemente dormida, no mirando el reloj.
-*-
NARRA VENUS
—Venus, debes despertar.
— ¿Y ahora qué quieres Alec?
—Ha llegado un patronus de Dumbledore.
— ¿Un qué? ¿De quién?
—Un patronus de Dumbledore.
Venus se levantó de donde estaba acostada, su Manticora se encontraba dormida y por encima de ella había un fénix azul transparente...
"Venus, sé que es muy pronto para contactarte, y que estas en mitad de una misión pero necesitamos que regreses a Hogwarts tu padre ha sufrido un ataque y en este momento lo están llevando al hospital. Cuando este mensaje termine aparecerá una puerta que te traerá hasta mi oficina, en donde a ti y a tus hermanos, les explicare con más detalle lo que está pasando"
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La Promesa De Una Weasley
FanfictionLa Promesa de Una Weasley Dos chicas: Hermione Granger, Venus Weasley. Un secreto: El de ella Una promesa: La de ella "¿Qué ella es quien? Dumbledore yo no puedo hacer nada por ella, bueno si, pero... ¿protegerla?" Segunda parte de Una Wea...